«Os daré un corazón nuevo y un espíritu nuevo» (Ez. 36,26) – Curso de renovación de consagradas del Regnum Christi
Del 14 de junio al 1 de agosto tuvo lugar el curso de renovación para consagradas del Regnum Christi, en el que participaron veinticinco consagradas de diez nacionalidades y siete territorios.
El curso lo dirigió Gabriela Garza, y colaboraron como formadoras y equipo auxiliar Lorli Pregel, Rosario Solana y Elizabeth Hernández. Durante algunos días recibieron las visitas de Paula Errazuriz, consejera general, Irene Alemany, directora territorial de México, y Carmen Ramírez, directora territorial de Monterrey.
Este período de renovación, tiene como objetivo, ayudar a madurar y afianzar la identidad de la mujer consagrada del Regnum Christi, ofreciendo el ambiente, los tiempos y los medios de formación espiritual necesarios para una renovación profunda, en el encuentro consigo misma, con Dios y con el carisma propio de las consagradas del Regnum Christi.
Los primeros días estuvieron dedicados a entrar en el ritmo de Dios, con un retiro predicado por el P. Octavio Ortiz de Montellano, LC.
Antes de comenzar el curso tuvieron la gracia de participar en una procesión del Corpus Christi en la localidad, donde pudieron palpar la fe sencilla de la gente ante la Eucaristía.
Del 20 al 30 de junio Silvia Bermúdez impartió un curso sobre “La vocación a la santidad y la herramienta del discernimiento” que ayudó a reflexionar en la constante relación y diálogo con Dios, teniendo como base la vida de Cristo y el Sermón de la montaña.
El 1 de julio comenzó el curso de Teología Bíblica: “La Alianza de Dios con su Pueblo”, en el cual Emanuelle Pastore compartió el fruto de sus estudios y reflexiones. Con la Biblia, se adentraron un poco más para analizar el amor de Dios por su pueblo y el desarrollo de su alianza, hasta llegar a la plenitud en Cristo y la Eucaristía como el signo perfecto de la alianza.
Por último, tuvieron un curso con Cecilia Castañera, para analizar desde el derecho propio los siguientes temas: la vida de Cristo pobre, casto y obediente, vida fraterna y misión.
Cada etapa del curso concluyó con un día de “desierto”, de retiro en silencio, para asimilar todo lo que se recibía durante el día.
El curso de renovación acabó con los ejercicios espirituales predicados por el P. Pedro Castañera, LC, y con una misa donde se renovaron los votos por devoción y celebraron el 20º aniversario de consagración siete de las participantes en el curso.