Viernes 24 de febrero de 2023 – «El verdadero ayuno»
Bertha del Toro Rodríguez, CRC
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Deseo estar contigo en este momento de oración. Me hago consciente de tu presencia, de tu mirada, de tu amor. Recojo mis pensamientos, y me dispongo a escuchar tu palabra, sabiendo que eres Tú quien me habla y me guía.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Mateo 9, 14-15
En aquel tiempo, se acercaron los discípulos de Juan a Jesús, preguntándole: «¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?». Jesús les dijo: «¿Es que pueden guardar luto los invitados a la boda, mientras el novio está con ellos? Llegará un día en que se lleven al novio, y entonces ayunarán».
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Contemplo cómo todas tus acciones son observadas y juzgadas. Les sorprendía verte disfrutar con tus discípulos. A esta pregunta de, ¿por qué no ayunan tus discípulos? Respondes comparando tu compañía a una fiesta de bodas con el novio. Me parece entender lo que quieres decir. Si estoy en vida de gracia y vivo de acuerdo con tus deseos, no tengo motivos para estar triste. Es decir, el ayuno lo comparas al luto por la ausencia del novio. Cuando no tenemos tu cercanía, no hay vida de gracia, hay que orar y ayunar para tener dominio sobre las obras de la carne. Quizás la pregunta que me puedo hacer ahora es ¿qué tanto mi cercanía contigo es auténtica?
Quizás me siento bien porque no hago mal a nadie de forma grave, pero puedo no acercarme con frecuencia a la confesión, o dejar con facilidad la oración, o las buenas obras. Las pequeñas virtudes son sencillas, pues están a mi alcance, cada día y cada minuto. Siempre hay algo que puede ser motivo para unir, para perdonar o compartir… ¿Qué me cuesta más en la vida diaria?
Hoy me haces una invitación especial para excusar las faltas ajenas, reducirlas a menos e incluso perdonarlas. Este es el ayuno que Tú me pides. Estos son los momentos para alegrarme por tu cercanía y para estar presente como hermano y no como juez.
«No nos cansemos de extirpar el mal de nuestra vida. Que el ayuno corporal que la Iglesia nos pide en Cuaresma fortalezca nuestro espíritu para la lucha contra el pecado. No nos cansemos de pedir perdón en el sacramento de la Penitencia y la Reconciliación, sabiendo que Dios nunca se cansa de perdonar». (S.S. Francisco, Mensaje para la Cuaresma 2022).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Buscaré escuchar con paciencia a las personas sobre todo si me cuesta, para hacerles sentir tu amor y consolarte así en esta Cuaresma.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.