Regnum Christi Internacional

Ambientes seguros: una cultura de cuidado que nace del Evagelio

Los participantes coincidieron en que la labor de Ambientes Seguros exige enfrentar con claridad todo aquello que pueda poner en riesgo la confianza y la dignidad de las personas.
Ambientes seguros: una cultura de cuidado que nace del Evagelio

Del 15 al 19 de septiembre, equipos del Regnum Christi —Legionarios, Consagradas, Laicos Consagrados y laicos que colaboran en diferentes obras y apostolados— se reunieron en Atlanta para trabajar juntos en el área de Ambientes Seguros. El objetivo no fue solo revisar protocolos, sino profundizar en una cultura de cuidado que nace del Evangelio y que quiere asegurar la dignidad de cada persona en nuestras comunidades.

Ambientes seguros: una cultura de cuidado que nace del Evagelio
Uno de los objetivos de estos días, fue profundizar en una cultura de cuidado que nace del Evangelio. (Crédito de la imagen: Regnum Christi Internacional).

«El encuentro nos anima al ver que vamos más allá de redactar protocolos —explicó Elena Bartolomé—. Juntos estamos generando una cultura del buen trato, de la prudencia y del cuidado. Falta camino por recorrer, pero estos días nos confirman que la prevención puede vivirse día a día en nuestras comunidades, en nuestras obras apostólicas y en cada lugar donde se desarrolla nuestra misión».

Durante las jornadas se trataron temas como el acompañamiento a las víctimas de abuso, la reflexión sobre abuso de poder y de conciencia, aspectos de derecho canónico y el uso de nuevas herramientas como la inteligencia artificial aplicada a la prevención.

Un aspecto central fue la escucha: reconocer, ante todo, a las víctimas de abuso, que necesitan apoyo integral y caminos reales de reparación. Junto a ellas, también hay otras voces que esperan respuestas claras y gestos concretos: las familias que requieren garantías de seguridad, los sacerdotes que buscan apoyo y formación para ejercer su ministerio con libertad y responsabilidad, las consagradas y los laicos consagrados que desean ser acompañados en su misión apostólica, y una sociedad que pide transparencia. En este marco, se reiteró que el compromiso del Regnum Christi es trabajar para prevenir y atender con seriedad cada denuncia, garantizando procesos justos para todos los afectados.

Ambientes seguros: una cultura de cuidado que nace del Evagelio
Ofrecer a las familias la garantía de participar en un entorno donde se privilegia el bienestar y cuidado de las personas siguiendo estándares y protocolos establecidos. (Crédito de la imagen: Regnum Christi Internacional)

«Creo que el hecho de que el equipo esté capacitándose y preocupándose de manera activa en cuidar a los miembros y fieles con quienes tenemos contacto —añadió Josefina Cañas— hace que como familia nos sintamos acompañados, escuchados y que incluso aprendamos a cuidarnos y cuidar a nuestras propias familias».

«Debemos hablar de acciones institucionales de ambientes seguros con un enfoque preventivo, más que reactivo —subrayó Alfredo Navarrete—. Estas acciones fomentan un ambiente seguro para la realización de nuestras actividades, ofreciendo a las familias la garantía de participar en un entorno donde se privilegia el bienestar y cuidado de las personas siguiendo estándares y protocolos establecidos. En este sentido, resulta importante comunicar de manera adecuada las acciones institucionales que se emprenden para crear espacios donde se viva la sana convivencia en todas nuestras obras educativas y apostólicas».

El encuentro recordó que la prevención comienza por la protección de los más vulnerables y se amplía hacia un cuidado integral: que los miembros encuentren apoyo para evitar riesgos y que las comunidades vivan relaciones sanas. En este marco, se subrayó la importancia de que todo proceso se realice con justicia y transparencia, recordando que la credibilidad se construye no solo en la verdad, sino también en la coherencia entre lo que se comunica y lo que se hace, en la constancia de los esfuerzos y en la profesionalidad con la que se aplican los estándares de cuidado y atención.

Ambientes seguros: una cultura de cuidado que nace del Evagelio
Durante estos días se reforzó la convicción de que la credibilidad se construye no solo en la verdad, sino también en la coherencia entre lo que se comunica y lo que se hace. (Crédito de la imagen: Regnum Christi Internacional)

«El mayor reto para que una cultura de ambientes seguros sea realmente sólida no está en diseñar normas, sino en lograr que se viva como una convicción compartida por todos los miembros de la comunidad —afirmó Catalina Gallego—. Esto exige realmente poner a las víctimas en el centro, garantizando siempre su escucha, atención y acompañamiento. Supone también construir confianza, de modo que cada persona perciba coherencia entre lo que se anuncia y lo que se practica, y que sienta que está en un entorno donde puede expresarse, ser protegido y crecer con libertad. Una cultura fuerte se nutre de la formación continua y de la escucha permanente, pero sobre todo de la certeza de que ambientes seguros no son un requisito externo, sino parte esencial de la misión: cuidar la dignidad y el bienestar de cada persona como expresión concreta de fidelidad al Evangelio».

Ambientes seguros: una cultura de cuidado que nace del Evagelio
Una cultura fuerte se nutre de la formación continua y de la escucha permanente. (Crédito de la imagen: Regnum Christi Internacional)

«Estamos luchando para que nuestros ambientes sean cada vez más evangelizadores —reflexionó el P. Xavier Castro, LC— apostando por espacios más constructivos, más llenos de amor auténtico. En el fondo, se trata de crear ambientes auténticamente cristianos, donde se protege y se busca el bien integral de las personas».

Los participantes coincidieron en que la labor de Ambientes Seguros exige enfrentar con claridad todo aquello que pueda poner en riesgo la confianza y la dignidad de las personas. Pero el esfuerzo no termina allí: también significa promover comunidades que respiren el Evangelio, caracterizadas por el respeto, la alegría y el cariño sincero.

«El mayor reto que tenemos es la comunión —señaló Jaime Pérez—: sentir lo que sienten los demás para poder protegerlos, ayudarlos y prevenir. Todo esto se resume en un espíritu de caridad, estar unidos a Jesucristo con sus mismos sentimientos, con su mismo deseo de salvación. Solo así se puede trabajar con eficacia profesional y al mismo tiempo con un corazón pastoral, porque todos formamos un solo cuerpo de Cristo, que es el que estamos protegiendo y defendiendo».

Ambientes seguros: una cultura de cuidado que nace del Evagelio
Los participantes coincidieron en que la labor de Ambientes Seguros exige enfrentar con claridad todo aquello que pueda poner en riesgo la confianza y la dignidad de las personas. (Crédito de la imagen: Regnum Christi Internacional)

La imagen que quedó fue la de una sinfonía: Dios mismo es quien toca la música de su amor, y cada miembro está llamado a ser una nota viva de esa armonía. Solo así, lo que se trabaja en protocolos y procesos se convierte en un testimonio que toca los corazones y abre caminos de confianza renovada.

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