Cristina Regueira es venezolana. Fue integrante del ECYD, colaboradora ECYD y del Regnum Christi por dos años. Se asoció al Regnum Christi en el año 2006. Ha sido asistente de su localidad y encargada de apostolados de la sección de jóvenes en Caracas, Venezuela. A su vez, trabaja en el equipo de Vida y Misión de la Dirección General en la pastoral de jóvenes y apostolados internacionales. A nivel del territorio de Colombia-Venezuela, donde pertenece, apoya con el seguimiento de los apostolados y la formación sus formadores.
Cristina, tu vida en el Regnum Christi empezó desde el ECYD, ¿cómo ves el ECYD en tu país? ¿Cuál podría ser el mayor reto que tiene el ECYD en donde estás?
El ECYD, sin duda alguna fue un regalo muy grande en mi vida. Me regaló muchísimas experiencias, grandes amigas y sobre todo mi amistad con Cristo. Luego, el poder trabajar y apoyar en el ECYD durante mucho tiempo también fue un gran regalo porque de alguna forma era poder colaborar con Jesús para que otros pudiesen vivir lo que yo había vivido.
En Caracas, Venezuela, el ECYD se desarrolla principalmente en nuestros colegios y se da de manera muy natural la invitación a ser parte y poder participar de las diferentes actividades.
Creo que uno de los grandes retos que enfrenta el ECYD en Caracas es la falta de personal dedicado al 100% en el trabajo con adolescentes. Esto trae como consecuencia un crecimiento más lento. Sin embargo, es un regalo poder evidenciar cómo los mismos jóvenes han ido asumiendo en primera persona la dinámica del ECYD en mi ciudad.
El Regnum Christi va dando pasos en el tema del liderazgo de los laicos, ¿cómo recibiste la noticia al ser elegida como una de las mujeres laicas en asistir a la Plenaria General del Regnum Christi? ¿Y qué viene a tu mente el saber que se te confió asistir a la Plenaria General?
Durante la Convención General se mencionó frecuentemente el tema del liderazgo. A su vez, el único tema que fue de carácter obligatorio a discernir para todas las convenciones territoriales fue: la identidad del laico.
Sin duda alguna todos tenemos un papel fundamental en la Iglesia y en el Regnum Christi; lo más importante es poder vivir lo que Dios nos pide desde la propia identidad.
Recibir la noticia que sería parte de la Plenaria General fue darme cuenta de que Dios me estaba permitiendo vivir en primera persona muchas cosas que Él ha ido poniendo en mi corazón y participar de este órgano era una especie de respuesta. A su vez, entender que la vocación al Regnum Christi no es un concepto, una idea, actividades o incluso una bonita frase que repetimos, sino es hacer vida ese carisma que Dios nos ha dado en el aquí y ahora.
No siento como si estuvieran «colocando en mí la confianza», más bien ponemos todos la confianza en Jesucristo que nos reúne, nos forma, nos envía… Es Él quien confía en cada uno de nosotros y nosotros, desde nuestra libertad, debemos ir respondiendo a lo que nos va pidiendo. Sin embargo, me siento sumamente agradecida por la misión que se me ha encomendado y pongo mi confianza en Él.
Estamos también en una etapa, como Iglesia, de vivencias en la sinodalidad. ¿Ves un Regnum Christi que vive o puede vivir la sinodalidad?
¡Claro! La sinodalidad se basa en la escucha activa y la participación de todos los miembros, y en el Regnum Christi ya se está dando una cultura de escucha, colaboración y apoyo mutuo.
El proceso local, las convenciones territoriales y la propia Convención General son un ejemplo claro de la vivencia de la sinodalidad en nuestra familia. A su vez, cada vez más se van generando espacios en las secciones, localidades y territorios que buscan vivirse desde la sinodalidad. Sin embargo, pienso que es muy importante aprender a escucharnos, escuchar la voz de Dios y discernir en comunidad nuestra misión.
La Convención General, en su comunicado final, insistió en el tema de la “plenitud vocacional”, ¿cómo crees tú que la pastoral juvenil en el Regnum Christi puede ir dando pasos en este campo?
Sin duda alguna el poder realizar un camino de profundización en la plenitud vocacional será un gran regalo para el Regnum Christi y sus miembros. Comprender la propia vida como vocación facilitará que cada uno de nosotros viva en mayor plenitud el llamado que Dios nos hace.
En la pastoral de jóvenes tenemos un gran reto en este campo. Porque el joven de hoy vive buscando sentido: a su vida, a su futuro, a su presente, a las injusticias, a lo que no logra entender… Ojalá que un joven que busca respuestas logre encontrar en el Regnum Christi los espacios donde se le ayude a descubrir su identidad como hijo de Dios y el llamado que éste le hace.
Si pudieras resumir en un solo mensaje lo que viviste en la Convención General, ¿cuál sería?
¡No es fácil esta pregunta! Pero podría resumirla así:
En la Convención General nos encontramos como un cuerpo único en Cristo, comprometido a vivir nuestra vocación con autenticidad y a trabajar juntos para ser luz en el mundo, apoyándonos mutuamente en nuestra misión.
Fue, sin duda alguna, una experiencia de profunda renovación y el poder reconocer que Dios ha querido este carisma para la Iglesia y que en medio de la turbulencia lo ha sostenido. A su vez, que estamos llamados a formar comunidades de apóstoles con Jesús al centro y siempre, siempre, en salida.
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