Miércoles 25 de mayo – La pedagogía del verdadero amor.
H. Iván Yoed Glez. LC
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, esta oración quiero realizarla contemplando un crucifijo. De la cruz puedo alcanzar a vislumbrar mejor tu amor. No vengo a presentarme ante un falso dios, que mueve el universo con la punta de su dedo, vengo a presentarme ante el Único Dios, aquél que se hizo hombre, aquél que más que simplemente decidir venir al mundo, quiso cargar con el tosco leño en cruz de mis pecados, para mostrarme el verdadero amor. Vengo ante Ti, a agradecer tu amor, y a retirar de la fuente eterna de tu corazón los sentimientos que me impulsen a entregarme plenamente en mi misión.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Marcos 10, 32-45
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos iban camino subiendo a Jerusalén y Jesús se les iba adelantando. Los discípulos estaban sorprendidos y la gente que lo seguía tenía miedo. Él se llevó aparte otra vez a los Doce y se puso a decirles lo que le iba a suceder: “Ya ven que estamos subiendo a Jerusalén y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas; van a condenarlo a muerte y a entregarlo a los paganos; se van a burlar de él, van a escupirlo, a azotarlo y a matarlo; pero al tercer día resucitará”.
Entonces se acercaron a Jesús Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, y le dijeron: “Maestro, queremos que nos concedas lo que vamos a pedirte”. Él les dijo: “¿Qué es lo que desean?” Le respondieron: ‘Concede que nos sentemos uno a tu derecha y otro a tu izquierda, cuando estés en tu gloria”. Jesús les replicó: “No saben lo que piden. ¿Podrán pasar la prueba que yo voy a pasar y recibir el bautismo con que seré bautizado?” Le respondieron: “Sí podemos”. Y Jesús les dijo: “Ciertamente pasarán la prueba que yo voy a pasar y recibirán el bautismo con que yo seré bautizado; pero eso de sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; eso es para quienes está reservado”.
Cuando los otros diez apóstoles oyeron esto, se indignaron contra Santiago y Juan. Jesús reunió entonces a los Doce y les dijo: “Ya saben que los jefes de las naciones las gobiernan como si fueran sus dueños y los poderosos las oprimen. Pero no debe ser así entre ustedes. Al contrario: el que quiera ser grande entre ustedes que sea su servidor, y el que quiera ser el primero, que sea el esclavo de todos, así como el Hijo del hombre, que no ha venido a que lo sirvan, sino a servir y a dar su vida por la redención de todos”.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Dios mío, Jesucristo, viniste al mundo con la grandeza de Dios y, sin embargo, quisiste hallarte entre pañales acostado en un pesebre y ser mecido en las manos de una pobre jovencita virgen. Con la grandeza de Dios viniste al mundo y quisiste vivir en Nazaret bajo obediencia al santo carpintero. Con grandeza de Dios viniste al mundo y quisiste enseñarme todo un camino de humildad. Quisiste enseñarme que tu grandeza divina no es como la grandeza del mundo. La grandeza del mundo es poder, tu grandeza es humildad. La grandeza del mundo es opresión, tu grandeza es misericordia. La grandeza del mundo es poseer, tu grandeza consiste en dar. La grandeza del mundo es intransigencia, tu grandeza es perdón. La grandeza del mundo es ser servido, tu grandeza es servir, tu grandeza es amar, tu grandeza la marcaste amándome al extremo, viviendo por mí, muriendo por mí en la cruz.
Enséñame a confiar en tu pedagogía, en la pedagogía del verdadero amor. Quiero caminar el sendero que con divina grandeza tus pies marcaron y deseo concluirlo en donde fueron elevados: en la cruz. Así sea.
«Con la imagen del cáliz, les da la posibilidad de asociarse completamente a su destino de sufrimiento, pero sin garantizarles los puestos de honor que ambicionaban. Su respuesta es una invitación a seguirlo por la vía del amor y el servicio, rechazando la tentación mundana de querer sobresalir y mandar sobre los demás.
Frente a los que luchan por alcanzar el poder y el éxito, para hacerse ver, frente a los que quieren ser reconocidos por sus propios méritos y trabajos, los discípulos están llamados a hacer lo contrario.»
(Homilía de S.S. Francisco, 18 de octubre de 2015).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Señor, colocaré un crucifijo en mi casa que me ayude a recordar tu amor por mí y cuál fue el camino que viniste a marcarnos como cristianos. Quiero caminar en tu imitación constante, amar como Tú amaste y proclamar tu amor activamente.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.