Una experiencia espiritual profunda, de asombro y admiración es lo que ofrece la exposición: “¿Quién es el Hombre de la Sábana Santa?”, en Chile, gracias al esfuerzo conjunto de la Universidad Finis Terrae y la Fundación Isabel Aninat Echazarreta, quienes ofrecen un recorrido virtual por esta muestra, pensado especialmente para que la comunidad pueda acercarse al mensaje de Cristo en Semana Santa haciendo una visita por los medios electrónicos.
La exposición cuenta entre sus piezas centrales con un facsímil oficial del Santo Sudario, del Museo Della Sindone de Turín, promoviendo la reflexión en torno al misterio que circunda a uno de los objetos arqueológicos más estudiados de la historia.
Además de la Síndone que fue utilizada para envolver a Jesús después de haber sido descolgado de la cruz, también se expone una réplica del Santo Sepulcro, modelo a escala impreso en 3D; una escultura de bronce del cuerpo completo, y en tamaño natural, del hombre de la Sábana Santa del escultor italiano Luigi Mattei; hologramas que permiten visualizar la parte frontal y dorsal del cuerpo a tamaño real; una réplica de la corona de espinas hecha en Israel y duplicados de otros elementos como clavos, látigos y punta de lanza.
La visita virtual está disponible en el sitio finisterrae.cl/sabanasanta donde también se puede descargar el folleto digital. Informaciones en: [email protected]
La crisis mundial que estamos viviendo requiere también volver la mirada hacia lo trascendental.
Según la tradición, la Síndone o Sábana Santa es el lienzo funerario en el cual Jesús fue envuelto después de haber sido descolgado de la cruz y colocado en el sepulcro. Esto corresponde al relato de los evangelios, según los cuales José de Arimatea depositó el cuerpo de Jesús en el sepulcro después de haberlo envuelto en una “Síndone”.
La Sábana Santa es un lienzo de lino tejido con una trama a espina de pez que mide 4,36 m de largo y 1,10 m de ancho. Durante la ostensión de 1898 en Turín, el abogado italiano Secondo Pia fue autorizado a fotografiar la Sábana Santa. Fue en ese momento donde vio formarse sobre el negativo fotográfico la figura positiva de un hombre con un rostro evidente, impresionante y majestuoso; las huellas sobre la Sábana Santa se comportaron de modo semejante a una imagen en negativo natural; excepción hecha de las manchas de sangre de las heridas.