Regnum Christi Internacional

Viviendo la vocación consagrada al servicio del Evangelio: Jubileos de obispos, sacerdotes y seminaristas

En una sociedad que clama por sentido y esperanza, los Legionarios de Cristo participan en estas celebraciones jubilares como signo de continuidad y fidelidad a una vocación que busca, con humildad y entrega, hacer presente el Reino de Cristo en cada rincón donde son enviados.
Viviendo la vocación consagrada al servicio del Evangelio

¿Qué significa ser sacerdote hoy en el Regnum Christi? ¿Cómo se vive la vocación al ministerio ordenado? En el horizonte de los jubileos de seminaristas, obispos y sacerdotes, la vocación consagrada a la vida sacerdotal se celebra como un momento de renovación espiritual y eclesial. Los Legionarios de Cristo, participan en estas conmemoraciones viviendo su entrega con un renovado impulso evangelizador en una misión que une formación, disponibilidad a la misión y presencia en los apostolados donde trabajan pastoralmente en los distintos territorios donde tienen presencia.

«El Señor nos ha querido precisamente en este tiempo lleno de desafíos que, a veces, nos parecen más grandes que nuestras fuerzas. Estamos llamados a abrazar estos desafíos, a interpretarlos evangélicamente, a vivirlos como ocasiones de testimonio. ¡No huyamos ante ellos!», exhortó el Papa León XIV el 12 de junio de 2025 al clero de Roma, invitando a abrazar con valentía el contexto actual como una oportunidad de testimonio. En este horizonte de entrega y misión, el Jubileo de los seminaristas (23 y 24 de junio), el de los obispos (25 de junio) y el de los sacerdotes (25 al 27 de junio) se celebra como un tiempo de renovación para quienes han recibido la vocación al ministerio del orden sacerdotal. Los Legionarios de Cristo se suman a la celebración jubilar de obispos, sacerdotes y seminaristas y que, desde un mismo carisma, viven su vocación al servicio del Evangelio.

Viviendo la vocación consagrada al servicio del Evangelio
Crédito de la imagen: Legionarios de Cristo.

Un llamado, una misión

Los Legionarios de Cristo son un instituto religioso clerical de derecho pontificio, constituido por sacerdotes y candidatos al sacerdocio. Pertenecen, constitutivamente, a la familia espiritual y cuerpo apostólico del Regnum Christi. En el número 2 de las Constituciones de los legionarios se indica que la finalidad «de la Congregación de los Legionarios de Cristo es dar gloria a Dios y buscar que Cristo reine en la vida de sus miembros, en el corazón de los hombres y en la sociedad». Asimismo, en el mismo número de sus Constituciones, se destaca que buscan «la propia santificación en el seguimiento de Cristo mediante la profesión y vivencia de los consejos evangélicos, la vida fraterna en común y una ardiente acción apostólica».

Como miembro de un instituto clerical, el legionario es también sacerdote. Así, existe una relación íntima entre su vida espiritual y el ejercicio fructuoso de su ministerio. Los presbíteros existen y actúan para el anuncio del Evangelio al mundo y para la edificación de la Iglesia, personificando a Cristo, Cabeza y Pastor, y en su nombre. Su vocación sacerdotal se expresa en el servicio que están llamados a desempeñar en favor de los fieles: el sacerdote es ministro de la misericordia, da a los hombres el pan de Dios que baja del cielo y da vida al mundo (Jn 6, 33), y predica la Palabra. Dado que comunica las cosas de Dios sólo podrá hallar su plenitud si es de verdad un hombre de Dios (2Tim 3, 17).

En su Ratio Institutionis «Christus Vita Vestra», número 106, se especifica que «el nombre “legionario de Cristo”, más que dar a entender cuál es la misión propia del instituto, apunta a un estilo que identifica a sus miembros». Además, en el número 109 se menciona que la misión del legionario es «proponer a los hombres que acojan en sus vidas el Reino de Cristo».

Viviendo la vocación consagrada al servicio del Evangelio
En comunión con todos, los legionarios colaboran en la formación integral, la dirección y la proyección apostólica de los fieles asociados del Regnum Christi.

Lo qué dicen algunos legionarios

«Trece años es mucho tiempo, pero tampoco demasiado; una vida que inicia pero que aún – si Dios así lo permite – todavía con mucho por recorrer», comenta el P. José Gustavo Cerros, L.C., de El Salvador. «Los sacerdotes legionarios que conocí encarnaron con sus más y sus menos, a ese Jesús Amigo con el que había crecido. Me sentí en casa, me di cuenta de que estaba con los amigos de mi Amigo», afirma.

