Martes 21 de febrero de 2023 – «El secreto para ser el mejor»
Bertha Del Toro Rodríguez, CRC
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Comienzo este momento de oración recogiendo mis pensamientos, mi imaginación y preocupaciones y las abandono en ti. Descanso en tu misericordia y en tu mirada para dedicarme solo a ti y me dispongo con fe a escuchar tu palabra.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Marcos 9, 30-37
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se marcharon de la montaña y atravesaron Galilea; no quería que nadie se enterase, porque iba instruyendo a sus discípulos. Les decía: «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán; y, después de muerto, a los tres días resucitará». Pero no entendían aquello, y les daba miedo preguntarle. Llegaron a Cafarnaún, y, una vez en casa, les preguntó: «¿De qué discutíais por el camino?». Ellos no contestaron, pues por el camino habían discutido quién era el más importante. Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: «Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos». Y, acercando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: «El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mí no me acoge a mí, sino al que me ha enviado».
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Me llama la atención en este pasaje donde Tú vienes anunciando tu próxima pasión y los discípulos vienen discutiendo sobre quién es el más importante. Les hablabas de lo íntimo de tu corazón y ellos no conseguían entender, quizá porque habían visto tu gloria en el tabor o se deslumbraban ante tus milagros. ¿Será que yo también evado tu voz cuando me hablas de la cruz? ¿Cómo acojo yo tu palabra cuando no coincide con mis planes?
Tú sales al paso de sus miedos y dudas. Pasas por alto su incomprensión y les formas con paciencia. Me pregunto: ¿sé confiarte mis miedos y dudas cuando no entiendo lo que permites en mi vida? ¿A quién recurro si no? ¿Creo en los momentos de duda y actúo a pesar del miedo?
Los discípulos querían ser los primeros en todo, buscaban un lugar de privilegio y ser tenidos en cuenta más que los demás. Es una tendencia muy humana que ha logrado entrar en mí también. El deseo de figurar, de lucir, de ser tenido en cuenta, de ser honrado…se disfraza y me nubla mis buenos propósitos de servir a todos.
Cuando me pones el paradigma de ser el último para ser el primero y de servir para reinar, entiendo el secreto de la grandeza y me pongo en camino para tomarme en serio la virtud del servicio para ser agradable al Padre. Dame tu gracia.
«Si quieres ser el primero, tienes que ir al final de la fila, ser el último y servir a todos. Con esta frase lapidaria, el Señor inaugura una inversión: da un vuelco a los criterios que marcan lo que realmente cuenta. El valor de una persona ya no depende del papel que desempeña, del éxito que tiene, del trabajo que hace, del dinero que tiene en el banco; no, no depende de eso; la grandeza y el éxito, a los ojos de Dios, tienen otro rasero: se miden por el servicio. No por lo que se tiene, sino por lo que se da. ¿Quieres sobresalir? Sirve. Este es el camino». (S.S. Francisco, Ángelus del 19 de septiembre de 2021).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Haré un acto de servicio con quien más me cueste, recordaré que así seré grande a los ojos de Dios.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.