Divine Mercy University (DMU), ubicada en el estado de Virginia, en Estados Unidos, es una universidad católica que se especializa en psicología y psicoterapia. Fundada en 1999, la universidad se dedica al estudio científico de la psicología basada en una visión integral de la persona humana desde una perspectiva católica. Su rector, el P. Charles Sikorsky L.C., relata en esta entrevista lo esperanzador que es educar a futuros profesionales de la salud en un mundo que parece no darle importancia a la dimensión espiritual de la persona.
En agosto de 2025, el P. Charles Sikorsky, L.C. conmemora 19 años al frente de Divine Mercy University (DMU). Aunque inicialmente su interés se centraba en el deporte y consideró seriamente la posibilidad de convertirse en entrenador, optó por formarse en Economía y Derecho con el objetivo de algún día poder sustentar a una familia. Sin embargo, la vida tenía otros planes, pues Dios lo llamó a dedicar su vida al sacerdocio.
«Conocí al Regnum Christi unos meses antes de unirme a los Legionarios de Cristo. Lo que realmente me atrajo fue la posibilidad de participar en diferentes actividades organizadas por el Regnum Christi, lo que me llevó a identificar la importancia de contar con líderes cristianos en la sociedad. Descubrí que eso es el Regnum Christi: formar apóstoles comprometidos con la transformación de la sociedad, es decir, salir allá afuera y cambiar el mundo.
Tiempo atrás había presenciado algo similar en los deportes y en la facultad de derecho: gente ambiciosa y con habilidades de liderazgo que no necesariamente compartían los mismos valores que yo. Esto me hizo notar la importancia de contar con personas preparadas que también tengan una educación ética y moral. A través del carisma del Regnum Christi, comprendí la necesidad de desarrollar nuestros talentos para contar con una formación integral, pues es así como realmente contribuimos de manera positiva a la sociedad y a la construcción del Reino de Cristo en la Tierra.

Después de completar mi formación sacerdotal, fui asignado a la universidad. Recuerdo pensar que yo quería desempeñarme en actividades pastorales o dirigir una parroquia, pero después entendí que formar parte de DMU implicaba contribuir a la educación integral de las nuevas generaciones, lo cual el mundo necesita desesperadamente. A través de una educación católica, multiplicamos esfuerzos para proporcionar a los jóvenes las herramientas que les serán útiles en su futuro profesional», comenta el P. Charles.
Estar frente a una universidad privada conlleva diversas responsabilidades, como la recaudación de fondos, la contratación de personal docente que esté alineado con la misión institucional y la supervisión de la administración institucional. No obstante, la parte que el P. Charles hace con más entusiasmo es establecer relaciones con las personas, ya sean estudiantes o del equipo académico. Durante las entrevistas que le toca realizar, señala que además de evaluar competencias técnicas, presta especial atención a conocer las motivaciones de quienes desean integrarse a la universidad y dedicarse a enseñar.
«Así es como te encuentras con personas maravillosas que han hecho grandes cosas y han tenido vidas fascinantes. Conocer lo que los motiva me ha permitido identificar valores compartidos, relacionados con el evangelio, la Iglesia y la cultura de integración de la fe. Definitivamente lo mejor de este trabajo es la gente que conoces y las relaciones que construyes a través del tiempo», dice.
La visión católica de la persona en la psicología
A lo largo de los años, el crecimiento de Divine Mercy University ha sido extraordinaria. Desde su fundación, DMU ha sumado distintas carreras y certificados como psicología, psicología clínica, terapia y, la más reciente, dirección espiritual. Se trata de que los alumnos tengan las herramientas necesarias para afrontar los desafíos del futuro.

En sus años como rector, el P. Charles ha detectado una tendencia social, la de separar el cuerpo, la mente y el alma como entidades completamente independientes. Para abordar esta problemática, Divine Mercy University imparte cursos que presentan la visión católica de la persona, fundamentada en la teología, la filosofía, la ciencia y la psicología respecto a la naturaleza humana. La institución ofrece asignaturas dedicadas específicamente a estos temas, que además se integran como ejes centrales en todos sus programas académicos.
«Pienso que, en general, las ciencias sociales y la psicología se han utilizado como una forma de reemplazar a Dios. Pero cuando hablamos de salud mental, terapia o psicología, estamos hablando de la persona y su naturaleza, la cual Dios creó. Y, ¿qué es una persona? ¿Qué la hace feliz? Pero, sobre todo, ¿qué hace que una persona sea eternamente feliz? Para responder esa pregunta debemos incluir no solo el valor biológico, mental o psicológico, sino también espiritual, porque todas esas cosas están integradas en la persona humana. Se pueden distinguir los diferentes aspectos, pero realmente no se pueden separar».
La incorporación de las clases de Filosofía y las de carácter católico proporcionan a los estudiantes un valor que va más allá de lo académico: «Como formadores, intentamos hacer de la psicología lo que esta ciencia debe ser, considerando siempre la naturaleza humana. Reconocemos que la Iglesia es imperfecta, pero debemos aceptar que tiene dos mil años de experiencia en el trabajo con las personas, lo que la convierte en una institución dotada de sabiduría y conocimientos valiosos que impartir.
Más que profesionistas, una esperanza para el futuro
Ante el panorama retador al que se enfrentan los jóvenes, Divine Mercy University ofrece acompañamiento a sus alumnos para elaborar un plan de vida integral. Entre su personal, la institución cuenta con personas religiosas como sacerdotes, consagradas y laicos consagrados que se dedican a promover la dirección espiritual.

