¿Puedo estudiar sobre exorcismos y oración de liberación? Sí, siempre y cuando cumplas con unos requisitos. El Ateneo Pontificio Regina Apostolorum de Roma, presenta su XIX edición del curso sobre el ministerio del exorcismo y la oración de liberación, dirigido a sacerdotes, laicos y miembros de otras confesiones religiosas.
El curso es presencial, se llevará a cabo del 12 al 16 de mayo de 2025 y las inscripciones estarán abiertas hasta el 5 de mayo. El programa se realiza en colaboración con el Grupo de Investigación e Información Socio-religiosa (GRIS) de Bolonia y abordará sistemáticamente los aspectos antropológicos, fenomenológicos, sociales, teológicos, litúrgicos, canónicos, pastoral, espiritual, médica, neurocientífica, farmacológica, simbólica, criminológica, jurídica y jurídica del ministerio del exorcismo y la oración de liberación. El curso se tendrá en italiano con traducción simultánea al español e inglés.
¿Quiénes pueden acceder al curso?
Sacerdotes católicos con un “celebret” vigente y, en caso de que el “celebret” no tenga fecha de vencimiento, se requiere una carta de recomendación de su obispo o superior.
Laicos católicos con una carta de autorización para hacer el curso de una autoridad eclesiástica, firmada por el obispo de la diócesis o por un sacerdote católico, refrendada y sellada por el obispo. Asimismo, necesitan presentar una declaración que explique la intención y los motivos por los que desean participar en el curso.
Laicos y clérigos de otras confesiones religiosas que presenten una carta de autorización de parte de una autoridad eclesiástica católica y una declaración que explique la intención y motivos por los que desean participar en el curso, según se explica en el documento «Normas de aplicación de la Constitución Apostólica Veritatis Gaudium», Sección IV, Art. 26 §1.1: «Con respecto a los estudiantes no católicos, podrán ser admitidos en un Instituto de Estudios Eclesiásticos solo tras una presentación escrita de una Autoridad eclesiástica católica que garantice su rectitud moral y su disposición benevolente hacia la Iglesia».
Todos deben llenar un formulario de inscripción que se puede hacer en línea, en la página del Ateneo.
Con motivo del Año Jubilar, este año el curso concluirá con un evento especial: el paso por la Puerta Santa y la celebración de la Santa Misa en la Basílica de San Pedro, prevista para el sábado, 17 de mayo, a las 11:00 a.m. (hora de Roma). Será un momento de recogimiento y oración para quienes deseen concluir el recorrido formativo con una solemne celebración jubilar.
Para saber más del curso, sus formularios de inscripción y el costo, accede a este enlace.

Aclarando los términos
¿Qué diferencia hay entre un exorcismo y una oración de liberación? En la enseñanza de la Iglesia Católica, tanto el exorcismo como la oración de liberación son prácticas espirituales destinadas a combatir la influencia del Maligno, pero difieren en su naturaleza, autoridad y aplicación.
Según el Catecismo de la Iglesia Católica, «Cuando la Iglesia pide públicamente y con autoridad, en nombre de Jesucristo, que una persona o un objeto sea protegido contra las asechanzas del Maligno y sustraída a su dominio, se habla de exorcismo. Jesús lo practicó (cf Mc 1,25-26; etc.), de Él tiene la Iglesia el poder y el oficio de exorcizar (cf Mc 3,15; 6,7.13; 16,17). En forma simple, el exorcismo tiene lugar en la celebración del Bautismo. El exorcismo solemne llamado “el gran exorcismo” sólo puede ser practicado por un sacerdote y con el permiso del obispo. En estos casos es preciso proceder con prudencia, observando estrictamente las reglas establecidas por la Iglesia. El exorcismo intenta expulsar a los demonios o liberar del dominio demoníaco gracias a la autoridad espiritual que Jesús ha confiado a su Iglesia. Muy distinto es el caso de las enfermedades, sobre todo psíquicas, cuyo cuidado pertenece a la ciencia médica. Por tanto, es importante, asegurarse, antes de celebrar el exorcismo, de que se trata de una presencia del Maligno y no de una enfermedad» (CIC n. 1673).
En cuanto a la oración de liberación, está dentro de las prácticas de oración y bendiciones que la Iglesia utiliza para pedir la protección y liberación de influencias malignas, aunque sin la estructura formal y la autoridad específica de un exorcismo solemne. A diferencia del exorcismo que solo puede ser realizado por un sacerdote autorizado por su obispo, la oración de liberación puede ser realizada por un sacerdote, persona consagrada, seminarista o cualquier fiel cristiano, ya sea de forma individual o comunitaria, y no requiere autorización especial. Estas oraciones buscan el alivio y la protección de la persona afectada, confiando en la misericordia y el poder de Dios.
Es fundamental comprender estas diferencias para abordar adecuadamente las situaciones espirituales adversas, siempre bajo la guía y enseñanza de la Iglesia y, sobre todo, contar con una buena formación para no caer en excesos o incluso desvíos doctrinales.
(Imagen de portada: capilla del Colegio Internacional Legionarios de Cristo, de Roma)