¡Déjate abrazar por el amor de Cristo! fue el lema del retiro que se realizó en la casa de retiros Agua Viva en Amecameca, Estado de México y en el que participaron 25 señoras del Colegio Mano Amiga Chalco y donde ocho señoras se asocian al Regnum Christi.
Después de lo vivido en la pandemia y siguiendo todas las medidas de salubridad, se pudo realizar esta actividad de manera presencial.
El P. Jesús Ángel, legionario de Cristo, y las consagradas del Regnum Christi Rosario Guerra y Paula Errázuriz fueron los ponentes y quienes ofrecieron dirección espiritual a las asistentes que lo solicitaban, mientras el P. Jesús administraba los sacramentos de la confesión y la celebración de la Eucaristía.
Las actividades comenzaron alrededor de las 8:00 a.m. El P. Jesús dio la bienvenida con una plática que les permitió a las señoras hacer un alto en su ritmo diario y retomar la presencia de Dios en sus vidas. Cada una de las meditaciones guiadas por las consagradas les ayudaron a interiorizar en su relación personal con Dios.
Ocho señoras se asocian y 17 renovaron su pertenencia al Regnum Christi. Llegaron con los “cántaros vacíos” y salieron con los “cántaros rebosantes” de agua viva, de su amor, de su ternura, de su perdón, de su mirada.
«Dios hoy me da la oportunidad de volver a empezar, me ha llenado mis cántaros de amor, alegría y deseos de recuperar el tiempo perdido. De mí depende, como dice en nuestros compromisos de asociación, de mí depende que tus palabras Señor, no se pierdan. Quiero dejarme acompañar por ti y unida a ti para superar mis debilidades. ‘Cristificó mi sentir’, escuché en el retiro y así es, valoro sentirme tan amada por Dios, quiero y deseo amarlo cada día más, que Él me dé la gracia de poder amar a mi prójimo, que el que me vea y sepa que vive en mí y yo pueda compartir con ellos tu mensaje de salvación. Gracias por este retiro donde he encontrado la paz en mi corazón que por más de 3 años perdí; la encontré por momentos, pero sé que hoy es definitivo porque no pienso soltarme ni un instante de ti Señor y Dios mío», mencionó Ana Silvia, participante del retiro.
Otra de las participantes, Ana Lilia, dijo al terminar el retiro: «Poder compartir con personas tan gratas, tan llenas del Señor con esa seguridad que transmiten es algo maravilloso, como siempre digo, los tiempos de Dios son perfectos, ni antes ni después, todo llega en su justo momento. Soy una persona muy afortunada, gracias por tan grata experiencia».