Entrevista a Ana Guzmán, Consagrada del Regnum Christi, sobre la invitación a participar en el consejo de la Parroquia San Alberto Hurtado, en Chile.
¡Qué regalo poder servir! Esta fue la respuesta de Anita Guzmán al ser invitada por el sacerdote Pedro Ríos a participar desde este año en el consejo de la Parroquia San Alberto Hurtado de Las Condes. Esta consagrada chilena del Regnum Christi utilizará esta oportunidad para colaborar con la comunidad, enriquecer su mirada de las necesidades del sector y, sobre todo, reavivar la llama de la fe. En la siguiente entrevista, publicada originalmente en el sitio web del Regnum Christi en Chile, cuenta los detalles de esta nueva encomienda de servicio.
¿Cómo surgió esta invitación a participar en el consejo de la Parroquia San Alberto Hurtado?
El padre Pedro quería que alguna consagrada formara parte del consejo parroquial, y cuando esa posibilidad se abrió, yo sentí un llamado a ofrecerme porque como católicos bautizados, todos tenemos un sentido de misión, cada uno desde nuestra vocación, todos somos hijos de nuestra Iglesia y fieles misioneros que extendemos el reino del amor de Jesús. Y además al ser chilena quería estar más imbuida en la realidad de nuestra comunidad, de nuestra Iglesia y de nuestra patria. Quería estar al día en las áreas en las que se puede servir.
¿Qué es lo que más te enriquece en esta experiencia al servicio de Dios?
Me enriquece salir al encuentro de las personas más necesitadas de nuestra comunidad. Ya sea a través de una visita junto al párroco para que administre la comunión o la unción de los enfermos, llevándoles mercadería o rezando un rosario. En estas experiencias uno observa todo el bien que hace nuestra Iglesia en el ámbito de la liturgia, en la pastoral social y de la salud, y en el cuidado de las personas.
Me enriquece salir al encuentro de las personas más necesitadas de nuestra comunidad.
¿Qué esperas contribuir al consejo parroquial?
Espero colaborar en reavivar la llama de la fe que se ha visto mermada con tantas situaciones eclesiales vividas el año pasado. También ayudar a transmitir todo el bien que hace la Iglesia. En el consejo parroquial hay dos o tres laicos que también son parte del Regnum Christi. También hay diocesanos, miembros del Opus Dei y de los Jesuitas, personas cercanas a las monjas carmelitas. Hay una riqueza en la cual todos nos podemos complementar al servicio de Cristo. Es muy positivo estar más consciente de toda esa globalidad de la Iglesia.
¿Cómo esperas que esta experiencia colabore en tus desafíos en el Regnum Christi?
En las reuniones del consejo parroquial uno se entera de ciertas necesidades que existen en la comunidad. Nosotros en la federación tenemos muchas personas que quieren hacer el bien, que quieren ayudar en la envangelización. Estamos atentas a las nuevas oportunidades de ser cristianos en salida. El Regnum Christi puede ser parte más activa de la Iglesia local, al salir al encuentro de las personas.