Con un ambiente marcado por la fraternidad, el aprendizaje profundo y la experiencia espiritual, el Regnum Christi concluyó en julio de 2025 su Curso Internacional de Formadores (IFC). Las actividades reunieron a hombres y mujeres de distintas nacionalidades en un itinerario de formación integral que combinó clases, talleres, peregrinaciones y momentos de oración, con el propósito de fortalecer a quienes tienen la misión de guiar a otros en las localidades y secciones del Regnum Christi.
El IFC 2025, buscó que cada participante viviera no solo una capacitación académica, sino un auténtico encuentro con su vocación apostólica. Inspirado por el número 36 de los Estatutos de la Federación Regnum Christi —que subraya la importancia de formar formadores para una acción apostólica «profunda, duradera y dinámica»—, el programa buscó ofrecer una experiencia transformadora que dejara huella en sus asistentes.
Un camino en cuatro capítulos
Capítulo 1 — «En Su imagen»
Para las mujeres, este primer capítulo se desarrolló del 8 al 12 de julio en Roma. Contó con las enseñanzas sobre antropología cristiana a cargo del H. John Kenny, L.C., una peregrinación a Asís y la experiencia del apostolado «Street Faith», en la que llevaron la fe a las calles a través del testimonio y el diálogo con transeúntes.
En el caso de los hombres, el capítulo 1 tuvo lugar del 9 al 11 de julio, también en Roma, con el mismo módulo de antropología cristiana dirigido por el H. John Kenny, L.C.. En su itinerario incluyeron igualmente la peregrinación a Asís y la visita a los Museos Vaticanos.
Capítulo 2 — «La gran historia»
Del 12 al 14 de julio, tanto hombres como mujeres trabajaron el tema de la historia de la salvación, guiados por el P. Anton Vogelsang, L.C.. Para las mujeres, este capítulo incluyó además un bloque dedicado a la historia de la Iglesia con el P. Vincenz Heereman, L.C. Ambos grupos participaron en visitas a los Museos Vaticanos, vivieron el rezo del Ángelus con el Papa y asistieron a una misa en el Vaticano.
Uno de los participantes recordó especialmente las enseñanzas sobre la historia de la salvación: «Me ayudaron mucho el curso sobre historia de la salvación, cuando el P. Anton habló sobre la importancia y la necesidad que tenemos de comprender el Nuevo Testamento a la luz del Antiguo Testamento y la cultura detrás de las palabras que Jesús decía a sus discípulos y nos dice también ahora a nosotros».
Capítulo 3 — «Sé dueño de tu propia visión del mundo»
En este módulo, que se desarrolló del 15 al 16 de julio para los hombres y del 15 al 17 de julio para las mujeres, se abordaron temas de cultura, ideologías y diálogo con la posmodernidad. Los hombres contaron con un «date workshop» impartido por el P. Vincenz Heereman, L.C., un taller de discernimiento apostólico y su jornada de apostolado «Street Faith» en las calles de Roma, además de visitas a las basílicas papales.
Las mujeres, por su parte, participaron en la ponencia sobre cosmovisión católica impartida por el P. Gabriel Wendt, L.C., y en un taller sobre cultura y diálogo con la posmodernidad dirigido por la consagrada Marta Rodríguez.
Peregrinaciones
El 17 de julio, ambos grupos iniciaron sus respectivas peregrinaciones internacionales. Los hombres viajaron a Francia, visitando París, Lisieux, Paray-Le-Monial y Ars, en un recorrido bajo el lema A colorful tapestry. Las mujeres realizaron su itinerario hacia Lourdes y Barcelona, participando en actividades de oración y convivencia en estos lugares de especial relevancia espiritual. Las peregrinaciones concluyeron el 23 de julio, marcando el cierre de una etapa de encuentro con la fe a través de la historia y la cultura de cada sitio visitado.
