Carta del Cardenal De Paolis a los consagrados y consagradas del Regnum Christi

Roma, 16 de febrero de 2012. El Delegado Pontificio para la Legión de Cristo y el Regnum Christi, Card. Velasio De Paolis, C.S., acaba de enviar la siguiente carta a todos los consagrados y consagradas del Regnum Christi, manifestándoles su cercanía, aclarando algunas inquietudes y anotando disposiciones para el camino de reflexión y renovación en el que se encuentran actualmente.

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(TRADUCCIÓN DEL ORIGINAL ITALIANO)

Roma, 15 de febrero de 2012

Queridas consagradas y queridos consagrados en el Regnum Christi:

El Visitador Apostólico entregó la relación conclusiva de su visita en el mes de septiembre de 2011. Se la agradecimos y nos pusimos a estudiarla. Él subraya muchas cosas buenas; pero con ellas señala también no pocas que corregir o mejorar. En obediencia al encargo recibido de la Santa Sede hemos puesto manos a la obra para emprender el camino de discernimiento. Los comienzos han sido más bien trabajosos. A medida que avanzábamos el camino se ha ido clarificando.

Nos hemos dado cuenta de que era necesaria ante todo una “fase iluminativa” que nos permitiese especificar más claramente la vía por recorrer. Por eso hemos hecho el esfuerzo de reunirnos, ayudarnos y sostenernos en la voluntad de renovar nuestra adhesión a la consagración en el Regnum Christi. Los encuentros tenidos con este fin en México y en Brasil bajo la guía del P. Ghirlanda, y aquí en Roma, guiados por mí con la ayuda del P. Agostino Montan, han sido, en boca de todos, sumamente positivos. Los hemos concluido convencidos de que la reflexión sobre la vocación a la vida consagrada en el Regnum Christi va por buen camino, que vuestra vocación es auténtica, reavivando así el compromiso de custodiarla y de perseverar en ella.

Al reflexionar sobre la vocación a la vida consagrada laical en el Regnum Christi en unión con la Legión de Cristo, hemos encontrado puntos de sustancial consonancia que respondían a la experiencia vivida por tantos de vosotros durante muchos años: hemos estado de acuerdo en la vocación a la vida consagrada laical, hemos convenido que la forma asociativa era el camino a seguir, hemos confirmado que la consagración en el Regnum Christi está ligada al carisma de la Legión, en la perspectiva —que debemos ahondar todavía— de una única “familia carismática”, construida sobre un único carisma participado de forma diversa por los legionarios, los consagrados y los miembros laicos no consagrados. Junto a estos elementos ya adquiridos, hemos señalado también los medios para llevar a cabo la cooperación con los padres legionarios, aunque muchos puntos quedan todavía pendientes de mayor clarificación. Nos hemos dado cuenta de que también hacía falta tiempo de reflexión dentro de nuestras comunidades. Se ha manifestado el deseo de no tener prisa y de dar más espacio a la reflexión. A esta conclusión hemos llegado también mis colaboradores y yo. Hemos pensado por tanto en prolongar el espacio de reflexión y en revisar también algún punto en nuestra planeación del trabajo, con el fin de preparar mejor la constitución interna del gobierno de la asociación de los consagrados y de las consagradas.

Entre tanto hemos debido dar también una respuesta a la asistente general Malén Oriol, que desde hace tiempo había manifestado su voluntad de retirarse del cargo de asistente general, no del tercer grado del Regnum Christi. Así volvió a plantearlo en una reunión de consagradas. A pesar de intentar que desistiera, finalmente se ha tenido que tomar constancia de su voluntad y acoger su renuncia. Le agradecemos su servicio y esperamos que pueda continuar su compromiso como consagrada en el Regnum Christi, poniendo al servicio de esta obra su larga experiencia y la riqueza de sus cualidades personales.

Estas novedades nos han inducido a mí y a mis colaboradores a actualizar el programa de acción que indicaba en mi última carta. Hemos decidido que la fase iluminativa se prorrogue hasta la Pascua. El P. Gianfranco Ghirlanda y el P. Agostino Montan continuarán siguiendo de cerca esta fase y darán las oportunas instrucciones, de acuerdo conmigo, para que este periodo dé frutos más abundantes.

Mientras continúan los trabajos de la fase iluminativa, y en espera de iniciar la reflexión sobre el estatuto con una comisión apropiada, tenemos que prepararnos a afrontar el problema del gobierno. Es necesario que el grupo de los consagrados y las consagradas tenga su propio gobierno interno. Para llevar a buen puerto este proyecto hemos creído oportuno tomar las decisiones que indico a continuación. En primer lugar, ha parecido conveniente simplificar y unificar el gobierno de las consagradas y consagrados, suspendiendo la figura de la asistente general para las consagradas y del asistente general para los consagrados, que era Diego de Robina. Aprovecho con gusto la ocasión para agradecer a este último su generosidad y el esfuerzo por cumplir su cargo al servicio de los consagrados. Esperamos seguir valiéndonos todavía de su experiencia y dedicación.

