Jorge Alberto Leaños García, LC
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Vengo ante ti para hablar con un amigo, con un hermano. Quiero tener un auténtico encuentro al grado de olvidarme de mí y servirte solo a ti.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según Mateo 2, 13-18
Después de que los magos partieron de Belén, el ángel del Señor se le apareció en sueños a José y le dijo: “Levántate, toma al niño y a su madre, y huye a Egipto. Quédate allá hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo”. José se levantó y esa misma noche tomó al niño y a su madre y partió a Egipto, donde permaneció hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que dijo el Señor por el profeta: De Egipto llamé a mi hijo. Herodes se dio cuenta de que los magos lo habían engañado, se puso furioso y mandó matar, en Belén y sus alrededores, a todos los niños menores de dos años, conforme a la fecha que los magos le habían indicado. Así se cumplieron las palabras del profeta Jeremías: En Ramá se ha escuchado un grito, se oyen llantos y lamentos: es Raquel que llora por sus hijos y no quieren que la consuelen, porque ya están muertos.
Palabra del Señor
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Es extraño ver, entre la alegría de la navidad, el egoísmo y la ira de un hombre cegado por la maldad. Los santos inocentes aparecen, en medio de este ambiente de gozo, para no olvidar el dolor de los hombres cuyos llantos no han sido escuchados.
Podemos formarnos, entre regalos y adornos, entre amistades y comidas, una esfera o una burbuja en donde nos aislamos de todo sufrimiento ajeno. Se trata de un dolor silencioso que puede estar a nuestro lado. ¿Quién hace caso de este sufrimiento en medio de la navidad?
Dios da el ejemplo. Nos acompaña como la luz entre las tinieblas. Por eso se ha encarnado. Se ha puesto a lado de los que sufren y se desesperan, trayendo la esperanza a los que, a lo largo de toda la historia, han llevado el nombre de inocentes.
Aunque no sepamos quién es el inocente que sufre en silencio podemos acompañarlo ¿Cómo hacerlo? Intercedamos ante Dios por los que llevan el nombre de inocentes para que puedan ser Santos inocentes.
«¿Dónde está Dios cuando las personas inocentes mueren a causa de la violencia, el terrorismo, las guerras? ¿Dónde está Dios, cuando enfermedades terribles rompen los lazos de la vida y el afecto? ¿O cuando los niños son explotados, humillados, y también sufren graves patologías? ¿Dónde está Dios, ante la inquietud de los que dudan y de los que tienen el alma afligida? Hay preguntas para las cuales no hay respuesta humana. Sólo podemos mirar a Jesús, y preguntarle a él. Y la respuesta de Jesús es esta: “Dios está en ellos”, Jesús está en ellos, sufre en ellos, profundamente identificado con cada uno. Él está tan unido a ellos, que forma casi como “un solo cuerpo”. Jesús mismo eligió identificarse con estos hermanos y hermanas que sufren por el dolor y la angustia, aceptando recorrer la vía dolorosa que lleva al calvario».
(Homilía de S.S. Francisco, 29 de julio de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Haré un esfuerzo sincero para ayudar a algún inocente.
Despedida
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.