H. Álvaro García, L.C.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Ven, Salvador. Ven sin tardar. Te espero.
Espíritu Santo, dame la gracia de prepararme a la Navidad con un corazón recogido y gozoso. Dame luz para esta oración, y dame la gracia de ocuparme de lo realmente importante.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Mateo 21, 23-27
En aquellos días, mientras Jesús enseñaba en el templo, se le acercaron los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo y le preguntaron: “¿Con qué derecho haces todas estas cosas? ¿Quién te ha dado semejante autoridad?”.
Jesús les respondió: “Yo también les voy a hacer una pregunta, y si me la responden, les diré con qué autoridad hago lo que hago: ¿De dónde venía el bautismo de Juan, del cielo o de la tierra?” Ellos pensaron para sus adentros: “Si decimos que, del cielo, él nos va a decir: ‘Entonces ¿Por qué no le creyeron?’ Si decimos que, de los hombres, se nos va a echar encima el pueblo, porque todos tienen a Juan por un profeta”. Entonces respondieron: “No lo sabemos”. Jesús les replicó: “Pues tampoco yo les digo con qué autoridad hago lo que hago”.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Jesús acaba de entrar en Jerusalén montado en el pollino, todos le daban la bienvenida como Mesías con ramas de olivos y palmas. Y ahora se encuentra enseñando en el Templo unos días antes de su Pasión. Es una escena de Semana Santa. Entonces, ¿qué pinta este Evangelio en la mitad del Adviento? ¿Cuál es la razón por la que la Iglesia ha decidido establecer este pasaje para la liturgia de hoy?
En primer lugar, es para recordar el motivo de la venida del Señor. Hoy en día recordamos la Navidad con mucha alegría, calentitos en torno al hogar, con regalos y luces, grandes manjares. Y así debe ser, pues Dios ha bajado a la tierra. Pero Jesús no ha venido a un mundo de rosas y alegrías, a que le sirviéramos; viene para redimirnos por su dolorosísima Pasión. Desde el momento en que nació, ya sufrió el frío y el rechazo, la persecución. Semana Santa y Navidad no deben perder su conexión.
En segundo lugar, este pasaje menciona a Juan el Bautista, el precursor, el que iría delante preparando el camino para Jesús. Los fariseos creían que Juan venía de los hombres y no de Dios, y no prepararon sus corazones para recibir a Cristo. Parece como si lo calificaran de falso profeta y no atendieron sus palabras, pero ¿qué falso profeta se olvida de sí y se desprende de todo para anunciar al Emmanuel?
«Jesús quiere superar una religión entendida solo como práctica exterior y rutinaria, que no incide en la vida y en las actitudes de las personas, una religiosidad superficial, solamente “ritual”, en el mal sentido de la palabra. Los exponentes de esta religiosidad “de fachada”, que Jesús desaprueba, eran en aquella época “los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo”, los cuales, según la admonición del Señor, en el Reino de Dios serán superados por los publicanos y las rameras.»
(Ángelus de S.S. Francisco, 27 de septiembre de 2020).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
En mis circunstancias (en la pandemia también) haré unas misiones: voy a buscar la manera de anunciar que viene el Salvador con espíritu de alegría.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.