Del 30 de septiembre al 4 de octubre, se reunieron en Roma las encargadas territoriales de la pastoral vocacional de las Consagradas del Regnum Christi. A ellas se unieron otras consagradas con experiencia en el trabajo vocacional y varias directoras territoriales. También participaron aquellas que hacen su labor pastoral en el candidatado en Monterrey, México, y en el centro de formación de Madrid, España.
Las participantes se dedicaron a trabajar en 23 fichas de temas vocacionales, diseñadas como recursos para el acompañamiento de aquellas jóvenes que muestran interés en la vocación a la vida consagrada. La colaboración y alineación entre los distintos territorios y etapas del camino vocacional fueron notables, abarcando desde la vida cristiana diaria hasta las etapas iniciales de formación como consagrada del Regnum Christi.
Uno de los momentos destacados del encuentro fue la asistencia a la misa de apertura del Sínodo sobre la Sinodalidad, presidida por el Papa Francisco el miércoles 2 de octubre. Durante la semana, se abordaron temas cruciales como la cultura vocacional, la promoción vocacional, las comunidades “Venid y Veréis”, programas para jóvenes en comunidades, fichas de acompañamiento vocacional, y la comunicación y pastoral vocacional.
Como resultado de estos días de trabajo, se desarrolló una síntesis de los elementos esenciales de una cultura vocacional. Entre estos elementos se destacan:
- Concepción de la vida como vocación: Un llamado en el amor que espera una respuesta libre.
- Conexión con el contexto juvenil: Identificar lo que resuena en las jóvenes y evangelizar desde esos puntos en común.
- Visión esperanzada del ser humano y el mundo: Entender la vida como vocación y don, y hacerse preguntas vocacionales como “¿quién soy y para quién soy?”.
- Importancia de la familia: Espacio crucial para vivir y transmitir una cultura de la vida y apoyo a las vocaciones.
- Acompañamiento personalizado: Clave para despertar la pregunta vocacional y ayudar a los jóvenes a discernir su llamado.
Laura Matthews, que desarrolla su labor en Norteamérica, comenta que «tenemos niñas discerniendo en nuestras comunidades, realizamos momentos de “Come and See” (“Venid y Veréis”) durante el año en distintas localidades, y contamos con directoras espirituales que se están capacitando para acompañar en temas vocacionales. Además, estamos pensando en nuevas maneras creativas para que nuestras redes sociales impacten a las jóvenes que se están planteando la pregunta: “¿Qué quiere Dios en mi vida?”. Estamos tratando de trabajar juntas, entre todas las consagradas, para realmente interpelar al hombre de hoy, ver qué podemos mejorar y cómo podemos ayudarnos mutuamente, de manera que estos espacios y modos de suscitar preguntas vocacionales lleguen a las personas».
Sobre las comunidades “Venid y Veréis”, Glory Darbellay, consagrada que trabaja en el territorio de España, explica que «estas son comunidades de consagradas que invitan a las jóvenes a vivir, rezar, comer y compartir con nosotras. A veces también entregarse a la misión y ver cómo es nuestra vida, un sentido de ven y ve nuestra vida, con el objetivo de un enriquecimiento más humano y espiritual, y también crear amistades y lazos con ellas».
Este encuentro también resonó con una de las prioridades de la Convención General del Regnum Christi: promover una cultura vocacional. Los frutos y conclusiones de las sesiones fueron compartidos en una sesión final con Nancy Nohrden, directora general de las Consagradas, quien destacó la importancia del trabajo realizado y su impacto en toda la familia del Regnum Christi.
¿Qué retos ven las consagradas en el acompañamiento vocacional actual tanto en el campo familiar como eclesial? Para Elena Olazábal, que trabaja en Sudamérica, «un desafío en el ámbito familiar es lograr una mayor valoración de la vida consagrada. Aunque en los medios se ha transmitido una percepción a menudo desfavorable sobre la vocación, creo firmemente que existe una oportunidad para mostrar una visión más positiva. Para quienes no tienen un contacto directo con nosotras, que no nos conocen internamente, es esencial que conozcan de cerca nuestra realidad y vean que nuestra vida es un camino de plenitud vocacional, serio y auténtico».
