¿Qué tienen en común los santos? Que su meta es llegar al cielo. 2 nuevos santos para la Iglesia Católica con 1 misma meta. «Hacia lo alto» y «la Eucaristía como autopista al cielo» son los lemas de estos jóvenes: San Pier Giorgio Frassati y San Carlo Acutis.
Gente proveniente de todos los países del mundo se reunieron para celebrar un hecho histórico y único para la Iglesia: la canonización de dos nuevos santos. Más de 80.000 personas vivieron la santa misa en San Pedro, plaza que ya estaba abarrotada incluso antes de comenzar la celebración. Mónica Alvarado, laica del Regnum Christi de México, se expresaba así la hora previa a la canonización: «Esto es algo de ensueño, espero que sea un momento de encuentro no sólo con el Señor, sino de Iglesia. Traigo intenciones de muchas personas para el día de hoy, confiando en Per Giorgio y Carlo».
Así mostramos este momento en las redes sociales del Regnum Christi:
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Minutos antes de la misa, el Papa León XIV quiso tener un gesto de bienvenida con las decenas de miles de personas que se encontraban allí:
«Quería saludaros y deciros unas palabras a todos vosotros porque, si bien la celebración es muy solemne, también es un día de gran alegría. Y quería saludar, sobre todo, a tantos jóvenes que han venido para esta Santa Misa. Es una verdadera bendición del Señor: estar juntos, ustedes que han venido de diferentes países. Es un verdadero don de fe que queremos compartir».
Comenzó el acto con la procesión de los cardenales para unirse a la celebración con el Santo Padre. A continuación, el Card. Marcello Semeraro, Prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, el encargado de gestionar los procedimientos de beatificación y canonización de los fieles, comenzó a leer una breve biografía de ambos jóvenes:
Pier Giorgio nació en Turín en 1901 y murió el 4 de julio de 1925. Empezó a recibir la comunión cada día. Se adhirió a numerosas asociaciones católicas de su tiempo. Dedicaba parte de su tiempo a la oración y a la adoración de la Eucaristía. Ejercitó una caridad silenciosa ayudando a todos los pobres que encontraba. Se privaba de todo para socorrer a aquellos que tenían necesidad. Amaba la montaña y contemplar la grandeza del creador. Falleció de una poliomielitis. Su fama de santidad estuvo presente en su funeral.
Carlo nació en Londres el 3 de mayo de 1991, y después de trasladó a Milán. Desde que recibió la primera Comunión a los 7 años nunca faltó a la santa misa. Decía que la Eucaristía era su autopista al cielo. Utilizó la informática para difundir su fe, creando un sitio web para catalogar milagros eucarísticos y apariciones marianas. Falleció en 2006 a los 15 años por una leucemia.
En nuestras redes sociales puedes encontrar las frases más relevantes de ambos santos.
Y llegó el momento en el que el León XIV pronunció la fórmula que canoniza Per Giorgio y Carlo como santos:
«En honor a la Santísima Trinidad, para exaltación de la fe católica y crecimiento de la vida cristiana, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo y la Nuestra, después de haber reflexionado largamente, invocando muchas veces la ayuda divina y oído el parecer de numerosos hermanos en el episcopado, declaramos y definimos Santos a los Beatos Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis y los inscribimos en el Catálogo de los Santos, y establecemos que en toda la Iglesia sean devotamente honrados entre los Santos. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo».
El Papa aprovechó en la homilía para que todos imitemos la vida de estos santos:
«Ambos, Pier Giorgio y Carlo, cultivaron el amor a Dios y a los hermanos a través de medios sencillos, al alcance de todos: la santa misa diaria, la oración, y especialmente la adoración eucarística. Nos animan con sus palabras: “No yo, sino Dios”, decía Carlo. Y Pier Giorgio: “Si tienes a Dios como centro de todas tus acciones, entonces llegarás hasta el final”. Esta es la fórmula, sencilla pero segura, de su santidad».
Así vivimos los momentos más significantes de la canonización:
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Varios miembros del Regnum Christi estuvieron presentes en este hecho histórico. Para Matteo Gigliarelli, laico del Regnum Christi de Italia, fue un momento «muy fuerte en el que pudo tocar con mano la dimensión comunitaria de la Iglesia: cientos de miles de personas han elegido vivir juntas la proclamación de estos dos grandes santos». «Pier Giorgio y Carlo son dos santos que me ayudan a vivir mi fe cotidiana: su relación con Dios, tan verdadera y genuina, y al mismo tiempo tan simple y sin máscaras, es un testimonio de como Dios hace grandes cosas en ellos que lo aman», comentó.
Ana Isidora, laica del Regnum Christi de España, se siente una afortunada por poder presenciar ese momento en la Plaza de San Pedro junto a miles de personas de diferentes realidades de la Iglesia. Especialmente, lo que más le ha tocado el corazón es la llamada «a no conformarse y a buscar la santidad». «Que ellos, habiendo muerto tan jóvenes y con unas vidas tan comunes sean santos, me ayuda a reafirmar que la santidad es para todos y que todos estamos llamados a ella», concluye.
La caridad que tuvieron estos jóvenes en todo momento ha sido una de sus grandes virtudes para llegar a la santidad. Así lo resalta Renee Pomarico, consagrada del Regnum Christi: «promovieron la devoción a la Eucaristía, y Pier Giorgio ayudaba a los más pobres y necesitados». El P. Felipe Quezada, L.C., mantiene que fue «muy fuerte experimentar que la santidad está al alcance de todos, que todos estamos llamados a disfrutar de su amistad».
San Pier Giorgio y San Carlo enseñan a mirar a lo alto, al cielo, nuestra verdadera meta. Hagamos presente el Reino de Cristo, el cielo, aquí en la tierra, siguiendo el ejemplo de ambos santos y el carisma del Regnum Christi.
Foto de portada: @Pontifex
