En el tercer día de la Convención General ordinaria del Regnum Christi los delegados iniciaron con las mesas de trabajo para revisar las aportaciones de los diversos temas que fueron elegidos en el primer día.
Después se tuvo una sesión para revisar el reglamento de la Convención General del 2030.
A medio día se tuvo la celebración eucarística presidida por el cardenal Gianfranco Ghirlanda, quien acompañó al Regnum Christi en el camino de renovación para la aprobación pontificia de las constituciones de la sociedad de vida apostólica Consagradas del Regnum Christi y la sociedad de vida apostólica Laicos Consagrados del Regnum Christi, así como para la aprobación de los estatutos de la Federación Regnum Christi.
Durante la homilía comentó: «Estoy muy contento de presidir esta Eucaristía con ustedes, porque estamos en un momento de actuación de un camino largo que hemos recorrido juntos hace años». Ofreció reflexiones encaminadas al discernimiento: «frente a los problemas concretos de la vida, se ponen ante Cristo para discutir juntos; discernir, ser dóciles al Espíritu para encontrar cuál es la voluntad de Dios. Eso es la dirección de lo que actualmente el Papa Francisco quiere para toda la Iglesia; vivir esta dimensión sinodal en la cual, cada uno, con propia responsabilidad, participa en el discernimiento y en la construcción de una decisión que significa docilidad al Espíritu».
Después habló sobre el cansancio y las dificultades que se pueden presentar en el camino: «Muchas veces el camino puede ser cansado, puede ser difícil, pero una deliberación compartida tiene la garantía de corresponder a lo que el Espíritu quiere. Y por eso, puede ser mejor recibida y también observada, y puesta en práctica. Pero, todo eso es posible, como nos sugiere el Evangelio, sólo si cada uno está profundamente unido a Cristo. Porque sólo si estamos unidos a Cristo, de nuestra acción vienen frutos. Esto es lo que Jesús nos dice en el Evangelio que hemos leído. Solo si estamos unidos a Cristo, como los sarmientos están a la vid, podemos producir frutos. Separados de Cristo, no damos frutos y somos inútiles».
Concluyó invitando a los delegados a ser dóciles al Espíritu Santo «Y por eso, si efectivamente conservan ustedes esta docilidad al Espíritu, de esta manera darán gloria a Dios, porque adelantarán el trabajo que tienen que hacer para cumplir la misión que Dios ha dado al Regnum Christi».
Al finalizar la misa, el cardenal Gianfranco Ghirlanda compartió la comida con los 120 delegados que forman la Convención General ordinaria del Regnum Christi. Félix Gómez Rueda, director general de los Laicos Consagrados y miembro del Colegio Directivo General, agradeció al cardenal por su cercanía durante estos años. Asimismo, le pidió que continuara acompañando al Regnum Christi en este camino gradual que se está recorriendo.
Por la tarde se tuvieron dos sesiones plenarias en donde los equipos pudieron presentar el trabajo en grupos que realizaron el día de ayer.
Saludo del Papa Francisco
Los delegados recibieron la noticia de que en la audiencia general de esta mañana, el Papa Francisco envió un saludo al Regnum Christi y a los 20 neosacerdotes legionarios de Cristo que se ordenaron el sábado 27 de abril:
«Saludo a los peregrinos de lengua española, en particular a la Federación Regnum Christi, a los legionarios de Cristo que han recibido en estos días la ordenación sacerdotal y a sus familiares, así como a los formadores y alumnos de los diferentes centros de estudio. Que el Señor, por intercesión de San José Obrero, Padre en la obediencia, nos aumente el don de la fe y nos permita abrir la mente a su misterio divino. Que Jesús nos bendiga y la Virgen Santa los cuide».
Algunos delegados comentan:
«No tengamos miedo de lanzarnos al mundo porque Él está con nosotros y realmente nos necesita. Tenemos que corresponder a ese llamado único, con la vocación tan bonita del ser laico, de la mano de nuestros compañeros de camino, como son las otras ramas de la Federación» (Paloma Domínguez, del territorio de España).
«Es un regalo para compartir en familia, es un espacio muy rico el poder sentarnos en una misma mesa a conversar sobre nuestro apostolado y lo que viene, con padres, consagrados, consagradas y laicos de todo el mundo. Es muy lindo ver que aunque son culturas muy distintas el carisma sigue siendo el mismo» (Álvaro Carranque, del territorio de Colombia-Venezuela).
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