«Los laicos aportan a la Plenaria su índole secular, su forma de estar y de percibir el mundo y su misión dentro de la Iglesia»
Carmen Fernández y Álvaro Abellán-García son dos de los laicos que participan en la Plenaria General del Regnum Christi. Álvaro también es uno de los dos laicos que asisten al Colegio Directivo General (CDG). La oficina de comunicación del Regnum Christi de España habló con ellos sobre la Plenaria que tuvo lugar entre el 7 al 10 de marzo de 2022. Se trata de un órgano fundamental en la vida del Regnum Christi, pues “la Plenaria asiste en el ejercicio de su autoridad al Colegio Directivo, que debe recibir su parecer en todo lo relacionado con directrices de evangelización, planes para el cumplimiento de la misión común y documentos destinados a toda la Federación”, explica Álvaro. De hecho, así lo demuestran los temas abordados en esta Plenaria de 2022. Entre otros, como señala Carmen, «la sinodalidad, los Encuentros con Cristo, los trabajos desarrollados por la comisión mixta para las obras educativas, la materia de los carismas personales del Espíritu, los trabajos del ECYD”.
¿Cómo es la dinámica de una Plenaria?
Carmen Fernández (CF): La Plenaria General -distinta a la Plenaria Territorial- es un órgano que ofrece su consentimiento o parecer cuando lo solicita el CDG, que le asiste en el ejercicio de su autoridad, dándole consejo sobre determinadas propuestas y documentos. Es expresión de la Comunión entre todos nosotros pues se constituye por el conjunto de los consejeros generales de las instituciones federadas y participan seis laicos con voto consultivo -art. 4 EFRC-.
Álvaro Abellán-García (AA): Aunque su función está relacionada con la autoridad y el gobierno de la Federación, o quizá precisamente por eso, es un medio privilegiado para crecer en nuestra fraternidad en Cristo, santificarnos mutuamente y escuchar al Espíritu Santo. Cada vez que termina una plenaria –más ahora, con la vuelta a la presencialidad– me siento como al salir de misa, enviado a compartir lo que he vivido: que Jesús ha estado con nosotros, que dejarnos tocar por su amor nos libera de nuestras cargas y que quiere que hagamos presente su Reino en medio del mundo.
¿Por qué son importantes estas reuniones? ¿En qué medida lo que se ve en ellas después afecta a la vida del Regnum Christi y su misión?
CF: Estas reuniones y su desarrollo expresan que la autoridad que ejerce el CDG se asiste y se deja aconsejar de la totalidad de las vocaciones en los temas principales, especialmente en aquellos en los que necesita orientación y en aquellos que estatutariamente está obligado a consultarle. Pueden ser, entre otros, los planes estratégicos; las relaciones con las obras; las orientaciones sobre documentos aplicables a todo el Regnum Christi o el ECYD o aspectos que afectan de lleno a nuestra espiritualidad como el Encuentro con Cristo, nuestros retiros u oraciones.
De modo que le asiste ofreciéndole sus orientaciones y consejos en temas tan importantes para todo el Regnum Christi como planes estratégicos, las obras, el ECYD o el Encuentro con Cristo
AA: En la Plenaria General hay una buena representación de todas las vocaciones y de muchos territorios. Es una voz bastante representativa de todos los miembros del carisma y, a la inversa, cada miembro de la Plenaria debe llevar “la Palabra” que allí hemos escuchado a las diversas comunidades con las que convive ordinariamente.
Personalmente, tengo la gracia de asistir también al Colegio Directivo General, y noto que las Plenarias nos sirven para revisar juntos la marcha del Regnum Christi, contrastar ideas y salir con una visión mucho más rica, profunda y compartida de la misión que nos ha sido encomendada.
Ahora que la pandemia remite, confío en que los frutos de las plenarias tengan mayor incidencia en cada territorio, localidad, miembro del Regnum Christi. ¿Por qué no? Pienso en la conferencia que nos impartió en la última plenaria Monseñor Marín sobre la sinodalidad, rasgo esencial de la Iglesia. Está a disposición de todo el Regnum Christi y de quien quiera escucharla. Invito a todos a verla, rezarla y comentarla en un clima de oración. Nos ayudará a comprender qué significa “caminar juntos” como Regnum Christi y como Iglesia. Ojalá nos sirva, junto con otros materiales que estamos preparando, para vivir bien las próximas convenciones, para dejar que sean un evento del Espíritu en el que renovarnos como apóstoles del Reino.
