Adrián Olvera, LC
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Hoy me encuentro ante ti, Señor; ante tu presencia. Estoy dispuesto a hablarte y a escucharte… aquí quiero estar.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Marcos 8,11-13
En aquel tiempo, se presentaron los fariseos y se pusieron a discutir con Jesús y para ponerlo a prueba, le pedían una señal del cielo. Jesús suspiro profundamente y dijo: “¿Por qué esta gente busca una señal? Les aseguro que a esta gente no se le dará ninguna señal”. Entonces los dejó, se embarcó de nuevo y se fue a la otra orilla.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Muchas veces me doy cuenta que padezco de ceguera. Ceguera ante los signos del amor de Dios en mi vida.
Una irónica ceguera que no ve lo bueno de mi vida; sólo ve aquello que no va bien, que duele, que lastima… que incomoda.
Ceguera que no es capaz de ver lo maravilloso en lo sencillo… en los detalles de las cosas pequeñas, aun cuando siempre están frente a mis ojos.
Señor, esta ceguera la sanas de una manera muy sencilla, así como Tú eres. Me dices –sólo abre los ojos y observa. Ahí en lo sencillo y lo cotidiano. En las miradas, en los abrazos… en el deseo de amor… en el arrepentimiento. En la familia, en el trabajo. En el señor de la esquina, en la persona que está a mi lado. En la alegría de los días, aun en el sufrimiento… ahí estoy.
Los verdaderos signos de tu amor están escondidos en las cosas más sencillas. No sólo están en el caminar sobre las aguas o en la multiplicación de los panes; en el ordenar calma a los mares. Están en el acto de lavar los pies de los discípulos. En la cueva sucia y escondida de Belén; en el fracaso ante los ojos humanos de la cruz…Ésos son signos de Dios…son signos de amor.
Ante la búsqueda de lo maravilloso dame la gracia de abrir bien mis ojos, Señor, para que ahí…en lo sencillo, en lo insignificante pueda descubrir tu presencia. Hazme dócil a tu amor, Señor, para que pueda, en los actos cotidianos y comunes de mi vida, descubrir los signos de tu amor.
«Signo e instrumento de un encuentro. Eso somos. Atracción eficaz para un encuentro. Signo quiere decir que debemos atraer, como cuando uno hace señales para llamar la atención. Un signo debe ser coherente y claro, pero sobre todo comprensible. Porque hay signos que son claros sólo para los especialistas, y estos no sirven. Signo e instrumento. El instrumento se juega la vida en su eficacia —¿sirve o no sirve?—, en estar a mano e incidir en la realidad de manera precisa, adecuada. Somos instrumento si de verdad la gente se encuentra con el Dios misericordioso».
(Meditación de S.S. Francisco, 2 de junio de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Antes de acostarme, hacer un repaso de mí día para ver los momentos en los que Dios se ha hecho presente.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.