Tras dos años de pausa a causa de la pandemia, se llevó a cabo la Megamisión presencial de Semana Santa organizada por Juventud y Familia Misionera, después de realizarla en modo virtual por los motivos sanitarios del COVID. Fueron ocho días de trabajo pastoral con misiones médicas, construcción de casas, visitas a centros penitenciarios y otras actividades de evangelización. 8 mil misioneros recorrieron 552 comunidades rurales y urbanas, reclusorios y hospitales en 24 estados del país.
En las diversas ciudades misionadas se oficiaron las “misas de envío” y de clausura de la Megamisión. Para el Valle de México la misa del cierre misionero fue celebrada en la explanada de la Universidad Anáhuac México, con más de 4 mil asistentes, 60 sacerdotes legionarios de Cristo, consagradas del Regnum Christi, laicos consagrados del Regnum Christi y miembros laicos del Regnum Christi. Fue presidida por el director territorial de los legionarios de Cristo para México y Centroamérica, P. Alberto Simán, LC.
«La fe, queridos misioneros, nos hace ver no a un Jesús muerto, sino a un Jesús vivo en el sufrimiento de las demás personas. Ustedes han visto y escuchado a Jesús que sufre en las personas enfermas, en las personas tristes, en las personas que trabajan largas jornadas y viven en pobreza», dijo el P. Simán en su homilía. A continuación les exhortó a transmitir el amor de Cristo con creatividad, como audaces misioneros para llevar el amor y alegría de Jesús a todas partes. Parafraseando una cancón, les recordó: «Dios necesita de tus manos, de tus pies, de tus ojos, necesita de ti, como lo han cantado en estos días en el himno de Juventud y Familia Misionera».
Brenda Treviño, directora nacional de Juventud y Familia Misionera, comentó: «Es muy esperanzador para nuestra sociedad ver a miles de jóvenes que aprovechan sus vacaciones de Semana Santa para ayudar a los más necesitados; comparten sus habilidades y llevan alegría a los ancianos, niños y jóvenes que visitan».
En esta misa, 70 jóvenes decidieron ofrecer un año de su vida como colaboradores del Regnum Christi al servicio de la Iglesia. La misa de clausura también se realizó en otras ciudades como en Costa de Marfil, Filipinas, Brasil, Chile, Francia, Argentina, España y otros más.
