Descubriendo la alegría de seguir a Cristo

Cursillo de colaboradoras del Regnum Christi 2017.

«Seguir a Jesús en la fe es caminar con Él en la comunión de la Iglesia. No se puede seguirlo en solitario”. Benedicto XVI 

Este año, el cursillo de colaboradoras del Regnum Christi para México y Centroamérica se llevó a cabo en Chapala, Jalisco del 10 de julio al 7 de agosto de 2017. Participaron 74 jóvenes de las secciones del Reino de Estados Unidos, México, Salvador, Costa Rica y Colombia. De las 74 participantes, 67 estarán dando su año al servicio de la Iglesia.

Durante el mes, las candidatas a colaboradoras recibieron clases de formación doctrinal y talleres que serán útiles en su misión. También se dedicó un tiempo específico a hacer apostolado sirviendo a comunidades aledañas, organizaron proyectos personales y de equipo y participaron de un triduo de renovación de su pertenencia al Regnum Christi.

Se tuvieron actividades de esparcimiento como paseos, la práctica de deportes, dinámicas de integración, así como misas, el rezo del Rosario y momentos de adoración a la Eucaristía.

También se contó con la presencia de la consagrada Irene Alemany, directora territorial de las consagradas y la del P. Rafael Pacaníns, L.C., delegado territorial para el apostolado, quienes hablaron sobre la misión de ayudar a otras personas a acercarse a Dios y a colaborar de manera entusiasta en la transformación de la humanidad. Asimismo visitaron a las colaboradoras Oswaldo Mazorra y su esposa Arce Torres, miembros activos de la pastoral de músicos evangelizadores de la Arquidiócesis de Guadalajara e integrantes del grupo Jaire, un apostolado del Movimiento Regnum Christi cuyo objetivo es la evangelización a través la música, y compartieron con ellas su historia personal de entrega a Dios y a la misión como matrimonio.

Natalia G. Domínguez, miembro del Movimiento de Guadalajara y cantautora, apoyó en algunas actividades y colaboradoras del ECYD que estaban dando su verano en Guadalajara, asistieron un día al cursillo para participar de la misa y tener un momento de convivencia con las colaboradoras del Regnum Christi.

Fue un grupo que vivió cada actividad con gran intensidad y que se caracterizó por un gran amor por Dios y mucha ilusión por la misión de evangelizar y servir a la Iglesia por medio del Regnum Christi.

Cada colaboradora recibió su destino el 31 de agosto, pudiendo dedicar así la última semana a recibir herramientas de especialización para sus apostolados. De todas las colaboradoras, quince estarán trabajando apostólicamente en academias OAK, una se va a España, dos estarán en Colombia y cinco en Chile. Las otras 44 llevarán a cabo su misión en las secciones del ECYD y de jóvenes del Regnum Christi de los territorios de México y Monterrey, incluyendo El Salvador. El 15% de las colaboradoras eran ya universitarias, lo que es un elemento importante para el trabajo en las secciones de Reino de jóvenes.

Compartimos a continuación unos breves testimonios sobre la experiencia en el cursillo e invitamos a toda la familia Regnum Christi a mantenerlas en nuestras oraciones durante este período de crecimiento y entrega.

“El cursillo de colaboradoras fue un regalo de Dios, un mes en donde reafirmé mi fe y descubrí la alegría de seguir a Cristo. Ahí, Dios me regaló a más de 70 hermanas, 11 consagradas, cuatro auxiliares y un sacerdote para que, en comunión a lo largo de nuestro año y vida, seamos esa red que tanto necesita el mundo para pescar almitas y llevarlas al cielo. Fue un mes de entrega, un mes donde Dios nos invitó a confiar ciegamente en Él, a dejarlo todo y seguirlo, a vaciarnos de nosotras mismas y llenarnos solo de Él. Fue una invitación a abrir nuestro corazón y a dejarnos amar por Cristo y compartir ese amor con todos los demás; a dejar que Jesús entrara en nuestro corazón y lo transformara y a vivir la experiencia de estar cara a cara con Él.

A lo largo del mes tuvimos talleres del Regnum Christi en donde reflexionamos sobre los aspectos del carisma y el apostolado, del ECYD, de sacristía, talleres de conocimiento personal, talleres de oración, seminario doctrinal, también trabajamos en aspectos específicos de la vida de una colaboradora y se nos dieron capacitaciones específicas para el trabajo en el ECYD, las secciones del Regnum Christi y las academias, como otras actividades que nos ayudaron a reforzar nuestra amistad con Cristo y a formarnos para ser apóstoles y extender el Reino de Dios en la tierra. El cursillo de colaboradoras, en una frase sencilla, diría que fue un ‘pedacito de cielo’. Encontré a un Jesús amigo, volví a encontrarme con la Virgen María y reafirmé mi amistad con ella. Encontré hermanas para toda la vida con la misma ilusión de ser colaboradoras y llevar a Dios a todas partes y a abandonarnos en el amor y también encontré a 11 maravillosas mujeres que nos compartieron todo el amor de Cristo.” Sandra Rentería, 19 años. Originaria de Celaya y colaboradora en Aguascalientes.

“Para mí el cursillo fue una experiencia llena de crecimiento, tanto espiritual como personal. A través de todos los talleres, clases y actividades logré aprender muchas cosas acerca de mí, del Regnum Christi y de nuestra misión como colaboradoras; además de que encendieron en mi corazón un celo apostólico ardiente, que creo que es un elemento esencial en una colaboradora.

Los talleres de oración, el triduo, la frecuente recepción de sacramentos y la formación acerca de éstos, me ayudaron mucho a crecer en amistad con Cristo, a conocerlo para luego imitarlo y elevar mi oración a lugares donde nunca antes había llegado. Por último, la convivencia con otras 73 personas que buscan tener la misma experiencia de vivir un año por Cristo, el conocer a personas de todas partes y tan diferentes, pero unidas por los mismos ideales y por amor a Él, es lo que hace del cursillo una experiencia tan increíble y tan enriquecedora, pues es el vivir en un ambiente lleno de hermandad y caridad, de fe y de testimonios que te ayudan a ser mejor persona, ensanchan el corazón para hacerlo más como el de Jesús y comenzar el año de colaboradora de la mejor manera posible.” Emilia González, 19 años. Originaria de la CDMX y colaboradora en Medellín.

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