Representantes de la RIU participaron recientemente en el curso «Cristianismo y cultura» impartido por el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum donde se trataron temas como: la visión cristiana del hombre, Ética y Bioética en un mundo postcristiano, el hombre en búsqueda de la verdad: la fe cristiana y la cultura científica, el papel de la universidad católica en la cultura, entre otros temas. ¿Qué diferencia al cristianismo con otras culturas del mundo? ¿Cuáles son los retos del pluralismo ético y bioético? ¿Cuáles son los retos actuales de la ciencia y la cultura? ¿Hay una acción de Dios en la historia de la humanidad?
El curso «Cristianismo y cultura» en el que participaron representantes de Regnum Christi International Universities, buscó brindarles herramientas para conocer y valorar el papel fundamental del cristianismo en la formación de la civilización occidental; entrar en la dinámica y en los retos de la evangelización de la cultura contemporánea y reflexionar sobre el papel de la universidad católica en la cultura actual y la nueva evangelización.
Las ponencias las impartieron integrantes del personal académico de la facultad de Filosofía del Ateneo Pontificio Regina Apostolorum, como el P. Fernando Pascual, L.C., el P. Gabriel von Wendt, L.C. y el P. Adrian Lawrence, L.C. Asimismo, de la facultad de Teología, el P. Vikram Advani Sameer, L.C. y el P. José Enrique Oyarzún, L.C. rector del Ateneo Pontificio.
«El curso representó una experiencia excepcional que no se puede reducir a un proceso formativo de carácter cultural; más allá de eso fue un serio planteamiento que propició una reflexión profundamente espiritual sobre lo que somos y hacia dónde queremos ir como personas y como comunidad» (Gustavo Hernández, director de operaciones en Anáhuac Online).
Gustavo Hernández, director de operaciones en Anáhuac Online, comentó que los contenidos temáticos y vivenciales estaban íntimamente relacionados, lo que «nos permitió descubrir entre las antiguas calles y los imponentes prodigios arquitectónicos de Roma, la fe y la voluntad de quienes dieron su vida por el Evangelio y aún hoy, nos siguen inspirando».
Gustavo vivió este curso como un llamado a la fe, a la esperanza y a la confianza: «Dios nos convoca a dar todo lo que está en nuestras manos para servir desde nuestros propios entornos, pero simultáneamente nos recuerda que la obra le pertenece y que Él es quien lo dispone todo. Este no solo es un llamado hacer mejores en todo lo que hacemos, ante todo es un llamado a poner todo en sus manos para que sea Él quien le dé sentido a todo», concluye Gustavo.
El P. Fernando Pascual, L.C., en un enfoque académico, comenta que en la actualidad y en este cambio de época que nos toca vivir, a nivel social y tecnológico, hay dos retos importantes: «el intelectual y el práctico. A nivel intelectual, constatar que tenemos diferentes visiones sobre el bien y el mal, en temas importantes (aborto, eutanasia, reproducción asistida), implica cuestionarnos sobre quién tenga la razón, sin tener miedo a emprender un debate bien llevado, que ayude a avanzar hacia la verdad. A nivel práctico, urge renunciar a la pretensión de imponer con la violencia (no solo física, pues existen violencias psicológicas y presiones diversas para obligar al otro a comportarse según el propio punto de vista ético), menos en aquellos ámbitos en los que esté en juego el respeto a la dignidad de personas concretas, dignidad que merece ser tutelada a través de leyes y mecanismos sociales proporcionados y justos».
El P. Fernando presentó una propuesta de ética de inspiración cristiana para un mundo postcristiano. Esta propuesta tiene su fundamento en un acontecimiento que marca profundamente la existencia humana: «la intervención de Dios en nuestra historia desde la Encarnación del Hijo del Padre. A partir de ese evento, el cristiano se abre a la gracia, y recibe una iluminación interior que perfecciona sus posibilidades de comprensión del mundo, de la vida, de lo humano y del modo correcto (ético) de vivir. Esa iluminación, que es acogida por mente, permite elaborar una propuesta ética que arranque del reconocimiento de la esencia humana, que tiene un fundamento ontológico en su relación con Dios, y que exige ser respetada y promovida».
