Juan Salvador Nuño García, LC
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor Jesús me pongo en tu presencia como el discípulo que quiere amarte y estar cerca de ti. Quiero descubrir qué es lo que tu corazón tiene preparado para mi alma sedienta, y para mi corazón que busca ser saciado de un amor que no se canse de amor.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Lucas 5, 27-32
En aquel tiempo, Jesús vio a un publicano llamado Leví, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: “Sígueme”. Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. Leví ofreció en su honor un gran banquete en su casa, y estaban a la mesa con ellos un gran número de publicanos y otros. Los fariseos y los escribas dijeron a sus discípulos, criticándolo: “¿Cómo es que coméis y bebéis con publicanos y pecadores?”. Jesús les replicó: “No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a que se conviertan”.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Este Evangelio es hermoso pues es el llamado de uno de los apóstoles que fueron escogidos por Jesús, pero me parece que esto no solo se puede centrar en una sola escritura, porque ese llamado se repite y se hace personal para ti. Jesús te llama hoy y te invita a seguirlo, te invita a estar cerca de Él. Te invita a amarle y a dejar aquello está atando el corazón y que nos aleja del amor hermoso que Jesús nos quiere dar.
En el caso de Mateo, el dinero era una cosa que le impedía dejar entrar el amor de Dios, pero cuando vio a Jesús no se dejó vencer por sus miedos y seguridades y abandonó todo para seguir la invitación de Jesús.
No digo que es fácil seguir a Jesús, pero sí que será fructífero y pleno.
«El trabajo de Juan el Bautista no fue tanto predicar que Jesús venía y preparar al pueblo, sino dar testimonio de Jesucristo y darlo con su vida. Y dar testimonio del camino elegido por Dios para nuestra salvación: el camino de la humillación». (S.S. Francisco, homilía de la Misa celebrada en la Casa Santa Marta, 7 de febrero de 2022).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Señor Jesús, quiero proponerme estar atento a los momentos en los que me llamas y me dices “sígueme”. Quiero responder con generosidad y no titubear cuando escucho tu voz.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
