Iván A. Virgen, LC
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Sitúa mi corazón en las cosas del cielo. Dame una visión sobrenatural, Señor, para vivir de manera plena, invirtiendo en las cosas que valen la pena de verdad.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Lucas 12, 32-48
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “No temas, pequeño rebaño, porque vuestro Padre ha tenido a bien daros el reino. Vended vuestros bienes y dad limosna; haceos talegas que no se echen a perder, y un tesoro inagotable en el cielo, adonde no se acercan los ladrones ni roe la polilla. Porque donde está vuestro tesoro allí estará también vuestro corazón. Tened ceñida la cintura y encendidas las lámparas. Vosotros estad como los que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame. Dichosos los criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela; os aseguro que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y los irá sirviendo. Y, si llega entrada la noche o de madrugada y los encuentra así, dichosos ellos. Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, no le dejaría abrir un boquete. Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre”. Pedro le preguntó: “Señor, ¿has dicho esa parábola por nosotros o por todos?”. El Señor le respondió: “¿Quién es el administrador fiel y solícito a quien el amo ha puesto al frente de su servidumbre para que les reparta la ración a sus horas? Dichoso el criado a quien su amo, al llegar, lo encuentre portándose así. Os aseguro que lo pondrá al frente de todos sus bienes. Pero si el empleado piensa: ‘Mi amo tarda en llegar’, y empieza a pegarles a los mozos y a las muchachas, a comer y beber y emborracharse, llegará el amo de ese criado el día y a la hora que menos lo espera y lo despedirá, condenándolo a la pena de los que no son fieles. El criado que sabe lo que su amo quiere y no está dispuesto a ponerlo por obra recibirá muchos azotes; el que no lo sabe, pero hace algo digno de castigo, recibirá pocos. Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá; al que mucho se le confió, más se le exigirá”.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Más vale vivir bien pocos años que vivir muchos sin sentido. No sé si te ha pasado que de repente te encuentras con tantas cosas por hacer que desearías que el día tuviera más horas para lograr hacerlo todo. Vivimos dentro de una gama muy grande de actividades que van desde trabajar hasta descansar y en medio se encuentran espacios para hobbies, iniciativas, vida social, etc. Hay tantas cosas por hacer, pero si te preguntas qué cosas son las esenciales, este Evangelio te será de mucha ayuda. La imagen que Jesús utiliza para ilustrar esta verdad es la de un tesoro que no se corrompe, el cual no puede ser robado por los hombres ni consumido por la polilla. Es un tesoro en el cielo. Una vida bien vivida es una en la que se sabe invertir en ese tipo de acciones que trascienden el tiempo y el espacio.
El tiempo es el don más precioso que tienes. El dinero se puede ganar y perder, pero aquello que no se recupera son los minutos que se han ido. Por eso, invierte de la mejor manera este don. Ahora bien, puedes preguntarte: ¿Cómo se hace una inversión de este género? Leyendo el pasaje de hoy hay dos pistas, la primera es muy clara, dice que se dé limosna, básicamente hace referencia a vivir la caridad con el necesitado. Esta caridad no es solamente material, a veces escuchar a alguien es mucho más valioso que dar sumas cuantiosas. La otra recomendación, no es tan explícita pues Jesús cuenta una parábola para ilustrarla. Esta es la parábola del empleado que se encarga de administrar los bienes del amo mientras este no está. Lo que podemos aprender de esto es la actitud vigilante para aprovechar lo que hacemos. Muchas veces la falta de esta actitud de vigilancia nos ha hecho perder horas en redes sociales o tiempo invertido en discusiones inútiles. La actitud de la vigilancia es una invitación a vivir la vida plenamente, hacer lo que te toca de manera excelente. Es aprender a ver la mano de Dios en las actividades del día a día.
«La riqueza puede empujar a la gente a construir muros, crear divisiones y discriminación. Jesús, por el contrario, invita a sus discípulos a invertir el curso: “Hacer amigos con las riquezas”. Es una invitación a saber transformar bienes y riquezas en relaciones, porque las personas valen más que las cosas y cuentan más que las riquezas que poseen. En la vida, en efecto, no son los que tienen tantas riquezas los que dan fruto, sino los que crean y mantienen vivos tantos lazos, tantas relaciones, tantas amistades a través de las diferentes “riquezas”, es decir, de los diferentes dones con los que Dios los ha dotado». (S.S. Francisco, Ángelus del 22 de septiembre del 2022).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy voy a platicar con alguien del trabajo o de la casa en vez de dediacar tiempo a revisar las redes sociales.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.