Viernes 8 de julio de 2022 – «En medio de lobos»

Iván Virgen , LC

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Dame fuerza, Señor, para caminar a tu lado aún y cuando sea muy difícil. Dame la gracia de jamás separarme de ti.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Mateo 10,16-23

En aquel tiempo dijo Jesús a sus apóstoles: «Mirad que os mando como ovejas entre lobos; por eso, sed sagaces como serpientes y sencillos como palomas. Pero no os fiéis de la gente, porque os entregarán a los tribunales, os azotarán en las sinagogas y os harán comparecer ante gobernadores y reyes por mi causa; así daréis testimonio ante ellos y ante los gentiles. Cuando os arresten, no os preocupéis de lo que vais a decir o de cómo lo diréis; en su momento se os sugerirá lo que tenéis que decir; no seréis vosotros los que habléis, el Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros. Los hermanos entregarán a sus hermanos para que los maten, los padres a los hijos; se rebelarán los hijos contra sus padres y los matarán. Todos os odiarán por mi nombre: el que persevere hasta el final, se salvará. Cuando os persigan en una ciudad, huid a otra. Creedme, no terminaréis con las ciudades de Israel antes de que vuelva el Hijo del hombre».

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

Seguir a Cristo parece muy difícil. En efecto, Él no esconde los retos a los que se deben enfrentar sus discípulos, es claro y directo. No obstante, tengamos en cuenta que nadie deja algo bueno por algo peor. Si Cristo nos dice abiertamente las dificultades a las que se enfrentarán sus seguidores es porque nos ofrece algo que es todavía mejor o porque simplemente está loco. Por la fe sabemos que Jesucristo resucitó y que sin su resurrección no tiene sentido la cruz, por lo que debemos tener siempre presente que por más dificultades que tengamos, la gloria de estar con Él siempre será mucho mayor. Hoy es un día para mirar con optimismo todas las dificultades a las que nos enfrentamos. Pero recordemos, Él incluso está ahí para decirnos cómo actuar, qué decir. Nunca estamos solos.

«Los apóstoles, que vieron con los propios ojos al Cristo resucitado, no podían callar su extraordinaria experiencia. Él se había mostrado a ellos para que la verdad de su resurrección llegara a todos mediante su testimonio. Y la Iglesia tiene la tarea de prolongar en el tiempo esta misión; cada bautizado está llamado a dar testimonio, con las palabras y con la vida, que Jesús ha resucitado, que Jesús está vivo y presente en medio de nosotros. Todos nosotros estamos llamados a dar testimonio de que Jesús está vivo». (S.S. Francisco, Regina Caeli del 19 de abril de 2015).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Si me encuentro en una ocasión difícil el día de hoy, dedicaré un momento a pedir luz a Dios para que me guíe con su palabra.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

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