El Regnum Christi, como realidad carismática, nació el 3 de enero de 1941, momento en el que el Señor quiso fundar a los Legionarios de Cristo y, junto con ellos y a través de ellos, al Regnum Christi. Su objetivo quedó marcado desde el inicio: Promover la santidad personal de sus miembros a través de una espiritualidad centrada en Cristo.
El Colegio Directivo General ha enviado una carta a todos los miembros del Regnum Christi donde invita a ver esta fecha como un «recordatorio de la providencia de Dios para suscitar el carisma que ha querido regalar a su Iglesia para anunciar el amor misericordioso de Dios a todos y llevarlos al encuentro redentor con Cristo y convertirse en sus apóstoles en el mundo, con celo apasionado (2Cor 5, 14), por la experiencia personal del amor de Jesucristo».
El Regnum Christi está conformado por cuatro vocaciones, legionarios de Cristo, consagradas del Regnum Christi, laicos consagrados del Regnum Christi y laicos asociados; cada vocación aporta su dinamismo propio al servicio de la misión común.
«Desde la certeza que brota del carisma, como don de Dios, y desde una honda mirada cristiana al mundo del que somos llamados y al que somos enviados, renovamos nuestro deseo y compromiso de hacer presente el Reino de Cristo en los corazones y en la sociedad, en el aquí y ahora del mundo» (Comunicado de la Convención General 2024).
Este 84° aniversario está marcado también por el Jubileo 2025 convocado por el Papa Francisco para toda la Iglesia. El Regnum Christi siempre ha promovido una adhesión plena al Papa y su Magisterio, por lo que estamos todos invitados a vivir este año de gracia uniéndonos a las celebraciones que se realizarán a lo largo del año.
«Desde aquellos comienzos» – dice la carta del Colegio Directivo General –, «el Señor ha bendecido a nuestra familia espiritual con innumerables frutos: hombres y mujeres transformados por el encuentro con Cristo, comunidades de apóstoles que buscan extender su Reino, y un testimonio vivo de caridad en la diversidad de vocaciones. Hemos recorrido un camino que no ha estado exento de desafíos, pero en todo hemos experimentado la fidelidad de Dios que guía nuestra misión».
No dejemos pasar la oportunidad de agradecer a Dios por este aniversario y de renovar nuestro compromiso por extender el Reino de Cristo en nuestros corazones y en el de los demás.
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