H. Pablo Vidal, L.C.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Padre, te pido que me ayudes a ponerme en tu presencia y que mandes sobre mí tu Espíritu, para poder ver las situaciones que me rodean con más fe, con más esperanza y con más amor, con los ojos de Jesús.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Mateo 13, 36-43
En aquel tiempo, Jesús despidió a la multitud y se fue a su casa. Entonces se le acercaron sus discípulos y le dijeron: “Explícanos la parábola de la cizaña sembrada en el campo”.
Jesús les contestó: “El sembrador de la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del Reino; la cizaña son los partidarios del maligno; el enemigo que las siembra es el demonio; el tiempo de la cosecha es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles.
Y así como recogen la cizaña y la queman en el fuego, así sucederá al fin del mundo: el Hijo del hombre enviará a sus ángeles para que arranquen de su Reino a todos los que inducen a otros al pecado y a todos los malvados, y los arrojen en el horno encendido. Allí será el llanto y la desesperación. Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga”.
Palabra del Señor
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Cuando miramos alrededor en el mundo y en nuestras vidas, podemos ver tanta cizaña, tantas cosas negativas, tantas heridas, tanto mal. Y muchas veces podemos preguntarnos, si existe este mal, ¿cómo es que existe Dios? ¿Por qué lo permite?
Jesús, en este tiempo, en este día, ahora que estamos aquí Tú y yo solos, quiero acercarme a Ti y pedirte: explícame la parábola a mí. Ayúdame a ver que el mal en el mundo no te hace a Ti menos grande ni te hace amarme menos. Ayúdame a darme cuenta de que, así como romper la Mona Lisa no quiere decir que Leonardo da Vinci no exista, así el hecho de que haya mal en el mundo y que este mal afecte tu creación, tampoco quiere decir que Tú no existas y que no estés cerca de mí.
Ayúdame a mejor preguntarme: ¿qué me quieres decir con ello? ¿Será acaso que así me muestras que no importa cuántas veces me equivoque, Tú me amas a pesar del mal que pueda hacer? ¿Será que quieres decirme que amas también a quienes hacen el mal y me pides amarlos como Tú? Tal vez incluso a quienes me han herido profundamente… Ayúdame a escuchar hoy tu Palabra y entender qué quieres enseñarme con este Evangelio.
«La hora del anuncio gozoso y la hora de la persecución y de la Cruz van juntas. El anuncio del Evangelio siempre está ligado al abrazo de alguna Cruz concreta. La luz mansa de la Palabra genera claridad en los corazones bien dispuestos y confusión y rechazo en los que no lo están. Esto lo vemos constantemente en el Evangelio. La semilla buena sembrada en el campo da fruto —el ciento, el sesenta, el treinta por uno—, pero también despierta la envidia del enemigo que compulsivamente se pone a sembrar cizaña durante la noche.»
(Homilía de S.S. Francisco, 1 de abril de 2021).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy voy a hacer un pequeño momento de oración por las personas que me han lastimado y le pediré a Jesús que me ayude a perdonarlos.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.