Regnum Christi Internacional

«Si Dios te llama, dale la oportunidad»: la invitación de Luz Elena Mijares Noriega tras 50 años de vida consagrada

El 29 de marzo de 1975, en la Vigilia Pascual de ese Año Santo, Luz se consagró a Dios en el Regnum Christi. Fue el inicio de un camino lleno de desafíos, alegrías y momentos de profundo crecimiento espiritual.
Luz Elena Mijares Noriega celebra 50 años de vida consagrada

Celebrar 50 años de vida consagrada no es sólo conmemorar un acontecimiento especial, sino dar gracias a Dios por un camino de entrega y amor. Luz Elena Mijares Noriega, comparte su trayecto marcado por la fe, la entrega y el deseo de llevar a Cristo a los corazones de todos aquellos con quienes se cruza. Su historia es un testimonio de respuesta al llamado de Dios a seguir la vida consagrada. ¿Pero qué le movió a consagrarse? ¿Cómo han pasado estos 50 años? ¿Qué consejo le daría a quien tiene la inquietud de seguir una vocación?

Luz nació el 22 de octubre de 1952 en Ciudad de México, en el seno de una familia católica muy practicante. Sus padres, Francisco Mijares y María Noriega, le inculcaron una fe sólida junto a sus seis hermanos. Desde pequeña, Luz se sintió atraída por la vida religiosa, especialmente al observar el trabajo de las religiosas del hospital español que cuidaban de los enfermos.

Estudió en un colegio de religiosas mientras que su hermano Francisco asistía al Cumbres Lomas, el primer colegio Regnum Christi en la Ciudad de México. Desde entonces, el conocimiento de la familia sobre el carisma fue creciendo. Su madre formó parte del primer grupo de señoras del Regnum Christi en Ciudad de México.

Formación y primeros pasos hacia la consagración

A los 12 años, Luz comenzó a participar en actividades apostólicas bajo la guía del P. Gregorio López, L.C., quien se convirtió en su director espiritual durante una década. Fue con él que Luz descubrió la fuerza de la oración y el servicio al prójimo a través de retiros espirituales y actividades de formación que marcaron su camino vocacional.

Su deseo de consagrarse se fortalecía con los años. A los 15 años quiso ingresar con las religiosas del colegio, pero le pidieron esperar. Tras completar sus estudios en Educación, Luz viajó a Irlanda en 1974 para perfeccionar su inglés, sin saber que ese viaje cambiaría su vida para siempre.

Luz Elena Mijares Noriega celebra 50 años de vida consagrada
Luz Elena con el P. Jesús Villagrasa, L.C. en el Colegio Mano Amiga.

En Irlanda, Luz se alojó con una familia y comenzó a visitar a las consagradas del Regnum Christi que vivían en una casa cercana. Esa convivencia le permitió descubrir con claridad que ese era el camino que Dios le estaba llamando a seguir. Su decisión se confirmó poco después, durante un viaje a Roma en diciembre de 1974, donde asistió a una ordenación sacerdotal y a la apertura del Año Santo con el Papa Pablo VI.

Consagración y vida de servicio

Al regresar a Irlanda, Luz habló con Mari Carmen Perochena y el P. José Antonio Alonso, L.C., quienes la orientaron en su proceso de discernimiento. Tras superar dificultades como una huelga de teléfonos y correo que dificultaba la comunicación con sus padres en México, finalmente recibió su aprobación y apoyo para seguir su vocación.

El 29 de marzo de 1975, en la Vigilia Pascual de ese Año Santo, Luz se consagró a Dios en el Regnum Christi. Fue el inicio de un camino lleno de desafíos, alegrías y momentos de profundo crecimiento espiritual. Para Luz, el Regnum Christi es una obra de Dios que sigue creciendo, consolidándose y llevando a muchas personas a un encuentro personal con Cristo.

Durante estos 50 años, Luz ha dedicado su vida a la formación de jóvenes y adultos en la fe, ayudándolos a descubrir su vocación y a vivirla con alegría y compromiso.

Luz Elena Mijares Noriega celebra 50 años de vida consagrada
Luz Elena saludando al Papa Francisco en una audiencia general, en febrero de 2023.

Testimonio de fe y esperanza

En este año jubilar de 2025, Luz vive con gratitud y esperanza, segura de que Dios sigue llamando en medio de los desafíos de un mundo cambiante. «Dios sigue llamando. Hay que dar testimonio de lo que es una vida entregada a Él, viviendo nuestra misión con alegría y cercanía a los demás», comenta.

«El Regnum Christi ofrece un crecimiento espiritual profundo, buscando que Cristo reine en el corazón de las personas, que tengan ese encuentro personal con Cristo, que los lleva a vivir su fe cristiana activamente, con entusiasmo, con amor y la vocación a la que han sido llamados».

Luz anima a quienes sienten una inquietud vocacional a abrir su corazón a la voluntad de Dios. «Si Dios te llama, vale la pena que te des la oportunidad de conocer. Lo que yo he recibido en estos 50 años ha sido maravilloso: el amor de Dios, su misericordia, y la alegría de ver lo que Dios ha podido hacer en los demás sin mérito mío, pero a través de mí», dice.

Hoy, Luz sigue adelante en su misión, invitando a otros a descubrir la belleza de una vida consagrada o laical comprometida con Dios. «Les invitaría a tener una relación profunda con Dios, a dejarse guiar por el Espíritu Santo y a acompañarse de un director o directora espiritual que les ayude a discernir su vocación en la vida», aconseja.

Luz Elena Mijares Noriega celebra 50 años de vida consagrada
Luz Elena con su comunidad actual en Colombia, celebrando los 50 años de vida consagrada.

Un camino que continúa

Con la aprobación definitiva de los Estatutos de la Federación del Regnum Christi, Luz siente una certeza absoluta de que esta obra es de Dios, al servicio de la Iglesia y con el propósito de que Cristo reine en todos los corazones.

«Platicando con una de mis exalumnas del Colegio Alpes de Saltillo, miembro del ECYD, y del Regnum Christi, me decía que gracias a la formación recibida y las direcciones espirituales, la ayudó a crecer espiritual y humanamente, gracias a todo lo recibido he formado una gran familia en la que ha habido problemas, dificultades, pero todo esos ha consolidado más mi matrimonio, pero sobre todo el tener a Dios en nuestras vidas, y esto ha sido gracias al Regnum Christi”».

Luz agradece a Dios por estos 50 años de entrega, con la certeza de que su misión continúa. «Vivir en salida, centrada en Cristo, saliendo al encuentro y al servicio de los demás, en comunión con la iglesia local y con la diócesis en la que estamos».

Hoy, ella desempeña su apostolado en Mano Amiga Colombia. Su historia sigue siendo un ejemplo vivo de que responder al llamado de Dios puede transformar no sólo la propia vida, sino también la de quienes están alrededor.

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