Loreto Richi es laica del Regnum Christi y este año es colaboradora del Regnum Christi en Roma. Desarrolla su apostolado en el Centro Pastoral de la Universidad Europea de Roma y en la sección de jóvenes Regnum Christi. Loreto compartió recientemente una entrevista con la oficina de comunicación de España donde explica su experiencia hasta ahora y su llamada a la misión. También, habla de cómo ha afectado la pandemia en las relaciones, aunque ha explicado que Dios no le habría enseñado algunas cosas “si el coronavirus no existiera”.
¿Cómo te sentiste llamada a esta misión?
Loreto: No sabría decir el “cómo me sentí llamada”. Creo que ha sido un proceso en el que mi alma va buscando a Dios más y más profundo. Él me ha enseñado este camino, yo simplemente lo he acogido, y me han ayudado a saber acogerlo.
¿Qué signos viste que te animaban a tomar la decisión de ser colaboradora en el Regnum Christi?
Loreto: No me acuerdo de ningún signo concreto, al final cuando estás en un camino espiritual creo que la realidad también habla por sí sola, así que habría muchos. Creo que no hay ningún signo concreto para tomar esta decisión, sino un camino largo y mucha oración.
¿Cómo recibió la noticia tu entorno: familia, amigos…?
Loreto: Pues hubo de todo, la verdad. De hecho, hubo muchas personas que me sorprendieron, para bien. Ahí es donde te das cuenta de las personas que te quieren y te conocen bien: aun no estando de acuerdo, te apoyan y respetan la decisión, deseando que sea un año que aproveches y te haga bien.
¿Cuál crees que es la misión de un colaborador del Regnum Christi?
Loreto: Ser santo, llegar al cielo, como la de todo cristiano. Más concretamente en Roma, mi apostolado es en el Centro Pastoral de la Universidad Europea de Roma y la sección de jóvenes Regnum Christi.
¿Qué es lo que más te ha sorprendido en este tiempo allí? ¿Y has encontrado alguna dificultad?
Loreto: Dos cosas, la primera que si dejas entrar a Dios, se lo toma muy en serio. No se anda con tonterías. Han sido tres meses en los que aún me sigo sorprendiendo con cómo hace las cosas, y en lo difícil que es dejarse hacer y aceptar que es Él quien lleva el barco. Lo segundo, la vida en comunidad. Yo siempre he tenido mucho contacto con las consagradas del Regnum Christi, pero aun así me ha sorprendido cada una de ellas, su vida, su entrega y su disposición para hacer de su casa una verdadera familia. Dificultades, muchas: salir de tu zona de confort, tanto superficialmente como profundamente, no es fácil. De todas formas, al fin y al cabo son muchas oportunidades para seguir creciendo.
¿Por qué crees que es importante la presencia de los colaboradores en la familia del Regnum Christi?
Loreto: Creo que lo que es verdaderamente importante es la presencia de laicos comprometidos en la familia Regnum Christi. Al final siendo colaborador vives tu vocación de laico las 24 horas del día, porque a eso “te dedicas”, pero creo que eso es lo que deberíamos hacer siempre. Es importante por lo que Dios hace en la vida de cada colaborador, creo que es algo que marca y que te hace testigo de algo muy profundo.
¿Cómo afecta el COVID a tu apostolado en Roma?
Loreto: Terminamos antes diciendo cómo no afecta… ¡jajaja! Lo importante del apostolado creo que son las personas y el COVID ha afectado a las relaciones entre nosotros. Aun así creo que también me ha permitido conocer a cada uno más concretamente, poco a poco pero profundamente. Hay muchísimas cosas que yo no habría aprendido y que Dios no me habría enseñado si el COVID no existiese, todo depende de desde dónde mires tu realidad.
¿Qué esperas que suceda en tu vida personal a lo largo de este año de colaboradora?
Loreto: Estos tres meses de colaboradora estoy aprendiendo a no esperar, sino a acoger lo que venga. Sí que me gustaría justamente aprender a acoger cada vez más a Dios y que suceda en mi vida personal lo que Él quiera.