Capítulo 4 — «Viviendo el misterio»
Tras las peregrinaciones, los hombres retomaron el programa en Roma los días 24 y 25 de julio. Este capítulo final incluyó conferencias y talleres sobre la vida del apóstol del Reino, la llamada a la filiación divina, el estilo de vida del Regnum Christi y el discernimiento de los dones personales. Las mujeres, por su parte, comenzaron este capítulo el 23 de julio y lo finalizaron el 25, con contenidos centrados en la formación propia del Regnum Christi, la vivencia del misterio y un capítulo especial del Curso de Colaboradoras RC titulado «Apóstoles de Jesucristo». Ambos grupos concluyeron su experiencia con una adoración eucarística final.
Otro de los jóvenes participantes destacó la huella que le dejaron los espacios de oración: «Uno de los momentos que más me llamaron la atención fueron los momentos de oración, el aprender sobre el esfuerzo requerido para hacer una buena oración. El IFC me enseñó que la oración es una de los aspectos más importantes, si bien es el más importante, en nuestra relación con Dios. Yo nunca había pensado que se pueden alcanzar niveles de oración; pero es como todo en la vida, mientras más practicas algo y te comprometes a ello para hacerlo mejor, pues lo mejoras. Y estas semanas pude experimentar cómo mi nivel de oración creció a un nivel diferente porque me han enseñado cómo orar y por qué orar a Dios».
Los formadores de los formadores
La coordinación del IFC 2025 estuvo a cargo de un equipo diverso de legionarios de Cristo, laicos consagrados y consagradas, que acompañaron a los participantes durante todo el proceso formativo. En la modalidad masculina, la guía estuvo en manos del padre Jaime Plascencia, L.C., el padre Jorge Mora, L.C., el laico consagrado Vicente Martínez, el hermano Bernardo Ross, L.C., el hermano Daniel de Tezanos Pintos, L.C., el hermano Sterling Foley, L.C. y el hermano José Andrés González, L.C. Para las mujeres, el equipo lo integraron las consagradas Paula Restrepo, Helen Yalbir, Cecilia Cánovas, Ticho Sosa, Cristy Villaseñor y Mariana Esquer, junto con el apoyo de laicos como Zuzi Oseguera, Isa Delgado e Ignaciana Campos. Su labor incluyó la dirección de conferencias, el acompañamiento espiritual y humano, y la organización de las actividades logísticas y formativas en cada una de las sedes.
Una experiencia que forma el corazón y la mente
Ambos programas combinaron un intenso contenido académico con vivencias espirituales y culturales que buscaron dejar una huella integral. El IFC no solo presentó teorías, sino que propició un espacio para que cada participante reflexionara sobre sus talentos, áreas de mejora y el contexto desafiante en el que la Iglesia desarrolla su misión.
La internacionalidad del encuentro, con jóvenes de distintos países, fortaleció el sentido de pertenencia y la visión global de la misión del Regnum Christi. Las peregrinaciones y los momentos de oración comunitaria permitieron que la formación no quedara en el plano intelectual, sino que se encarnara en experiencias concretas.
Una de las chicas participantes compartió que estaba «muy feliz de poder estar aquí, haber encontrado gente maravillosa que me ha inspirado y he podido tener un encuentro con Dios que me invita sencillamente a estar con Él, descansar en Él y a confiar en Él completamente».
Proyección hacia el futuro
Tras la finalización del curso, los participantes regresaron a sus lugares de origen con el material de formación recibido y las experiencias vividas durante las semanas de trabajo, peregrinaciones y talleres. El IFC 2025 concluyó con la intención de que cada formador, desde su realidad local, continúe aplicando lo aprendido en su labor dentro del Regnum Christi.
Una de las participantes de México, recalcó que para ella «el poder participar del IFC es un don y una oportunidad para conocerme mejor y conocer mejor a Jesús y para recibir todo lo espiritual y formativo y llevarlo de vuelta a la gente de México».
El IFC 2025 reafirmó que formar formadores es invertir en el corazón mismo de la misión: personas que, con su vida y testimonio, puedan guiar a otros a un encuentro personal con Cristo.
Crédito de las imágenes: Regnum Christi Internacional