¿Cuál es el papel de los laicos en este órgano del Regnum Christi?
CF: Los laicos aportan a este órgano que es la Plenaria su «índole secular» y su forma de estar y de percibir el mundo y su misión dentro de la Iglesia. Para ello, y, en base a los temas sobre los que pide consejo el CDG, los laicos preparan su enfoque e informan desde su propia experiencia profesional y de vida; estudiando los materiales que se les entregan e interviniendo de forma conjunta o individual con su parecer. Gracias a Dios los laicos que asistimos a la Plenaria General somos también muy complementarios y cada uno de nosotros aporta a la visión del laico un trocito de secularidad.
AA: Los laicos, como cualquier otro miembro de la Plenaria, pueden solicitar que se traten temas que consideren de especial interés para el conjunto del Regnum Christi. A veces presentamos la exposición inicial de algún asunto y dirigimos la dinámica para discernirlo y tratar de encontrar respuestas comunes. Algunos laicos asumimos también la coordinación de comisiones de trabajo o participamos en ellas.
A diferencia de los miembros de las ramas consagradas, nuestro voto es consultivo, no deliberativo. También a diferencia de las ramas consagradas, aportamos una perspectiva secular. Tenemos una “visión del mundo” que a veces contrasta con la visión que tienen los consagrados. Esto es crucial. Aun cuando un laico no esté muy metido en los entresijos y detalles del funcionamiento de la Federación, aunque carezca de competencias especializadas en determinados asuntos ¡no debe callarse! Su palabra siempre aporta algo inesperado pero importante, dado que la misión del Regnum Christi se dirige precisamente al mundo, al que debemos aprender a escuchar y comprender.
¿En qué sentido dirías que ha sido significativa esta II Plenaria General del Regnum Christi de cara a la misión?
CF: Ha sido significativa porque por primera vez desde que se aprobaron los Estatutos, ha sido una reunión presencial que nos ha permitido a todos los miembros de la Plenaria conocernos mejor dentro y fuera de las reuniones formales, lo que nos ha permitido también entablar relaciones de mayor confianza que, probablemente nos permitan en el futuro profundizar aún más en todo aquello que nos resulta común: nuestros carisma y misión. Lo ha sido también porque hemos tratado temas significativos para todo el Regnum Christi: la sinodalidad; los Encuentros con Cristo; los trabajos desarrollados por la Comisión mixta de las obras; la materia de los carismas personales del Espíritu; los trabajos del ECYD. Todo ello es de gran incidencia en la custodia del carisma y en la misión común.
AA: Ha sido la primera Plenaria presencial de este gobierno y eso ha ayudado mucho. Tengo la impresión de que hemos avanzado en cuatro días más que en los dos últimos años. Ahora espero que todo eso irá concretándose, en tiempos y formas adecuadas.
Hablamos cada vez con mayor conciencia de una renovación espiritual aún en ciernes y de reconocer que en nuestra historia reciente hay una Palabra que tiene que ver con nuestra misión.
En este sentido, pido a todos los laicos -cumpliendo así la petición expresa de varios miembros de la plenaria- que pensemos en aquellas personas que ya no están en el Regnum Christi porque no supimos escucharlas o acogerlas como debimos, porque no fuimos Reino para ellos. Démosle gracias a Dios por el don que han sido sus vidas para nosotros y busquemos, siguiendo los dictados de un corazón contrito, modos de agradecerles personalmente su vida y su testimonio.
También hemos descubierto que es providencial para nosotros el acento que el Papa Francisco ha querido poner en la sinodalidad de la Iglesia. Pronto tendremos oportunidad de renovar juntos nuestra vivencia del encuentro con Cristo y es cada vez mayor la conciencia de que los matrimonios son un modo singular de presencia del Reino que debemos custodiar y promover.