«Jesús dirige su mirada y los invita a ir hacia Él» – Cursillos de formación para colaboradores del Regnum Christi
El Papa Francisco, en su carta a los jóvenes con ocasión de la presentación del documento preparatorio de la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, decía: «Deseo también recordarles las palabras que Jesús dijo un día a los discípulos que le preguntaban: «Rabbí […] ¿dónde vives?». Él les respondió: «Venid y lo veréis» (Jn 1,38). También a ustedes Jesús dirige su mirada y los invita a ir hacia Él. ¿Han encontrado esta mirada, queridos jóvenes? ¿Han escuchado esta voz? ¿Han sentido este impulso a ponerse en camino? Estoy seguro que, si bien el ruido y el aturdimiento parecen reinar en el mundo, esta llamada continúa resonando en el corazón da cada uno para abrirlo a la alegría plena. Esto será posible en la medida en que, a través del acompañamiento de guías expertos, sabrán emprender un itinerario de discernimiento para descubrir el proyecto de Dios en la propia vida. Incluso cuando el camino se encuentre marcado por la precariedad y la caída, Dios, que es rico en misericordia, tenderá su mano para levantarlos».
Durante el verano pasado, en el hemisferio norte, se realizaron dos cursillos de formación en México y Estados Unidos orientados a los jóvenes que iniciaban su periodo como colaboradores del Regnum Christi.
MÉXICO
En México el cursillo se realizó en el centro de retiros Quo Vadis, en la Ciudad de México, y contó con la participación de 58 jóvenes provenientes de México, Brasil, España, Estados Unidos y Colombia. Acompañaron a los jóvenes: Bernardo Pérez, laico consagrado y director del cursillo; los sacerdotes Manuel Reyes, Gonzalo Rebollo, y Pablo Solís, LLCC; así como Pablo Beuchat, laico consagrado y Martín Sosa, excolaborador.
Durante las jornadas de formación, que tuvieron lugar del 17 de julio al 15 de agosto, los jóvenes profundizaron sobre temas de antropología, de doctrina cristiana, del carisma y espiritualidad del Movimiento y de su misión específica como colaboradores del Regnum Christi.
Roberto Valencia, que inicia su año de colaborador, comentó: «Yo vengo a encontrarme con Cristo y a encontrarlo en los demás. Vengo a crecer en la fe, a mejorar como católico e hijo suyo. Un año o seis meses, yo vengo a darlo todo por Dios, no sólo para “agradecerle lo mucho que me ha dado”, ni solo para “formarme”, sino que vengo a encontrarme con Dios, porque una vez que uno experimenta su presencia tan latente en su vida, ¿qué otra cosa podría hacer más que seguirle?».
ESTADOS UNIDOS
En Norteamérica también se llevó a cabo un cursillo para los jóvenes que iniciaban su periodo como colaboradores en el Regnum Christi. Participaron 15 jóvenes provenientes de Estados Unidos, Canadá, Polonia y Alemania. El encuentro se tuvo en las instalaciones del Centro vocacional de Rolling Prairie, Indiana.
Las actividades de formación de este periodo, comprendido entre el 9 de julio y el 13 de agosto, estuvieron orientadas a formar a los jóvenes en diversos ámbitos: catecismo, teología del cuerpo, talleres de oratoria y un curso sobre el ECYD. El director del curso fue el P. Juan José Hernández, LC, y colaboraron como formadores los padres Zachary Dominguez, John Klein, y el hermano Mariano Ballestrem, LLCC.
«Muchos de estos jóvenes habían terminado recientemente sus estudios preuniversitarios. Este año que comienzan como colaboradores, además de significar una respuesta generosa por su parte a un llamado personal de Dios, les ayudará a encontrarse consigo mismos, a tener tiempo para Dios y a madurar sus convicciones como cristianos», comentó Mariano Ballestrem, LC. «El programa de formación que tuvimos fue exigente, pero me sorprendí de que comentaran que fue justamente esto algo que les gustó y ayudó», añadió.
«Para mí fue una oportunidad en la que pude acompañar a los jóvenes, estar con ellos en medio de sus ilusiones y temores, dar algunas clases de formación y transmitirles algunos consejos para el año que comenzaron como colaboradores. De alguna manera, fue como poner en práctica lo que recomienda el documento preparatorio para el sínodo sobre los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional cuando dice: «Acompañar a los jóvenes exige salir de los propios esquemas preconfeccionados, encontrándolos allí donde están, adecuándose a sus tiempos y a sus ritmos; significa también tomarlos en serio en su dificultad para descifrar la realidad en la que viven y para transformar un anuncio recibido en gestos y palabras, en el esfuerzo cotidiano por construir la propia historia y en la búsqueda más o menos consciente de un sentido para sus vidas»», dijo el hermano Mariano.