Joselyn Castellanos es una joven venezolana que vive en Madrid y ha sido la coordinadora de Juventud Misionera España hasta hace unas semanas. Después de un tiempo de discernimiento, este verano irá a Monterrey, en México, para hacer el curso previo al candidatado de las Consagradas del Regnum Christi para seguir ahondando en lo que Dios quiere para su vida. Antes de marchar, hemos podido hablar con ella, y nos ha contado que “lo importante en este momento es responder a lo que el Señor me pide hoy, y hoy me quiere en el candidatado para discernir con más profundidad”.
¿Qué hechos concretos o signos has vivido para que tomes esta decisión? ¿Por qué en concreto la vida consagrada del Regnum Christi?
Llevo muchos años con esto en el corazón. Unos más presente que otros, algunos viendo que sí me llamaba y otros que no, en medio de mis planes, noviazgo, cambio de país, trabajos, proyectos, etc. Pero lo que sí sé es que sutilmente, y con muchísima libertad, todas las veces que yo he dicho que no me llamaba a esto, Dios no me forzaba a nada. El año pasado antes de tomar la decisión, me impresionó como Dios me lo fue confirmando a través de personas, conversaciones inesperadas, encuentros con personas que no conocía, hasta que conocí a un chico que iba a entrar al seminario y le pregunté: “¿Qué te hizo dar el paso?”. Y él me dijo: “Llevo muchos años con esto en el corazón y necesito ser valiente”.
Esto desató dentro de mí lo mismo que sentí la primera vez que Dios puso un posible llamado en mi corazón y solo escuchaba dentro de mí: “Yo también quiero ser valiente”. Yo también quiero sentirme libre diciendo lo que llevo dentro desde hace tanto tiempo y sentir que no pasa nada si lo digo, pero hay que dar el paso. Al final son miedos humanos, pero la gracia de Dios te hace dar el paso. Viendo hacia atrás todo mi proceso lo puedo resumir en una sola frase: “cuando Dios te quiere, te busca, te sigue, te persigue y te consigue”. Además, tengo el regalo de tener una directora espiritual, Mercedes García, que me ha acompañado desde el 2011 cuando Dios puso esto en mi corazón. Pieza clave en este proceso por su cercanía, cariño, ejemplo, testimonio, amistad, guía y acompañamiento, dejándome ser muy libre con mis decisiones en respuesta a lo que el Espíritu Santo le ha inspirado todo este tiempo.
Desde siempre me imaginé en el Regnum Christi porque es el medio de santificación que Dios me regaló desde que tenía 13 años, pero el año pasado Dios también me invitó a conocer otras realidades dentro de la Iglesia para ayudarme con mi discernimiento y fue muy bonito. Al final, estando como voluntaria en el Monasterio de La Encarnación en Ávila, el cual siento un cariño muy especial por las carmelitas, Dios me confirmó que mi lugar para discernir sería en el candidatado de las consagradas en el Regnum Christi.
¿Cómo te ha ayudado la oración todo este tiempo?
Cuando me tomo en serio algún paso importante en mi vida sé que necesito encontrar profundamente un silencio interior que solo consigo a través de la oración. Es como preparar la tierra para la cosecha, pues así preparo mi pedacito de tierra para que Dios coseche lo que quiere de mí: mi oración personal, hablar con mi mejor amigo que es Él es fundamental al igual que vivir cada misa y mis ratos de adoración. María ha sido clave. Entendí que ella es el camino más rápido para llegar a Jesús. Ella no me ha soltado de la mano. Es como rezar juntas para recibir la gracia de su ejemplo de tranquilidad y respuesta constante de un “sí” a Dios. Le pido siempre que mi corazón sea cada vez más parecido al de ella.
¿Qué esperas de este tiempo que comienzas de discernimiento?
Hace unos meses mi respuesta hubiese sido distinta a lo que puedo decir hoy gracias a la amistad con una consagrada muy querida: Isabel García. Hoy en día mi mirada está puesta en el cielo. Esto fue parte de nuestras conversaciones durante el tiempo que Dios nos quiso regalar. Me enseñó justo lo que espero para este tiempo que comienzo: vivir y servir en lo que realmente es prioridad en la vida; amar en profundidad todo aquello que Dios me pide hoy, no pensando en el mañana; confiar, confiar mucho que solo Él puede darme esa felicidad plena que tanto anhelo; vivir un día a la vez, con paz y tranquilidad, dejándome amar para amar también a los demás; disfrutar el proceso sin pensar en el fin, Dios no es simplemente el fin sino también el camino, y yo quiero caminar siempre con Él. Abrazar cada momento como un regalo, único en mi vida; dejar que Dios sea Dios, dejar que Él sea quien ocupe mi corazón y hable; recordar que Dios es fiel en todo momento; caminar de la mano de María, ejemplo de un “sí” que cambió su vida; actuar de tal modo que todo me lleve a Él viviendo una oración constante en mi día a día.
Con la mirada puesta en el cielo sabré vivir, servir y amar hasta llegar a Él, donde Dios me quiera y como Él quiera.
Si Dios me confirma mi llamada como consagrada del Regnum Christi sé que seré la más feliz, y si no es allí o si Dios me llama a otra vocación, sé que también seré la más feliz; al final lo único que importante es cumplir Su Voluntad y amar a los demás tanto como Él nos ama. Lo importante en este momento es responder a lo que me pide hoy, y hoy me quiere en el candidatado para discernir con más profundidad.
¿Cómo vivió tu familia y tu entorno esta decisión que has tomado?
En el 2015 quería irme al candidatado, y el día que le dije a mi madre “Tengo algo que contarle”, me dijo de inmediato: “¿Te vas a ir de consagrada?”. Al final no me fui. Pues esta vez ocurrió exactamente lo mismo, haciéndome la misma pregunta. Para mí era muy importante su reacción porque sé que Dios hablaría a través de ella. En un principio, mi madre, padre y hermanos me hicieron diferentes preguntas sobre mis planes y sueños que ya les había comentado desde antes sobre lo que quería para mi vida, “¿qué va a pasar con tus planes que ya tenías?”, pero es cuestión de tiempo, y después entendieron que no puedo quedarme con esta inquietud toda la vida y que para mí responder a la voluntad de Dios es lo primero. Hoy es día ya lo van entendiendo más, solo quieren que sea feliz, y ha sido bonito escuchar de mi madre y de mi padre decir “Que Dios te bendiga” antes de comenzar este camino. Además que he podido ver cómo Dios “se ocupa” de ellos y me ha dado muchos regalos en este tiempo especialmente con mis dos hermanos que son mi vida entera.
https://youtu.be/AvXEO9ZH0Vc