David es originario de Monterrey, Nuevo León (México), se integró al ECYD en 1995 y se asoció al Regnum Christi en el 2001. Fue colaborador del Regnum Christi en 2005-2006 en el sur de Italia. Tuvo la oportunidad de participar en todo el proceso de renovación del Regnum Christi desde el 2014 en las fases locales, territoriales y generales. Actualmente es responsable de grupo en la sección de señores en Monterrey (México), y desde septiembre del 2019 ha participado en la Plenaria General del Regnum Christi. Está casado y es empresario.
David, ¿qué significa para ti poder apoyar de un modo tan directo al gobierno general del Regnum Christi?
Es una gran responsabilidad que asumo con mucha humildad y confianza en Dios para servir a la familia RC aportando mis cinco panes y dos peces.
Por otro lado, es una expresión tangible y palpable de la corresponsabilidad del laico en el Regnum Christi en la custodia de nuestro carisma, y también es una consecuencia del camino de renovación que hemos recorrido como familia y del cual, he tenido la oportunidad de ser parte desde hace casi 10 años, como un reflejo de la sinodalidad que se vive en la misma Iglesia.
¿Cómo ves este momento histórico del Regnum Christi donde los laicos tienen una participación más activa a nivel de gobierno?
Este momento histórico que nos toca recorrer a todos los laicos, es una llamada del Espíritu Santo a una conversión personal. En la Iglesia se nos habla mucho de que es el momento de los laicos y tenemos que hacerlo vida en el mundo, en nuestra realidad. Ahí es donde estamos llamados a ser santos y a ser fermento del Reino.
Para mí lo más importante es de dónde nace esta participación del laico: de nuestro carisma. Ahí es donde nos unimos en comunión para la misión y donde todos somos corresponsables.
Además, debemos seguir discerniendo sobre lo que quiere Dios de nuestra colaboración en el Regnum Christi, dentro de nuestra misión en salida, para dirigir nuestros esfuerzos hacia donde se nos pide, según los signos de los tiempos.
Por último, como laicos del Regnum Christi, tendremos que seguir adelante, entendiendo mejor nuestra vocación laical para acompañar el fortalecimiento de las demás vocaciones, siempre de la mano de Dios, del Espíritu Santo y de la Iglesia que nos guía ¡y nos pide salir!