“Señor Jesús, tú que has rogado al Padre para «que todos sean uno» (Jn 17, 21), te pedimos el don de tu Espíritu. Concédenos el don de la auténtica comunión…” con una oración basada en el EFRC 29, se inició la sesión de la Plenaria General que se llevó a cabo del 21 al 23 de octubre. La Plenaria General es un órgano consultivo y de alineación conformado por el Colegio Directivo General, los consejeros de las ramas consagradas y los laicos que fueron elegidos en la pasada Convención General. Se han reunido en Roma para ofrecer luz y consejo al Colegio Directivo General del Regnum Christi.
Además de momentos de oración y de formación en común, se trataron el alcance y objetivos de los encargos dados por la Convención General, así como las maneras en cómo poder afrontar “algunas heridas de nuestra historia afectan todavía las relaciones entre nosotros. Todos vemos la necesidad de corregir los errores, aprender de ellos y crecer juntos en la misión común” (cf. Com CG 28).
Prioridades en común
La Plenaria General conoció cómo cada institución federada ha hecho propias las prioridades de la Convención, ofreciendo su aporte particular, en sus planes que guían la asignación de personal y proyectos. Así mismo, la Asamblea de Obras Comunes compartió cómo ha integrado a su misión y a sus prioridades el espíritu y los frutos de la Convención General, expresando así cómo cada realidad del Regnum Christi aporta, desde su propia naturaleza, a la misión que el Señor nos ha confiado.
Posteriormente se sostuvo una sesión para recordar la historia y el proceso que llevó a la configuración canónica de la Federación Regnum Christi, con sus retos, sorpresas y sacrificios de cada una de las vocaciones que la conforman, renovando el deseo de conocer cómo se dio el proceso, el acompañamiento de la Iglesia como Madre y Maestra, y el paso de Dios en nuestra historia, que la hacen historia de salvación y confirman nuestra identidad y carisma.
Una cultura de confianza y respeto mutuo
A través de sesiones en equipos, los miembros de la Plenaria trabajaron en tres áreas: comunicación, autoridad y conflictos. Cada equipo fue aportando sus reflexiones y recomendaciones al gobierno.
Sobre la importancia de tratar este tema en la Plenaria General, Elena Bartolomé, consagrada del Regnum Christi, comparte: «Veo la importancia de sentarnos y analizar qué es lo que está obstaculizando que podamos vivir con mayor libertad lo que creemos que Dios nos está pidiendo».
En la misma línea el P. Michael Brisson, L.C., reflexiona: «Para poder alcanzar la misión, hace falta un ambiente de confianza y respeto mutuo. Sin confianza y respeto mutuo hay sospechas, malentendidos, y resentimientos que frenan la misión y no permite que logremos los objetivos comunes».
«Estaríamos mal al buscar que no existan conflictos, porque eso significa que estamos vivos», aportó Cristian Názer, laico consagrado, que proponía la búsqueda de la resolución de conflictos en lugar de evitar su presencia.
Se analizó como la buena comunicación basada en la confianza y en la claridad pudiera resolver malentendidos.
Atendiendo los encargos
Se compartieron los avances en el trabajo de los encargos hechos al gobierno general del Regnum Christi. Los miembros de la Plenaria aportaron sus ideas, reflexiones y recomendaciones, las cuáles serán atendidas por parte del Colegio Directivo General para diseñar el modo de afrontar los encargos en estos seis años.
Respecto a que el Regnum Christi pueda estar en diálogo con la cultura e ir afrontando los retos como lo expresa el encargo sobre el “Think tank”, Guillermo Narro comenta:
«No se trata de tener un generador de contenido. El sentido es el de poder estudiar la realidad actual, así como las posibles tendencias del mundo en el que queremos instaurar el Reino de Cristo, para poder estar preparados y dar una respuesta adecuada, que invite al encuentro personal con Cristo» (Guillermo Narro, laico del territorio de México y Centroamérica).
En el cierre de la Plenaria, Horacio Gómez, compartió su experiencia de participación por primera vez en este órgano consultivo:
«Hablamos mucho de mecanismos, de confianza, de la problemática, de la historia, pero también empezamos a pensar más apostólicamente, como un “think tank apostólico”… es nuestra oportunidad de hacer un impacto fuerte en la parte apostólica».
Lo asistentes finalizaron las sesiones expresando la gratitud por la oportunidad de colaborar y aportar en la misión que Dios ha inspirado como una familia espiritual y cuerpo apostólico.