Además, para acelerar el proceso, unificar los esfuerzos y ayudar en la común reflexión entre la Legión y las personas consagradas del Regnum Christi, reservo al Delegado Pontificio las competencias del Superior General respecto de la vida interna de las consagradas y consagrados. Encargo al P. Gianfranco Ghirlanda que acompañe, con mi autoridad, el grupo de los consagrados, y al P. Agostino Montan el de las consagradas, por lo que se refiere al gobierno de la vida interna. Me refiero al gobierno interno típico de una asociación de fieles. De momento no tenemos intención de entrar en las cuestiones relacionadas con el gobierno en cuanto participación en el carisma, la espiritualidad y el apostolado en colaboración con la Legión y los demás componentes del Movimiento Regnum Christi.

De ahora en adelante, por tanto, para el gobierno general hágase referencia en el caso de los consagrados al P. Ghirlanda, y en el de las consagradas al P. Montan. Para el gobierno territorial, en cambio, mientras no se constituye el gobierno interno propio del grupo de las consagradas y los consagrados, continúan las competencias de los superiores territoriales, llamados a actuar en estrecha unión con el P. Ghirlanda y el P. Montan, los cuales deferirán al Delegado Pontificio las cuestiones más relevantes, especialmente los cambios, nombramientos y dispensas de los compromisos de vida consagrada.

Estas medidas hay que situarlas en el horizonte de los puntos ya definidos, dentro del camino recorrido hasta el día de hoy para examinar la vocación al tercer grado del Regnum Christi. Estos puntos son: la confirmación de la vida consagrada laical, la forma de sujeto propio como asociación reconocida para los consagrados y consagradas, y la participación en el carisma, espiritualidad y apostolado de los Legionarios. Me parece importante subrayar que estas decisiones se han tomado después de haber consultado al Superior General y a su Consejo, que las comparten.

Hay en todos nosotros un total acuerdo acerca del hecho que los consagrados y consagradas deben gozar de una sana autonomía, lo cual implica que se trate de una realidad asociativa con una subjetividad propia. La participación en el carisma, apostolado y espiritualidad, que forma parte de la identidad del grupo, se concreta en la colaboración con los Legionarios de Cristo. La forma de llevar a cabo esta colaboración se debe precisar por medio de la reflexión que se tendrá tanto por parte de las consagradas y consagrados del Regnum Christi como por parte de los mismos Legionarios de Cristo.

Mayores detalles se darán próximamente, sobre todo con ocasión de un encuentro de los directores territoriales y de las asistentes territoriales, que se tendrá en Roma lo antes posible, de acuerdo con la dirección general de la Legión.

En estos días, en los que hemos vivido momentos de intensa comunión y renovada alegría al descubrir una vez más la belleza de la consagración, hemos tenido también la tristeza de saber que algunas hermanas han pedido dejar el Regnum Christi. Ellas afirman haber llegado a esta decisión después de un prolongado tiempo de reflexión de varios años. Les agradecemos el bien que han hecho y también el que afirman haber recibido. Ellas merecen que se respete su opción. Me permito expresar la esperanza de que ninguna de las que tiene intención de dejar el Regnum Christi se deje arrastrar por la tentación de hacer labor de proselitismo o de persuadir a otras que están firmes y quieren perseverar fieles a los compromisos asumidos. Como justamente se exige el respeto por la opción de quien abandona esta obra, el mismo respeto cabe esperar hacia quienes —y son la grandísima mayoría— han elegido perseverar en la opción ya hecha en el Regnum Christi.

Hace falta, sin embargo, tomar conciencia de que las que han decidido salir no pueden ya permanecer en puestos de responsabilidad y guía, como el de asistente territorial o directora. Pido a los superiores territoriales, una vez consultada la comunidad de las consagradas —si se trata de la directora de un centro— o al menos las directoras de los centros —si se trata de una asistente territorial—, que propongan al Delegado Pontificio el nombre de la persona que se considere idónea para la responsabilidad, de manera que se pueda proceder a su nombramiento provisional, en espera de proceder lo antes posible al nombramiento definitivo.

Vivimos en la alegría los momentos de gracia y de luz; vivimos en la fe en el Señor los momentos oscuros, sabiendo que nuestra vida está siempre, indefectiblemente, en las manos de Dios, que siempre nos ama, nos perdona y nos renueva.

Un cordial saludo con la bendición de Dios. Pido también una oración por mí y por mis colaboradores, que estamos a vuestro servicio.

Afectísimo,

Velasio Card. De Paolis, C.S.
Delegado Pontificio

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