Cristo nos envía a colaborar decididamente en la nueva evangelización

Roma, 25 de febrero de 2014

A los legionarios de Cristo,
A los consagrados y consagradas del Regnum Christi,
A los miembros del Regnum Christi

Muy queridos padres y hermanos, queridos miembros del Movimiento Regnum Christi,

Al concluir los trabajos del Capítulo General Extraordinario de la Legión de Cristo los padres capitulares queremos agradecerles sus oraciones y apoyo y compartirles algunas noticias y experiencias de estos días de gracia que hoy concluyen.

La tarea a la que más nos ha ocupado ha sido la revisión de las Constituciones. Queremos agradecer a todos los legionarios por su participación en este largo proceso y, en modo particular a los miembros y secretarios de la Comisión Central para la Revisión de las Constituciones. Su buen trabajo nos entregó un texto maduro que ha servido de base para nuestras reflexiones. Las recomendaciones de las asambleas territoriales y las aportaciones comunitarias e individuales han ayudado a la discusión en el aula capitular. Esta mañana hemos aprobado el nuevo texto de las Constituciones que expresa, protege y promueve el carisma recibido de Dios y reconocido por la Iglesia. Las entregaremos al Santo Padre en espera de recibir su aprobación.

Hemos elegido un nuevo gobierno general para la Congregación y agradecemos al Papa Francisco, que haya querido confirmar las elecciones hechas por el Capítulo y nombrar a dos miembros del consejo.

Finalmente hemos reflexionado sobre algunos temas importantes para nuestra vida, como nuestra identidad y carisma, nuestra colocación en el Movimiento Regnum Christi, la formación, el gobierno, la administración y la vida fraterna, entre otros. En los próximos días se darán a conocer los comunicados del Capítulo sobre estos temas.

El Capítulo General ha sido un paso importante en el camino de renovación que emprendimos de la mano del Delegado Pontificio por mandato del Papa Benedicto XVI y que hemos hecho nuestro. Hicimos un examen de conciencia sobre nuestra historia y hemos querido pronunciarnos de manera conclusiva sobre el fundador. Hemos pedido perdón a Dios y a quienes han sufrido por estos hechos y renovamos nuestro compromiso de poner los medios para que no se repitan en el futuro. Esto se recoge especialmente en el mensaje publicado el pasado 6 de febrero.

Concluido el Capítulo, prosigue nuestro camino de servicio al Reino de Cristo con renovado entusiasmo evangelizador. El nuevo texto constitucional y los comunicados del Capítulo ofrecen pautas y principios que nos orienten para vivir nuestra vocación. Invitamos a todos los legionarios a leerlos y meditarlos en su conjunto, delante de Dios. Los exhortamos a buscar hacerlos vida en sus circunstancias concretas para bien de los hombres y de la Iglesia, con mucho realismo y confianza en la gracia de Dios, con un corazón y mente renovados.

Al final de una etapa e inicio de una nueva, nuestro espíritu desborda gratitud en primer lugar a Jesucristo, que nos llamó a seguirle más de cerca en la Legión y el Movimiento Regnum Christi, a experimentar su amor y buscar que otros puedan encontrarse con él y que de ahí brote un compromiso evangelizador.

Agradecemos al Papa Benedicto XVI y al Papa Francisco por su cercanía y apoyo, pues a través de ellos hemos experimentado el amor maternal de la Iglesia que ha creído en la belleza de nuestro carisma y misión y nos ha ayudado a purificarlo y redescubrirlo. Extendemos esta gratitud a los obispos, sacerdotes, religiosos, almas consagradas y seglares que nos han aconsejado y alentado en estos años porque nos han ayudado a experimentar en primera persona el misterio de la Iglesia comunión.

Nuestro reconocimiento se dirige de manera especialmente sentida al Card. Velasio De Paolis y a sus consejeros personales, P. Gianfranco Ghirlanda, S.J., P. Agostino Montan, C.S.I., Mons. Mario Marchesi y Mons. Brian Farrell, L.C., por su entrega generosa a lo largo de estos años.

Agradecemos también a todos los legionarios de Cristo: a los primeros en formar y construir nuestra congregación, por su perseverancia y fidelidad; a los sacerdotes que ejercen su ministerio, por su entrega cotidiana y deseo de anunciar el Reino de Cristo; a los novicios y religiosos en formación, que merecen nuestro testimonio de vida y que son motivo de esperanza. Queremos hacer particular mención de los legionarios enfermos o ancianos que han desgastado su vida por la misión. Recordamos con afecto a quienes han dejado la Legión y agradecemos el bien que han hecho entre nosotros.

A los padres y hermanos de la Sede de la dirección general que han hecho posible el funcionamiento y organización práctica del Capítulo, con alegría y servicialidad, queremos también manifestarles nuestra gratitud.

Nos sentimos especialmente cercanos a los consagrados y consagradas del Regnum Christi. Valoramos y apreciamos el camino que han recorrido en los últimos años. Nos alegramos por sus nuevos estatutos y su gobierno propio. Reiteramos nuestro deseo de seguir caminando juntos y servirles como sacerdotes de Jesucristo y seguir aprendiendo de la riqueza específica que aportan al Movimiento.

Los miembros seglares del Regnum Christi han sido verdaderos hermanos y sostén en estos años. Con su deseo de vivir su bautismo en plenitud y su compromiso apostólico nos han ayudado a no perder de vista el servicio que Dios nos llama a hacer como sacerdotes y religiosos. Reconocemos su capacidad para asumir responsabilidades en el Movimiento y en la Iglesia. Queremos pedirles que no dejen de ayudarnos a buscar la santidad y a servirles entregándoles a Jesucristo. Deseamos también confirmarles en nuestro compromiso de continuar con ellos el proceso de profundización y discernimiento sobre su vocación y misión dentro del Regnum Christi.

Queremos pedir a todos que nos sigan acompañando con su oración en este camino de renovación continua. Invitamos a nuestros hermanos legionarios a no perder de vista a Jesucristo, que es la norma suprema de nuestra vida como religiosos y sacerdotes. Él hoy nos envía a colaborar decididamente en la nueva evangelización junto al Papa, los obispos y demás miembros de la Iglesia, para ayudar a despertar el anhelo de la santidad en los laicos e invitarlos a seguir al Señor de manera más estrecha. Nos invita a anunciar la misericordia de la que hemos sido objeto.

A Cristo y a la Virgen de los Dolores confiamos el futuro de la Legión y del Regnum Christi, para que sintamos todos el gozo de haber sido llamados a esta familia en la Iglesia y para que se renueve en nosotros el aprecio por nuestro carisma y vocación y el deseo de anunciar el Evangelio e instaurar el Reino de Cristo en la sociedad.

Con nuestra gratitud y afecto en Cristo,

Los padres capitulares

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