La exhortación apostólica Dilexi te del Papa León XIV retoma y prolonga el pulso pastoral de su predecesor para colocar a los pobres en el corazón de la vida cristiana. ¿Cómo se divide el documento? Consta de una introducción (nn. 1–3) y cinco capítulos (nn. 4–121) que van de la clave bíblica y teológica del amor preferencial de Dios por los pobres, a su concreción histórica, pastoral y social. A continuación, 15 preguntas y respuestas que recogen algunos de los temas más destacados del documento.
1. ¿En qué consiste la «opción preferencial por los pobres» y por qué no excluye a nadie?
Es la inclinación activa del amor de Dios hacia los débiles y oprimidos, manifestada en la encarnación y asumida por la Iglesia como criterio de fidelidad al Evangelio; no excluye, subraya el primer destinatario del cuidado de Dios y de la misión eclesial (nn. 16–17).
2. ¿Por qué el amor a Cristo es inseparable del amor a los pobres?
Porque Jesús se identifica con ellos («lo hicieron conmigo») y su promesa de estar siempre con la Iglesia se hace tangible en su presencia entre los pobres; el encuentro con ellos es lugar de revelación, no mera filantropía (nn. 2; 5; cf. Mt 25; Mt 26,11; Mt 28,20).
3. ¿Qué enseña la escena de la mujer que unge a Jesús sobre la caridad?
Que ningún gesto de amor, por pequeño que sea, pasa inadvertido ante Dios; Jesús defiende el «derroche» de amor como acto profético y memoria permanente, confirmando la dignidad de la compasión concreta (n. 4).
4. ¿Cómo define el documento la pobreza en su complejidad?
Como un fenómeno con múltiples rostros: falta de sustento, exclusión social, vulnerabilidad moral y espiritual, pobreza cultural y de derechos, debilidad personal o social; todas las realidades que niegan la dignidad humana (nn. 9–12).
5. ¿Qué crítica hace Dilexi te a la cultura contemporánea?
Denuncia la «burbuja» del éxito y la acumulación que aísla a élites, banaliza tragedias y legitima la indiferencia; pide sustituir la lógica del tener por la fraternidad y la solidaridad (nn. 11–12).
6. ¿Cómo aborda la Exhortación Apostólica la situación de las mujeres en pobreza?
Indica que sufren exclusión, maltrato y menores posibilidades de defender sus derechos; denuncia la incoherencia entre discursos igualitarios y decisiones reales, y destaca su heroísmo en el cuidado de la fragilidad familiar (n. 12).
7. ¿Cuál es el fundamento bíblico de la opción por los pobres?
Dios escucha el clamor del oprimido (Ex 3), denuncia con los profetas la injusticia contra los débiles, proclama las Bienaventuranzas y fija en el Evangelio de Mateo 25 el «protocolo» del juicio final; todo el camino de la redención lleva la huella de los pobres (nn. 8; 17; 21; 28).
8. ¿Cómo muestra el Evangelio la pobreza de Jesús y qué implica para sus seguidores?
Jesús nace en humildad, huye como refugiado, trabaja como artesano sin tierras, vive itinerante «sin dónde reclinar la cabeza» y muere fuera de la ciudad; su estilo expresa confianza absoluta en el Padre e invita a sus seguidores al desprendimiento fecundo (nn. 19–21).
9. ¿Qué exige Dilexi te a la Iglesia para ser realmente «de Cristo»?
Ser Iglesia de las Bienaventuranzas: humilde y solidaria, con lugar privilegiado para los pobres, organizando la diakonía (el servicio) y honrando a Cristo en ellos antes que en la magnificencia ritual (nn. 21; 35–38; 41–42).
10. ¿Cómo entiende el documento la relación entre caridad y estructuras?
La caridad es fuerza histórica que exige atacar causas estructurales: denuncia la «economía que mata», la tiranía de la especulación y la alienación que normaliza la indiferencia; reclama políticas eficaces con equidad (nn. 90–98).
11. ¿Qué significa considerar a los pobres como sujetos y no como objetos de asistencia?
Reconocer su «inteligencia específica», su capacidad de crear cultura y evangelizar; la Iglesia debe escuchar su modo popular de creer y acompañar desde una cercanía real que haga amigos y sostenga procesos de liberación de lo que les niega su dignidad (nn. 99–102; 82–83).
12. ¿Qué lugar ocupan la atención espiritual y material en la opción por los pobres?
Son inseparables, pero el texto subraya que la «peor discriminación» es la carencia de cuidado religioso; la opción preferencial pide una atención espiritual prioritaria junto con la promoción integral (n. 114).
13. ¿Qué propone Dilexi te sobre empleo digno y limosna?
Prioriza promover trabajo digno que despliegue capacidades y participación; mientras no exista, la limosna sigue siendo necesaria como encuentro que mira, toca y comparte, sin sustituir la justicia ni las políticas debidas (nn. 115–119).
14. ¿Qué pesa más a la hora de evaluar nuestra fe?
Vivir Mateo 25 «sin excusas»: dar de comer, de beber, hospedar, vestir, visitar; y obedecer el imperativo del buen samaritano — «Ve y haz tú lo mismo» — como mandato cotidiano contra la indiferencia (nn. 28; 105–107).
15. ¿Cómo muestra la tradición viva de la Iglesia esta opción preferencial?
Desde Esteban y Lorenzo hasta Crisóstomo, Ambrosio y Agustín; desde Basilio y Benito a órdenes hospitalarias; de franciscanos y dominicos a educadores (Calasanz, La Salle) y testigos como Teresa de Calcuta: cuando la Iglesia se inclina hacia los pobres, su voz vuelve a sonar creíble en la plaza pública (nn. 37–41; 43–52; 53–72; 76–79).
No te pierdas la lectura de este documento: la primera exhortación apostólica del Papa León XIV, un llamado directo y luminoso a volver al corazón del Evangelio amando — con gestos concretos — a los pobres.
Crédito de la imagen de portada: Regnum Christi Internacional.
