Lunes 30 de mayo -Apropiarse de la vida, sin querer dar frutos a su creador

H. Balam Loza LC

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Tú eres, Señor, la piedra angular de mi vida. Tú solo, Señor. Pero muchas veces me cuesta escucharte. Y a veces me puede pasar como a los fariseos, como estoy cansado de escucharte te quiero desechar. Tal vez así, me libro de escuchar tu voz. Hoy quiero bajar la cabeza y escuchar lo que me quieres decir. Quiero aprender de mis errores y quiero reconocerlos. Sí, no siempre me he comportado bien, pero sé que aun habiendo hecho los peores pecados, si me arrepiento humildemente Tú me perdonarás. Me arrodillo delante de Ti y me pongo en tu presencia.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Marcos 12, 1-12

En aquel tiempo, Jesús comenzó a hablar en parábolas a los sumos sacerdotes, a los escribas y a los ancianos y les dijo:

“Un hombre plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó un lagar, construyó una torre para el vigilante, se la alquiló a unos viñadores’ y se fue de viaje al extranjero.

A su tiempo, les envió a los viñadores a un criado para recoger su parte del fruto de la vid. Ellos se apoderaron de él, lo golpearon y lo devolvieron sin nada. Les envió otro criado, pero ellos lo descalabraron y lo insultaron. Volvió a enviarles otro y lo mataron. Les envió otros muchos y los golpearon o los mataron.

Ya sólo le quedaba por enviar a uno, su hijo querido, y finalmente también se lo envió, pensando: ‘A mi hijo sí lo respetarán’. Pero al verlo llegar, aquellos viñadores se dijeron: ‘Éste es el heredero; vamos a matarlo y la herencia será nuestra’. Se apoderaron de él, lo mataron y arrojaron su cuerpo fuera de la viña.

¿Qué hará entonces el dueño de la viña? Vendrá y acabará con esos viñadores y dará la viña a otros. ¿Acaso no han leído en las Escrituras: La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular. Esto es obra de la mano del Señor, es un milagro patente?”.

Entonces los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos, quisieron apoderarse de Jesús, porque se dieron cuenta de que por ellos había dicho aquella parábola, pero le tuvieron miedo a la multitud, dejaron a Jesús y se fueron de ahí.

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.

Haciendo un pequeño examen de mi vida me doy cuenta que me has dado un corazón grande. Me has dado una viña interior llena de vida y de paz. La has puesto en mis manos y me has dado las herramientas para cuidarla. Pero me doy cuenta que la hierba mala ha crecido tanto que no deja espacio para que las viñas reciban el sol… y lo peor de todo, te he dejado de escuchar. He olvidado lo que me has enseñado y me creo capaz de cuidarme con mis solas fuerzas. Tu voz me parece incómoda. Y la verdad es que es el orgullo lo que no me deja escuchar. No quiero que nadie me diga cómo tengo que hacer las cosas pero no sé hacer las cosas solo y necesito de tu ayuda.

Me parece más cómoda la vida si Tú no me hablas, si no me pides cuentas ni pretendes recoger los frutos de mi viña. El trabajo serio es cansado y difícil y no quiero hacerlo. Y Tú me llamas a ponerme a trabajar para hacer fructificar los regalos que me has hecho. Me has dado muchas cualidades pero muchas veces me las guardo para mí. Te quiero fuera de mi vida, pero sé que eres la piedra angular. Eres importantísimo para mí. Eres quien me indica el camino, eres quien me muestra la verdad y eres la vida. Pero muchas veces me conformo con una vida mediocre, con una vida sin problemas pero sin sentido. Y cada vez que me hablas me invitas a no quedarme estancado sino a luchar.

Pero la vida se acabará. Un día me presentaré delante de Ti y, ¿qué te mostraré? Qué miedo llegar al final de mis días con las manos vacías y que todo lo que me has dado no haya servido para nada. ¡No! Venga, hoy comienzo. Me arremango la camisa y comienzo a trabajar. Pongo oído atento a tu voz y a trabajar. Sacaré provecho de lo que Tú quieres de mí. Pongo en tus manos mi vida entera y los frutos de mi viña.

«Éstos, lentamente, se mueven en esa autonomía, la autonomía en su relación con Dios: No necesitamos de aquel Dueño, ¡Que no venga a molestarnos! Y seguimos adelante con esto. ¡Estos son los corruptos! Los que eran pecadores como todos nosotros, pero que han dado un paso hacia adelante, como si se hubieran consolidado en su pecado: ¡no necesitan a Dios! Esto parece, porque en su código genético tienen esta relación con Dios. Y como aquello no se puede negar, hacen un dios especial: ellos mismos son dios. Son corruptos. Es un peligro también para nosotros. En las comunidades cristianas los corruptos solo piensan en su propio grupo.»

(Homilía de S.S. Francisco, 3 de junio de 2013).

 Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Te ofrezco no guardarme ningún talento para mí y estaré disponible para servir a los demás. En mi trabajo sacaré el máximo fruto y todo para darte gloria a Ti y construir tu reino.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.

Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!

¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.

Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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