H. Jesús Rojas, L.C.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor Jesús, enséñame a entender tus caminos y poder ver como Tú ves. Te pido que enciendas en mi alma la luz de tu amor para que me lleve a darte todo, en primer lugar a Ti, y después a mi prójimo.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Marcos 4, 21-25
En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: “¿Acaso se enciende una vela para meterla debajo de una olla o debajo de la cama? ¿No es para ponerla en el candelero? Porque si algo está escondido, es para que se descubra; y si algo se ha ocultado, es para que salga a la luz. El que tenga oídos para oír, que oiga”.
Siguió hablándoles y les dijo: “Pongan atención a lo que están oyendo. La misma medida que utilicen para tratar a los demás, esa misma se usará para tratarlos a ustedes, y con creces. Al que tiene, se le dará; pero al que tiene poco, aun eso poco se le quitará”.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Hay cosas tan llamativas que aun si las queremos esconder saldrán a la luz. El cabello pintado de verde no se puede ocultar, alguien que lo hace busca es para llamar la atención. Una luz ilumina un lugar oscuro para que podamos ver lo que hay. ¿Cómo veríamos si esa luz fuese el amor de Dios que nos hace ver diferente el mundo? Esta nueva perspectiva que nos otorga hace que todo adquiera una dimensión nueva. El amor nos ayuda a explorar esas zonas de nuestra vida que nos dan miedo; Dios mismo, que es amor, nos ayuda en esta tarea tan necesaria con el voltear hacia nosotros mismos y observar quiénes somos según la luz del amor.
Un principio de este amor es el de tratar a los demás como queramos que nos traten, usando la medida que queremos para nosotros con los demás. Nos esforzamos, humanamente, por amar a los demás ya que esto nos abre la puerta a que ese amor sea correspondido. Más allá de este dar y recibir está el amor desinteresado que busca el bien del otro sacrificándose por la persona que se aman. Dar más de la medida, dar con creces. El amor va más allá de cumplir con una regla, el amor se regala. Al final del tiempo, quien tenga menos porque lo ha dado todo a los demás, recibirá en abundancia y el que tenga mucho se le quitará aun eso que tiene.
«¡Perdonad! Corazón de gran generosidad en el perdón. Es la medida con la que seremos medidos. Como has perdonado, serás perdonado: la misma medida. No tened miedo de perdonar. A veces hay dudas… Mirad a Cristo, mirad al Crucificado. Allí está el perdón para todos. Sed valientes, incluso arriesgando en el perdón para consolar.»
(Homilía de S.S. Francisco, 9 de abril de 2020).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Comenzando esta semana le daré más tiempo a Dios en mi vida con oración.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.