15 de junio – Según su Corazón.
H. Axel Hernández, L.C.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, ayúdame a confiar en Ti, sin límites.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Mateo 5, 38-42
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Ustedes han oído que se dijo: Ojo por ojo, diente por diente; pero yo les digo que no hagan resistencia al hombre malo. Si alguno te golpea en la mejilla derecha, preséntale también la izquierda; al que te quiera demandar en juicio para quitarte la túnica, cédele también el manto. Si alguno te obliga a caminar mil pasos en su servicio, camina con él dos mil. Al que te pide, dale; y al que quiere que le prestes, no le vuelvas la espalda”.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
En nuestra vida existen circunstancias de las cuales no podemos tener el control, sin embargo, sí contamos con la libertad interior de responder a estas con amor. Hacernos vulnerables es uno de los riesgos que hemos de tomar para poder amar. La Iglesia está construida por personas que han sido capaces de donarse a sí mismas, sacrificando sus planes y haciéndose vulnerables. Pensemos, por ejemplo, en María quien supo renunciar a sus planes para cumplir la voluntad de Dios, en los apóstoles que dejaron todo para seguir a Jesús y en tantos otros mártires y santos que han sabido responder con amor a tantas adversidades que han encontrado en este mundo. Responder de esta forma es posible, no por nuestras propias fuerzas, sino por la ayuda de Dios en donde encontramos el amor más sincero, auténtico, gratuito, paciente e incondicional, dispuesto a dar la vida por nosotros a pesar de recibir todo maltrato y desprecio.
Sin personas generosas y disponibles a amar como Jesús, la Iglesia no estaría de pie. Hoy, el Espíritu continúa inspirando en nuestras almas el anhelo profundo de poder ser testigo de su amor y a responder, no con los criterios de este mundo, sino con los criterios del corazón de Jesús. Pidamos a Jesús que nos ayude a formar un corazón como el suyo. Sagrado Corazón de Jesús, ¡haz mi corazón semejante al tuyo!
«Podríamos pensar que esta enseñanza de Jesús esconde una estrategia: al final, el malvado se dará por vencido. Pero no es este el motivo por el que Jesús pide que amemos incluso a los que nos hacen daño. Entonces, ¿cuál es la razón? Que el Padre, nuestro Padre, ama siempre a todos, aun cuando no es correspondido. Él “hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos”. Y hoy, en la primera lectura, nos dice: “Sed santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo”; en otras palabras: “Vivid como yo, buscad lo que yo busco”. Así lo hizo Jesús. No señaló con el dedo a los que lo condenaron injustamente y lo mataron de manera cruel, sino que les abrió los brazos en la cruz. Y perdonó a quienes lo crucificaron. Entonces, si queremos ser discípulos de Cristo, si queremos llamarnos cristianos, este es el camino, no hay otro. Amados por Dios, estamos llamados a amar; perdonados, a perdonar; tocados por el amor, a dar amor sin esperar a que comiencen los otros; salvados gratuitamente, a no buscar ningún beneficio en el bien que hacemos.»
(Homilía SS Francisco, 23 de febrero de 2020)
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hacer una jaculatoria al Sagrado Corazón de Jesús para unirme a su corazón durante un momento del día
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.