Íker Trillas, LC
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor estás cerca, ayúdame a preparar mi corazón para tu venida.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Lucas 3, 10-18
En aquel tiempo, la gente preguntaba a Juan: “¿Entonces, qué hacemos?”. Él contestó: “El que tenga dos túnicas, que se las reparta con el que no tiene; y el que tenga comida, haga lo mismo”. Vinieron también a bautizarse unos publicanos y le preguntaron: “Maestro, ¿qué hacemos nosotros?”. Él les contestó: “No exijáis más de lo establecido”. Unos militares le preguntaron: “¿Qué hacemos nosotros?”. Él les contestó: “No hagáis extorsión ni os aprovechéis de nadie, sino contentaos con la paga”. El pueblo estaba en expectación, y todos se preguntaban si no sería Juan el Mesías; él tomó la palabra y dijo a todos: “Yo os bautizo con agua; pero viene el que puede más que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizara con Espíritu Santo y fuego; tiene en la mano el bieldo para aventar su parva y reunir su trigo en el granero y quemar la paja en una hoguera que no se apaga”. Añadiendo otras muchas cosas, exhortaba al pueblo y le anunciaba el Evangelio.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
¡Domingo de gaudete! El tercer domingo de Adviento la Iglesia decidió llamarlo domingo de gaudete. Gaudete en latín significa, “alegraos”, “estén gozosos”. ¡El Señor está cerca! Hay dos días en el calendario litúrgico donde se utiliza el color rosa, hoy es uno. La Iglesia quiere cambiar de color, cambiar de lo ordinario, para que nuestro corazón abra los ojos al gozo que se acerca. ¡Hoy también es fiesta de la Virgen de Guadalupe! Hoy es un gran día para todos los hijos fieles de la Virgen de Guadalupe. Agradecemos a Dios por esta manifestación de amor tan concreta y cercana que nos ha regalado con la maternidad de la Santísima Virgen de Guadalupe.
Hoy, el Evangelio nos muestra la figura de san Juan Bautista que nos anuncia la venida del Salvador, de tú Salvador. Y hoy, tenemos la figura de la Santísima Virgen María de Guadalupe. La que aparece en la imagen con una cinta significando que está embarazada, que lleva a Jesús en el seno y en el corazón a un pueblo que lo espera. Juan Bautista lleva a Jesús en el corazón para anunciar su venida. Quieren compartir la alegría de Jesús. La alegría que les da tener a Jesús en su interior. ¡El Señor está cerca! Viene, ya viene. Prepárense. ¿Hay espacio en tu corazón para Él? Es ahí a donde Jesús viene.
Juan nos prepara diciéndonos que tengamos solo lo necesario para darle espacio a Jesús. Si Jesús ve un corazón con cosas que le quitan lugar, Él no se puede hospedar ahí. No tendrá espacio para estar ahí. Estaría compitiendo con cosas mundanas, con esos ídolos que a veces el alma hospeda en el corazón. Prepara tu corazón, saca lo innecesario de tu corazón, saca lo innecesario de tu casa para que llegue la verdadera alegría a ti.
«Y mirando la imagen de nuestra Madre esperando al bendito, la llena de gracia espera al bendito, entendemos un poco esto de la abundancia, del decir bien, del “ben-decir”. Entendemos esto del don, el don de Dios se nos presentó en la abundancia de su Hijo por naturaleza, en la abundancia de su Madre por gracia. El don de Dios se nos presentó como una bendición, en el bendito por naturaleza y en la bendita por gracia. Este es el regalo que Dios nos presenta y que ha querido continuamente subrayarlo, volver a despertarlo a lo largo de la revelación». (S.S. Francisco, Homilía del 12 de diciembre de 2020).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
¿Qué hay en tu corazón que no permite a Jesús entrar? Trabajos, apegos, ropa, viajes, comodidad, dinero, compras de más. Saca todo eso de tu corazón para darle aire y espacio a Jesús.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.