Si bien es cierto que uno de los mayores retos a los que se enfrenta la universidad es la influencia cultural que busca persuadir a las personas de que Dios no existe o carece de relevancia, los alumnos pueden solidificar su fe a través del programa de la dirección espiritual: «Se trata de abordar qué es una vida plena para ellos y cómo pueden perseguirla. Eso es algo que se desarrolló como parte de nuestro programa de consejería».
Desde luego, el P. Charles mantiene una perspectiva optimista, expresando la confianza que tiene en el potencial de las nuevas generaciones:
«En lo personal, he visto a nuestros egresados mantener sus valores a través del tiempo y hacer cosas maravillosas. Pienso que, como seres humanos, tendemos a complicar demasiado las cosas, y a veces olvidamos que la gente responde bien a las enseñanzas de Dios.
Una de las tendencias que vemos más seguido en DMU es que los jóvenes están buscando más reverencia y tradición en la liturgia porque han crecido en una cultura muy superficial. Las nuevas generaciones están buscando algo que perdure, y cuando se exponen a ello, se sienten atraídos. Creo que esa es la esperanza de la Iglesia, esa es la esperanza del Evangelio».

Transformar vidas desde la práctica profesional
Quienes se gradúan de Divine Mercy University muestran interés en transmitir a otros los valores adquiridos. El P. Charles relata que, en cierta ocasión, una familia que se acercó al catolicismo le agradeció mucho, ya que uno de sus hijos atravesaba una situación grave y solo obtuvo ayuda tras consultar a un egresado de DMU. En otra oportunidad, un padre de familia le comentó que dos de sus hijos tomaron terapia con otro egresado y dicha intervención tuvo un impacto significativo en sus vidas.
«De repente escuchas a personas agradecerte de manera inesperada que resaltan el trabajo realizado por estos profesionistas graduados de DMU. Situaciones como las que compartí, evidencian el impacto positivo que generan la educación y los valores, especialmente desde la perspectiva de madres y padres de familia. El hecho de que estas familias busquen apoyo y encuentren la respuesta en uno de nuestros egresados, refleja ese valor agregado que tanto defendemos. Es realmente hermoso y conmovedor».
En un mundo marcado por conflictos armados, episodios de violencia y una disminución de la confianza social, hemos visto una y otra vez la importancia de establecer vínculos genuinos entre las personas: «Eso es lo que la Iglesia debería ser; eso es lo que todos y cada uno de nosotros deberíamos ser como parte del Cuerpo Místico de Cristo. Todos somos parte de la Iglesia y podemos encontrar esa conexión auténtica a través de Cristo. Los jóvenes deben buscar esa conexión auténtica con Dios y entre nosotros. Es así como podremos ser luz en tiempos oscuros».

El propósito de educar en la fe
El P. Charles Sikorsky, L.C. junto con todo su equipo académico, ha trabajado arduamente por compartir con los estudiantes una forma más integral de abordar la psicología humana. «Cada vez más investigaciones demuestran que la fe y la espiritualidad son sumamente buenas para la salud mental. Eso se cuestionaba años atrás, pero ahora hay suficiente evidencia que lo demuestra. Eso es lo que nos define como universidad. Queremos contar toda la verdad del ser humano, la historia completa y no solo extractos de aquí y allá».
Siendo parte de la Red Internacional de Universidades Regnum Christi, Divine Mercy University comparte la misión evangelizadora y formativa de todas las obras educativas. «A veces pensamos que la universidad nos da estas grandes habilidades para conseguir un trabajo y tener una vida buena, pero DMU es mucho más que eso. Nuestro propósito, unido con el carisma del Regnum Christi, es también formar apóstoles».
La Red Internacional de Universidades Regnum Christi, está presentes en 5 países y está compuesta de 14 campus: 9 en México, 2 en Italia, 1 en Estados Unidos, 1 en Chile, 1 en España y 1 en modalidad en línea.
Crédito de las imágenes: Divine Mercy University.


