César Yali Molina Flores, LC
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Concédeme la gracia, Señor, de entender y hacer vida lo que me pides.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Mateo 17,10-13
En aquel tiempo, los discípulos le preguntaron a Jesús: “¿Por qué dicen los escribas que primero tiene que venir Elías?”. Él les respondió: “Ciertamente Elías ha de venir y lo pondrá todo en orden. Es más, yo les aseguro que Elías ha venido ya, pero no lo reconocieron e hicieron con él cuanto les vino en gana. Del mismo modo, el Hijo del hombre va a padecer a manos de ellos”. Entonces entendieron los discípulos que se les hablaba de Juan el Bautista.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
En pocos días celebraremos la solemnidad de la natividad de nuestro Señor, y el Evangelio de hoy nos invita a reconocer los signos de los tiempos; también hace ver la necesidad de una persona que ayude a comprender aquello que no está al alcance.
Surge la pregunta: ¿Cómo podemos reconocer estos signos? Y la respuesta surge de manera inmediata, cuando leemos en el Evangelio que los discípulos entendieron la explicación de Jesús: Elías había vuelto, pero no lo reconocieron. También el mismo Bautista había mostrado a Simón, Andrés, Santiago y Juan que Jesús era el Cordero de Dios, pero ellos tampoco comprendieron en ese momento lo que esto implicaba.
Es en esta dinámica que se puede reconocer lo que Dios nos pide, para esto hay que ayudarse de quienes viven una vida cristina, buscando constantemente crecer en nuestra relación personal con Cristo – al igual que los discípulos -, mediante una vida sacramental y de oración que lleve al amor y servicio a los demás.
«Queridos amigos, pidamos a la Virgen María por todos los educadores, especialmente por los sacerdotes y los padres de familia, a fin de que sean plenamente conscientes de la importancia de su papel espiritual, para fomentar en los jóvenes, además del crecimiento humano, la respuesta a la llamada de Dios, a decir: “Habla, Señor, que tu siervo escucha”».
(S.S. Benedicto XVI, Ángelus el 15 de enero de 2012).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Señor, dame la gracia de ser agradecido por todos aquellos que me guían para comprender y vivir según tu Voluntad.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Buscaré ayuda para comprender aquello que no tengo claro, preferentemente en mi próxima dirección espiritual.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.