970 misioneros contagian la pasión por Cristo colaborando con los párrocos en zonas rurales de 12 provincias de España
En este año, en el que Juventud y Familia Misionera cumple 25 años en España, 157 familias y 232 jóvenes, en total 970 personas, han decidido salir de sus casas para compartir esta Semana Santa su pasión por Cristo, y contagiar el amor de Dios ayudando a 22 párrocos en zonas rurales de 12 provincias bajo el lema “Apasionante”.
“Las misiones de Semana Santa tienen un objetivo principal: ayudar a los párrocos en un momento de tanta carga pastoral como es la Semana Santa”, ha respondido este Martes Santo Jorge Barco, director de Familia Misionera, a las preguntas del periodista José Luis Restán en los micrófonos de la cadena COPE.
Se trata de un apostolado que “tiene su origen en el Papa san Juan Pablo II y en su llamamiento a la Nueva Evangelización con nuevo ardor, nuevos métodos y nuevas expresiones”, explica, y con «pilar que consiste en compartir esta experiencia con otras familias, porque las familias necesitamos estar cerca de otras familias para compartir la fe, transmitirla a nuestros hijos, y anunciar a Cristo”. Él y su mujer irán de misiones con sus 6 hijos a Burgohondo (Ávila) donde con otras 21 familias apoyarán a don Federico, el párroco del lugar.
“Quien ve a un cristiano ve a Cristo mismo”
Muchas familias van de misiones para dar testimonio a sus hijos, para enseñarles a vivir la fe en primera persona y al servicio de los párrocos, y para compartir la fe con otras familias. “Desde nuestro primer año de matrimonio teníamos claro que queríamos vivir la Semana Santa como misioneros”, cuentan Marilys y Javier, de Valencia. Tienen tres hijos y van de misiones a la zona de Viver, Villanueva de Viver, Fuente la Reina y los Calpes, en la diócesis de Segorbe Castellón, para ayudar a don Alexander Alzate, el párroco: “Uno de los momentos que más nos han impactado en estos tres años fue cuando unos niños del pueblo, viendo la alegría y el recogimiento del grupo, se acercaron a preguntarnos qué era lo que hacíamos”, cuentan. “Nuestros hijos misioneros fueron explicándoles con mucha sencillez lo que allí estaba ocurriendo. Les regalamos un Rosario y nos pidieron que les enseñáramos a rezarlo, pues nunca habían oído hablar del Padre Nuestro o del Avemaría”, recuerdan.
Don Alexander Alzate, de 37 años, cuenta que las familias misioneras son “una presencia que ilusiona, que llama e invita al seguimiento de Jesús” a sus feligreses. Asegura que muestran “algo distinto”, “que la gente se cuestiona” y que “no se queda indiferente”. “En definitiva, ver cristianos es lo que hace despertar el deseo de serlo, pues quien ve a un cristiano ve a Cristo mismo”, concluye.
Muchas familias misioneras proceden de los colegios Regnum Christi de España, como Everest Monteclaro, Highlands Los Fresnos, Highlands El Encinar, Highlands Sevilla, Cumbres School Valencia, Reial Monestir de Santa Isabel o Highlands Barcelona.
Jóvenes: un encuentro con Cristo más profundo que les impulsa a evangelizar
Jorge Barco también ha señalado en su entrevista a la cadena COPE que «todo comienza en la familia, y es ahí donde los niños ven cómo para sus padres es importante la Semana Santa, y no solo la Semana Santa, sino también ponerse al servicio de la Iglesia, y por eso -continua el director de Familia Misionera- cuando llegan los hijos a las edades de 16 o 17 años ellos van a Juventud Misionera». Por eso hacer la experiencia de ser cristiano con una nueva madurez es algo que destacan los jóvenes cuando van de misiones. Se lanzan a evangelizar, y se encuentran con Cristo más profundamente: “Lo que he descubierto, gracias a los que me han acompañado esta Semana Santa, es que ser cristiano implica dar a conocer a todo el mundo el amor de Cristo, tanto con nuestro ejemplo de vida como recordárselo de vez en cuando a los que nos rodean. En una palabra: evangelizar”, dice Jaime, de Bilbao, que estuvo de misiones en Murcia el año pasado.
Datos de las Misiones de Semana Santa 2019 en España (a 12 de abril de 2019)
A Murcia acudieron 149 jóvenes y adolescentes de toda España para apoyar en 5 parroquias de Cartagena. Otros pequeños grupos misionaron en Solsona (Lérida) y Ponferrada (León). Huesca acogió a 36 adolescentes que apoyaron en pueblos de la diócesis de Barbastro-Monzón y, por su parte, 157 familias (302 adultos y 374 niños) ayudaron a párrocos en zonas rurales de Asturias, Ávila, Albacete, Castellón, Cáceres, Gerona, Huesca, León, Lérida, Ponferrada, Segovia y Teruel. Con los misioneros también participaron en las misiones unos 31 legionarios de Cristo y 30 consagradas y laicos consagrados del Regnum Christi.