San Luis Gonzaga, religioso
H. Javier Rabellino, L.C.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, estamos delante de Ti, en este día, para escucharte, amarte y seguirte; hoy aquí, mañana junto a Ti.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Mateo 7, 1-5
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “No juzguen y no serán juzgados; porque así como juzguen los juzgarán y con la medida que midan los medirán.
¿Por qué miras la paja en el ojo de tu hermano y no te das cuenta de la viga que tienes en el tuyo? ¿Con qué cara le dices a tu hermano: ‘Déjame quitarte la paja que llevas en el ojo’, cuando tú llevas una viga en el tuyo? ¡Hipócrita! Sácate primero la viga que tienes en el ojo, y luego podrás ver bien para sacarle a tu hermano la paja que lleva en el suyo”.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Jesús nos dice: «No juzguen y no serán juzgados». Qué difícil se nos hace en el día a día no juzgar a la gente que nos rodea, no criticarlos, etc. Lo que Cristo quiere decirnos es que tenemos que renunciar a la comodidad. ¿Por qué? Porque Él no quiere que nos quedemos callados, que no ayudemos al prójimo, sino que quiere que nos preparemos para hacerlo. Es muy cómodo solo criticar y no hacer nada. Es muy cómodo quedarse en la poltrona mirando sin hacer nada.
Cristo nos pide que nos saquemos la «viga que tenemos», que nosotros veamos primero nuestros defectos, que los corrijamos, que sepamos que somos imperfectos antes de ver lo malo que tiene el otro. Así podremos entenderlo, ayudarlo, sin juzgarlo.
Cuánta hipocresía hay hoy en día, tanto criticismo sin amor. Pero la actitud de la persona que ama a Cristo no tiene que ser así. Tenemos que imitarlo a Él, ayudar al hermano cuando se esté desviando (Mt 18, 15), pero lo que tiene que reinar es el amor de Dios.
«¿Con qué medida mido yo a los demás? ¿Con qué medida me mido? ¿Es una medida generosa, llena del amor de Dios, o es una medida a nivel del suelo? Y por esa medida seré juzgado, no será otra: aquella, aquella que yo hago. ¿Cuál es el nivel en el que pongo mi vara? ¿Lo puse alto? Tenemos que pensar en eso. Y esto lo vemos no sólo, no tanto en las cosas buenas que hacemos o en las cosas malas que hacemos, sino en el estilo continuo de vida.»
(Homilía de S.S. Francisco, 30 de enero de 2020).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Pensar bien de una persona, aunque no me caiga bien.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.