Domingo 19 de febrero de 2023 – «Amar como hijo del Padre»
Bertha Del Toro Rodríguez, CRC
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Me presento ante ti con todo lo que soy, con mis dudas, mis inquietudes y deseos. Creo que Tú me acoges tal como soy y me amas por encima de mis defectos, por eso me dispongo a escucharte y abro mi corazón para que me toque tu gracia.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Mateo 5, 38-48
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habéis oído que se dijo: ‘Ojo por ojo, diente por diente’. Yo, en cambio, os digo: No hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica; dale también la capa; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehúyas. Habéis oído que se dijo: ‘Amarás a tu prójimo’ y aborrecerás a tu enemigo. Yo, en cambio, os digo: Amad a vuestros enemigos, y rezad por los que os persiguen. Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos. Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y, si saludáis sólo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto».
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
El pedido que me haces de amar a mi enemigo es un camino donde he tenido muchas caídas. Tú sabes que no es fácil para mí el quedarme callado ante una injusticia, y menos aún si es de alguien cercano, pero viéndolo bien quiero ser más hijo tuyo que hijo de mí mismo.
Me pones como condición para ser hijo del Padre, el amar al enemigo y rezar por los que me hacen el mal. Quieres que suban a otro nivel con mis reacciones, mis sentimientos y mis razonamientos y eso no es posible sin tu gracia, asísteme en el momento de la prueba.
¿Quién es mi verdadero enemigo? Tal vez no lo sean los demás, sino mi propio orgullo, mi incapacidad de ceder ante una negativa, mi incapacidad de bondad cuando me han herido. ¿quién es mi enemigo más frecuente?
«Esto es poner la otra mejilla: la mansedumbre de Jesús es una respuesta más fuerte que el golpe que recibió. Poner la otra mejilla no es el repliegue del perdedor, sino la acción de quien tiene una fuerza interior más grande. Poner la otra mejilla es vencer al mal con el bien, que abre una brecha en el corazón del enemigo, desenmascarando lo absurdo de su odio. Y esta actitud, este poner la otra mejilla, no es dictado por el cálculo o por el odio, sino por el amor. Queridos hermanos y hermanas, es el amor gratuito e inmerecido que recibimos de Jesús el que genera en el corazón un modo de hacer semejante al suyo, que rechaza toda venganza. Nosotros estamos acostumbrados a las venganzas: “Me has hecho esto, yo te haré esto otro”, o a custodiar en el corazón este rencor, rencor que hace daño, destruye la persona». (S.S. Francisco, Ángelus del 20 de febrero de 2022).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Haré un esfuerzo mayor en mi interior por pensar bien de los demás, mirar lo que hay de bueno en ellos: “Jesús haz mi corazón semejante al tuyo”.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.