«Estaba muy nervioso, porque irme de religioso era como volver a empezar, tendría que volver a estudiar, y la formación legionaria yo sabía que sería larga. Era comenzar de cero a los 28 años. Le pedía luz a Dios para hacer lo correcto. Luego de confesarme me fui a rezar delante del Santísimo Sacramento que estaba expuesto y, para mi sorpresa, una persona conocida se me acercó a saludarme. Hablamos bajito un rato delante de Cristo. Yo le conté que estaba muy bien, que estaba trabajando y que estaba haciendo un curso de Biblia por internet. Cuando le conté esto, me miró y me dijo: “Joel, si eso es lo que realmente le gusta, ¿por qué no se va al seminario?”. Yo empecé a reírme. Jesús me estaba diciendo que dejara el miedo, que sí, que me quería sacerdote», dice en su historia vocacional el P. Joel Ruiz, L.C., de Venezuela.

«Estoy feliz y orgulloso de pertenecer a los Legionarios de Cristo. Amo su carisma, su misión y tengo la firme esperanza de que nuestro Señor la haga avanzar para ser un buen instrumento para la salvación de muchas almas», comenta el P. Matthew Bender, L.C., de Estados Unidos.

«Es una conmoción que nunca me hubiera imaginado ni sospechado, porque tantas situaciones y dificultades y problemas que ha habido y que sean 23, más otro que se ordenó en El Salvador, es una maravilla y es la presencia, la gracia de un carisma genuino que hay que salvar, como lo dijo el Papa Benedicto y ahí está la prueba, que sí hay un carisma vocacional, una chispa fundacional, un regalo de Dios a la Iglesia a través de la Legión de Cristo. Es una gran alegría, un gran gozo y una gran esperanza. Somos peregrinos de esperanza buscando los signos de la esperanza y aquí hay un signo», comentó Mons. Pedro Pablo Elizondo, L.C. al ordenar a 23 legionarios de Cristo en Roma en 2025.

Viviendo la vocación consagrada al servicio del Evangelio
Como miembro de un instituto clerical, el legionario es también sacerdote.

Legionarios en el mundo

Al cierre de 2024, se cuentan con 1,309 legionarios en los distintos territorios donde tienen presencia. Cuentan con 5 noviciados, 7 centros vocacionales, 1 centro de humanidades, 1 filosofado y 1 teologado. Cuenta entre sus filas con 3 obispos (de los cuales 2 son cardenales sirviendo en la curia romana), 1,033 sacerdotes, 226 religiosos en formación rumbo al sacerdocio y 47 novicios.

¿En qué territorios están presentes? Brasil, Chile, Colombia-Venezuela, España, Europa, Italia, México, México Norte, Norteamérica y en la Sede de la Dirección General. ¿Y cuáles son sus etapas de formación? Inician con el candidatado, que es un periodo para el discernimiento de la vocación previo al noviciado. Después del noviciado, hacen su primera profesión religiosa e inician los estudios de humanidades. Una vez concluidas las humanidades, empiezan sus estudios de filosofía y en este periodo se suele hacer la renovación temporal de sus votos religiosos. Seguido a la filosofía se tienen las prácticas apostólicas donde los religiosos salen a hacer apostolado en los territorios donde tienen presencia. Al concluir las prácticas apostólicas, empiezan sus estudios de teología y es cuando los religiosos hacen ya la profesión perpetua de sus votos, reciben los ministerios del acolitado y lectorado. El siguiente paso: el diaconado y posteriormente, la ordenación sacerdotal. Los legionarios dedican, por lo general, un promedio de 14 años de formación desde que ingresan al noviciado hasta que reciben la ordenación sacerdotal.

¿En dónde tienen noviciados? En Monterrey, México. En Cheshire, Estados Unidos. En Rionegro, Colombia. En São Paulo, Brasil. Y en Europa se localiza en Madrid, España. Las humanidades las estudian en Cheshire, Estados Unidos. La filosofía y teología en Roma. ¿Y esos son todos los estudios? No. Después de la ordenación sacerdotal continúa la formación permanente y también cuentan con un periodo de renovación sacerdotal.

En una sociedad que clama por sentido y esperanza, los Legionarios de Cristo participan en estas celebraciones jubilares como signo de continuidad y fidelidad a una vocación que busca, con humildad y entrega, hacer presente el Reino de Cristo en cada rincón donde son enviados. Conscientes del camino que recorren, también como «peregrinos de esperanza», están dispuestos a dejarse moldear por la gracia del Espíritu Santo para servir con un corazón sacerdotal al mundo y a la Iglesia.

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