El apostolado del Sagrado Corazón trabaja para que extienda el reinado de Jesús entre las familias. Pero como explica María José García, una de sus responsables a nivel nacional (en España), “esta iniciativa no es nuestra, es del Sagrado Corazón” y Él querido que nazca una nueva dimensión misionera: gracias a la venta de artículos religiosos en la web o después de las misas de consagración, se ha conseguido financiar un proyecto que consiste en traducir los materiales de difusión del Sagrado Corazón al suajili para que las Misioneras de la Caridad puedan distribuirlos, y además inculturarlos: “Nos dieron las principales ideas: que los niños fueran todos negros, el tipo de vestimenta… en cambio Jesús tenía que aparecer con la piel tostada, pero no ser negro, porque así son la mayoría de imágenes que están en los templos de Nairobi y que son las que ellos conocen y veneran”. Y tras este primero paso, el apostolado del Sagrado Corazón, nos cuenta María José, apoyará otra iniciativa en colaboración con Ayuda a la Iglesia Necesitada en la India.
¿Cómo nació está iniciativa de traducir los materiales del Sagrado Corazón al suajili?
Esta iniciativa no es nuestra, es del Sagrado Corazón. No es algo que se hubiera planeado.
El P. Jorge Ranninger, LC, director del apostolado, acompañó en su proceso vocacional a un joven de Sevilla que ingresó en el noviciado de los Misioneros de la Caridad en Kenia. Como sigue en contacto con él, le comentó que teníamos estos materiales y de ahí surgió la idea de que pudieran traducirse. Los Misioneros y Misioneras de la Caridad trabajan en las barriadas más pobres de Nairobi, allí la mayoría de personas viven en chabolas, y casi no saben leer ni escribir. Son personas que carecen de todo. Justo por eso, el Sagrado Corazón está deseando “colarse” en sus hogares para poder ayudar, consolar… Y Él se sirvió de estas conversaciones para poder comenzar Su proyecto. Es el mismo Sagrado Corazón el que quiere ser acogido en las chabolas más pobres de Nairobi.
Además, por lo que se ve, la traducción no es solo el idioma sino también los dibujos. ¿Cómo habéis hecho esto?
Desde Kenia nos explicaban que los chavales de allí no iban a sentirse identificados con los dibujos del libro infantil que hicimos para España y que explica la devoción al Sagrado Corazón “con ojos de niño”. Así que, además de traducir el texto, se decidió pedir nuevas ilustraciones. Nos dieron las principales ideas: que los niños fueran todos negros, el tipo de vestimenta… en cambio Jesús tenía que aparecer con la piel tostada, pero no ser negro, porque así son la mayoría de imágenes que están en los templos de Nairobi y que son las que ellos conocen y veneran. En cuanto tuvimos los bocetos se mandaron a Kenia para que pudieran dar el OK antes de terminarlos.
Está siendo un proceso muy largo porque solo comunicarse con los Misioneros de la Caridad es todo un reto. No todos tienen móvil, o no tienen línea ese día, o están en oración… Tampoco es fácil el tema de la impresión. Imprimirlos aquí y mandarlos era imposible, imprimir ahí también complicado… Pero el Sagrado Corazón va abriendo sus caminos. María, una chica del equipo de Bilbao, tiene un conocido allí que nos ha ayudado. Así que todo va saliendo, eso sí, yendo al ritmo que Dios permite. Despacio, pero sin pausa.
¿Cuántos ejemplares habéis impreso? ¿Cómo se ha financiado este proyecto?
El material aún no está impreso. Estamos justo en ese punto. Como te decía, un chico que está en Kenia, ha buscado el presupuesto de la impresión y todo marcha adelante.
En la financiación del proyecto han contribuido muchas personas. Primero, el mismo señor de Barcelona que nos ayudó con las ilustraciones y la impresión del libro de niños para España, pagó también las ilustraciones del librito nuevo. También ha habido donativos directos a este proyecto, y el grueso del dinero ha salido de la venta de materiales que realizamos los equipos a la salida de la Misa de Consagración de las familias y en todas las ocasiones que nos es posible.
¿Y la distribución será a través de las Misioneras de la Caridad o de alguna otra organización o diócesis de Kenia?
La distribución será de momento a través de las Misioneras de la Caridad (las Misioneras de Madre Teresa), pero no tenemos ni idea de qué caminos seguirá abriendo el Sagrado Corazón. Él ya ha hecho unos planes y nosotros solo vamos siguiendo el camino que Él nos traza.
¿Cómo se dio esta forma de hacer misión en un apostolado que es especialmente espiritual?
Los devotos del Sagrado Corazón son necesariamente apóstoles. No podemos quedarnos el tesoro que hemos recibido para nosotros. Por eso el apostolado del Sagrado Corazón es un apostolado misionero.
En cuanto finalice este proyecto y siguiendo esa vocación apostólica, ¿tenéis en mente algún otro proyecto similar?
Ahora mismo tenemos otro proyecto maravilloso entre manos, que es financiar la instalación de una bomba sumergible y un generador para el suministro de agua y electricidad para el Convento del Sagrado Corazón, en Sunderpur, en India.
Las religiosas que viven allí rezan a la luz de las velas y a menudo enferman porque tienen que beber el agua contaminada que sacan a mano de un pozo. Ellas, desde el convento, atienden a familias muy pobres y gracias a la ayuda podrán hacerlo en mejores condiciones. El proyecto nos lo presentó Ayuda a la Iglesia Necesitada. Nos hemos comprometido a recaudar exactamente 5.236€.
Es todo un reto, pero nos hace muchísima ilusión porque sabemos que el Corazón de Jesús está muy contento de estas iniciativas.
También, con las ventas de material, hemos podido ayudar a varios conventos de clausura de maneras distintas. A raíz de la pandemia, muchos conventos lo están pasando mal. La gente visita menos a las monjas y tienen menos donativos. También se les dificulta el vender los productos artesanos que hacen ellas mismas. Nosotros en el apostolado somos muy conscientes que estas religiosas de clausura son un tesoro para la Iglesia, y que con su vida tan sacrificada ganan méritos para todos nosotros. Por eso teníamos claro que queríamos ayudarlas. A algunos conventos les hemos entregado dinero en metálico, pero lo que más estamos haciendo es comprarles imágenes y artesanía que hacen las religiosas y venderlo nosotros después en las diferentes ocasiones que se nos presentan. Su acción de gracias por nuestra pequeñísima ayuda es encomendar el apostolado, a los miembros de los equipos y a todas las familias que se consagran al Sagrado Corazón.
¿Qué tipo de productos vendéis después de las misas de consagración? ¿Hay alguna forma de conseguirlas online o de otra forma?
Tenemos diferentes ‘detentes’ hechos a mano por religiosas, rosarios de pétalos de rosa del Carmelo de la Aldehuela, medallas, pulseras, figuras del Niño Jesús, libretas con la imagen del Sagrado Corazón, bolígrafos, placas para la puerta, mascarillas con la imagen del detente…
Estos materiales, en especial los que hemos hecho nosotros mismos, son también para poder ofrecer a parroquias y movimientos que quieran extender la devoción al Corazón de Jesús.
Estos materiales se pueden conseguir en España poniéndose en contacto con los equipos del apostolado de cada ciudad y algunos pueden verse en el espacio web del Regnum Christi de España.