«Hay que desentrañar el modo correcto de vivir según nuestra condición humana (y cristiana), según lo que conocemos como ley natural. Habría mucho que decir sobre el tema. Remito a dos documentos: uno de la Comisión Teológica Internacional, sobre la ley natural, y otro del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, sobre la dignidad humana – titulado “Dignitas infinita” – » (P. Fernando Pascual, L.C.).
Ante la pregunta sobre cómo un Regnum Christi “en salida” puede afrontar estos retos éticos que nos toda vivir, el P. Fernando nos respondió que: «Son retos muy exigentes que requieren un trabajo serio en varios ámbitos. El primero consiste en un buen conocimiento de la propia fe y de las exigencias éticas que nacen de la misma. Como punto de partida mínimo, pero muy importante, tenemos la tercera parte del “Catecismo de la Iglesia Católica”. El segundo se refiere a la coherencia: de nada sirve proponer una bellísima doctrina moral si nuestra vida no está impregnada de tal doctrina. El tercero, según lo que comentamos hacia el final, radica en una profunda espiritualidad, en la Cristo sea alguien vivo, concreto, un Salvador que no solo pide vivir de modo nuevo, sino que nos da las fuerzas (gracias) para lograrlo. La espiritualidad del Regnum Christi da una gran importancia al amor personal, de amistad, a Cristo, de forma que llegue a ser quien dé sentido a toda nuestra vida y nos motive a llevar su amor a los hombres».
«El curso me ha renovado la fe, sobre todo por la experiencia de visitar los lugares sagrados en Roma junto a las experiencias y clases que abonan a una verdadera formación integral. En ese sentido me llevo nuevas ideas y formas de llevar la formación integral a mis alumnos y a la universidad. Esto lo vislumbro aplicar a través de cursos formativos, la integración de áreas para poder abonar a una cultura cristiana dentro de la universidad y, sobre todo, grandes compañeros para lograr sinergias dentro del campus, en la Red de Universidades Anáhuac y en la RIU» (Pablo de Robina, Coordinador Académico del Centro Anáhuac de Formación Integral, Universidad Anáhuac México).
Por su parte, el P. Adrian Lawrence, L.C., tocó el tema de la fe y la ciencia. ¿Está realmente peleada la fe y la ciencia? El P. Adrian comenta que no están en conflicto porque ambas buscan la verdad, y la verdad no puede contradecir a la verdad: «lo que implica que las verdades científicas no pueden contradecir las verdades de la fe, ya que ambas provienen de la misma fuente: Dios. La Iglesia católica ha apoyado históricamente a la ciencia, como se evidencia en tantos grandes científicos, como Nicolás Copérnico, Georges Lemaître, Gregor Mendel, Francis Collins, etc., y como se ve con el Observatorio del Vaticano. La Iglesia valora la ciencia para entender mejor la creación de Dios y promover el bien humano. Como dijo Brandon Vogt: “No rechazamos la ciencia. No tememos a la ciencia. La abrazamos, la valoramos y la promovemos”».
El P. Adrian comenta que los desafíos actuales de una cultura “cientificista” es esa reducción de la capacidad de la razón humana solo a considerar lo empíricamente observable: «Esto excluye del ámbito de lo racional, la moral, la fe, la poesía, y tantas otras expresiones auténticas del espíritu humano. Debemos reafirmar la necesidad de una razón abierta, como nos decía el Papa Benedicto en su discurso de Ratisbona, una razón abierta a la trascendencia y a los valores auténticamente humanos».
«La Iglesia nos ha recomendado seguir los pasos del gran teólogo Santo Tomás de Aquino. Él supo discernir lo bueno de otros sistemas filosóficos, hasta paganos, e integrarlos en su pensamiento. No hay que tener miedo. Las verdades de la ciencia no están en competencia con la fe cristiana. Todo lo que es verdad es integrable. Como decía Santo Tomás, “Toda verdad, dígala quien la diga, viene del Espíritu Santo”» (P. Adrian Lawrence, L.C.)
La RIU es una organización de carácter colaborativo que reúne a las instituciones de educación superior pertenecientes al Regnum Christi alrededor del mundo.
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