Ignacio Uzcanga, LC
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, este es el momento que quiero consagrarte. Abandonado toda distracción y preocupación. Quiero escucharte, quiero donarme a tu amor.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Marcos 10, 28-31
En aquel tiempo, Pedro se puso a decir a Jesús: “Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido”. Jesús dijo: “Os aseguro que quien deje casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, recibirá ahora, en este tiempo, cien veces más -casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones-, y en la edad futura, vida eterna. Muchos primeros serán últimos, y muchos últimos primeros”.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Dar tu vida a Cristo no es una pérdida de tiempo y no es perder nada, al contrario, todo aquel que se done a Cristo recibe más, porque Cristo nunca se deja ganar en generosidad.
Pedro le recuerda sus sacrificios que él y los apóstoles han hecho, y Jesús no es indiferente a eso, Cristo sabe que renunciar a sus vidas no fue fácil, y por eso le dice que no se quedarán sin recompensa, y que se les dará incluso más de lo que ellos han donado.
No tengamos miedo a donarnos, si sientes que Cristo te está pidiendo algo: renunciar a una mala actitud, cambiar una actitud, dar de tu tiempo de manera más completa y desinteresada por el bien de los demás, ¡no tengas miedo! Él siempre te recompensará mucho más y te llenará tu corazón de felicidad.
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Señor me dono a ti, soy todo tuyo, y dejo todos mis miedos e inseguridades para ponerme a tu servicio, para darte mis seguridades, mis fortalezas, mis alegrías, mi juventud, todo es tuyo Señor, a ti te lo doy.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Decirle al Señor de todo corazón: En tus manos pongo mi vida y me dono completamente a ti, hazme todo tuyo para llevarte conmigo a todas partes.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.