H. Anderson Dugarte, L.C.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, quiero dejarte entrar en mi corazón y escuchar lo que me quieres decir pues sé que Tú solo buscas mi bien.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Marcos 12, 35-37
Un día, mientras enseñaba en el templo, Jesús preguntó: “¿Cómo pueden decir los escribas que el Mesías es hijo de David? El mismo David, inspirado por el Espíritu Santo, ha declarado: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha y yo haré de tus enemigos el estrado donde pongas los pies. Si el mismo David lo llama ‘Señor’ ¿cómo puede ser hijo suyo?”.
La multitud que lo rodeaba, que era mucha, lo escuchaba con agrado.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Jesús nos sorprende con sus predicaciones, con su manera de presentar las realidades del Reino de los Cielos. Este pasaje nos dice que «mientras enseñaba en el templo…» Y es que Jesús no se queda esperando a que se le acerque la gente y le ruegue que les enseñe, sino que toma siempre la iniciativa y va entrando en nuestros corazones. A veces creemos que debemos rogar y rogar para que Dios entre en nuestras vidas, pero la realidad es que Él está siempre presente dentro de nosotros, lo único que Él espera es que reconozcamos su presencia y le dejemos obrar.
Hacia el final este pasaje nos dice que la multitud lo escuchaba con agrado. Ojalá también nosotros tengamos el deseo de escucharle sabiendo que lo que Él nos diga, nos va a ser de gran ayuda.
«Dejarse sorprender por Dios, no le tengas miedo a las sorpresas. Que te mueven el piso, ¿eh? Nos ponen inseguros, pero nos meten en camino. El verdadero amor te lleva a quemar la vida, aun a riesgo de quedarte con las manos vacías. Pensemos en san Francisco. Dejó todo. Murió con las manos vacías, pero con el corazón lleno. ¿De acuerdo? No jóvenes de museo, sino jóvenes sabios. Y para ser sabios, usad los tres lenguajes: pensar bien, sentir bien y hacer bien. Y para ser sabios, dejarse sorprender por el amor de Dios. »
(Mensaje de S.S. Francisco, 18 de enero de 2015).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy rezaré un Padre Nuestro, pidiendo a Dios que me permita escucharle con agrado.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.