¿Qué entendemos por sanación? No siempre implica una cura total ni la desaparición del dolor ni de una herida profunda. A veces se trata de acompañar, de escuchar con respeto, de sostener a alguien en medio de su lucha interior. ¿Y si ese gesto fuera también un llamado, una forma concreta de responder al sufrimiento del otro desde la fe, el conocimiento y la compasión? Divine Mercy University, de la Red Internacional de Universidades Regnum Christi, lleva 25 años formando profesionales que han hecho de esa tarea una vocación profundamente humana y espiritual.
Con 141 nuevos graduados, Divine Mercy University celebró su ceremonia de graduación el pasado 9 de mayo de 2025 en la iglesia St. John Neumann, en Reston, Virginia. En un ambiente de gratitud y solemnidad, el Obispo de la diócesis de Arlington, Mons. Michael F. Burbidge, presidió la misa y animó a los nuevos profesionales a ser «mensajeros de esperanza».
Recordando las palabras del Papa Francisco al inaugurar el Año Santo: «con Jesús, la alegría florece; con Él, la vida cambia para bien, y la esperanza no defrauda», Mons. Micahel Burbidge invitó a los egresados a encarnar esa esperanza en cada encuentro terapéutico. «Sean instrumentos del Espíritu Santo — dijo —, transformando mentes, corazones y almas a través de la paciencia, la compasión y el amor».
El evento marcó no solo la culminación de años de estudio, sino también el inicio de una misión profundamente humana: acompañar el dolor ajeno y participar en el acto sagrado de sanar.

Vocación, ciencia y alegría duradera
El orador principal de la ceremonia, el Dr. Arthur Brooks, recibió un Doctorado Honoris Causa en Humanidades. Profesor de Harvard y autor reconocido mundialmente por su trabajo sobre la felicidad humana, el Dr. Arthur ofreció a los graduados una fórmula sencilla pero desafiante para alcanzar la verdadera alegría: hacer visible la fe en el trabajo cotidiano.
«Estamos llamados a santificar nuestro trabajo — afirmó el Dr. Arthur Brooks —. Hagan pública su fe, háganla natural, háganla magnética. Así comenzarán un camino de amor, excelencia y verdad». Sus palabras hicieron eco de la misión integral de Divine Mercy University: formar profesionales que sanen no solo con ciencia, sino con humanidad y trascendencia.
La universidad también entregó el premio distinguido para egresados a la Madre Mary Concepta Yates, S.V., Superiora General de Sisters of Life, una comunidad religiosa dedicada a la defensa de la dignidad de la vida humana. Graduada del programa de Psicología Clínica en 2015, la religiosa expresó con claridad la esencia de su misión:
«Es un honor, un don, y también una pena escuchar historias de dolor. Pero es un milagro permitir al Señor trabajar en esa restauración. Han sido llamados a una obra sagrada de transformación».

Honrando un legado, construyendo el futuro
Durante la ceremonia también se reconoció la trayectoria de quienes sembraron las bases de este proyecto educativo. Se otorgaron premios a la trayectoria a la Dra. Gladys Sweeney y al Dr. William Nordling, pioneros en la fundación del Instituto de Ciencias Psicológicas (IPS), origen de la actual universidad. También fue homenajeado el Obispo Emérito Paul S. Loverde, por su compromiso incansable con la educación católica, la vida consagrada y la salud mental.
Para honrar su legado, Divine Mercy University anunció la creación de un fondo de becas que llevará su nombre. Este programa apoyará a sacerdotes y religiosos que se formen en la universidad, con el compromiso de servir posteriormente en sus diócesis o en la diócesis de Arlington.
A lo largo de sus 25 años, la universidad ha dejado una huella en el ámbito de la sanación profesional con fundamento espiritual. Desde su fundación como el Institute for the Psychological Sciences, hasta su consolidación como Divine Mercy University, la institución ha cultivado una comunidad académica en la que ciencia, ética y fe caminan de la mano.

Formación con excelencia y espíritu
Divine Mercy University ofrece programas de posgrado en Psicología Clínica, Educación y Supervisión en Consejería, Consejería de Salud Mental, Psicología, y Dirección Espiritual. Todos sus programas están acreditados por las entidades correspondientes, incluyendo la Asociación Americana de Psicología y el Consejo para la Acreditación de Programas de Consejería y Educación Relacionada.
En cada aula, detrás de cada tesis, y en cada sesión de prácticas clínicas, se busca formar algo más que conocimiento: se forma el corazón del sanador. Y ese corazón, cuando está bien formado, transforma al mundo desde el interior de cada persona.
Actualmente, la universidad cuenta con el apoyo pastoral de cinco legionarios de Cristo, los padres Charles Sikorsky (rector), Robert Presutti, John Pietropaoli, Walter Schu y Lino Otero; los laicos consagrados, Antonio Maza, Fernando Suarez y Anthony MacDonnell, y las consagradas Luly Fernández, Laura Mayers y Jennifer Ristine.
Con información de “25 Years of Excellence in Catholic Mental Health at Divine Mercy University”


