Domingo 26 de agosto de 2018 – La cruz apunta al cielo.
H. Alexis Montiel, L.C.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Permíteme acercarme a Ti, Señor, no pensando en un Dios lejano, sino en un Padre en el que me puedo abandonar con la confianza de un niño, porque creo en tu gran amor por mí.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Juan 6, 55. 60-69
En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: “Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida”. Al oír sus palabras, muchos discípulos de Jesús dijeron: “Este modo de hablar es intolerable, ¿quién puede admitir eso?”.
Dándose cuenta Jesús de que sus discípulos murmuraban, les dijo: “¿Esto los escandaliza? ¿Qué sería si vieran al Hijo del hombre subir a donde estaba antes? El Espíritu es quien da la vida; la carne para nada aprovecha. «Las palabras que les he dicho son espíritu y vida, y a pesar de esto, algunos de ustedes no creen». (En efecto, Jesús sabía desde el principio quienes no creían y quien lo habría de traicionar). Después añadió: Por eso les he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede”.
Desde entonces, muchos de sus discípulos se echaron para atrás y ya no querían andar con él. Entonces Jesús les dijo a los Doce: “¿También ustedes quieren dejarme?” Simón Pedro le respondió: “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios”.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
El mundo de hoy está muy contaminado por los diversos problemas que diversas corrientes de pensamiento nos quiere vender. Los ideales de vida ya no son los mismos, la gente busca estar a la moda, busca el teléfono más moderno, la ropa de marca, la película, el artista o el deportista que es admirado… Tarde o temprano, el hombre reconoce que en su ideal se encuentra la felicidad, y que no se puede quedar en una felicidad tan fútil como las le presenta el mundo, la moda, los medios…, al alcance de la mano, pero sin auténtica trascendencia para su vida. El hombre, a lo largo de toda la historia, busca ver más alto, busca ver el origen de tantos bienes que se acaban, para encontrar el bien inagotable.
El problema es que el mundo actual tiene un serio problema, se le presentan una gran cantidad de bienes que tratan de sustituirte a Ti, Señor. Tarde o temprano el hombre se da cuenta que las cosas a su alcance son efímeras, mientras que Tú eres eterno. Surge entonces una pregunta: ¿Por qué se escandalizan de Ti?
Con gran motivo se han de escandalizar. Es en el escándalo de la cruz, que va en contra de todo lo que la sociedad moderna propone, en donde tenemos marcado el camino al cielo, es el mapa de ruta, la brújula del cielo. Tú eres el único Dios, y ese es el camino que nos has revelado y aunque todas las ideologías intentan suplirte, yo no me rendiré, Señor; no caeré en el escándalo, pues como san Pedro, yo también he experimentado que nada fuera de Ti me va a dar la felicidad y la vida eterna.
«Si la razón de nuestro salir no es Él [Cristo] será fácil desanimarse en medio de la fatiga del camino, o frente a la resistencia de los destinatarios de la misión, o ante los cambiantes escenarios de las circunstancias que marcan la historia, o por el cansancio de los pies debido al insidioso desgaste causado por el enemigo. No forma parte de la misión ceder al desánimo cuando, quizás, habiendo pasado el entusiasmo de los inicios, llega el momento en el que tocar la carne de Cristo se vuelve muy duro. En una situación como esta, Jesús no alienta nuestros miedos. Y como bien sabemos que a ningún otro podemos ir, porque sólo Él tiene palabras de vida eterna, es necesario en consecuencia, profundizar nuestra elección.»
(Homilía de S.S. Francisco, 7 de septiembre de 2017).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Dedicar un momento de adoración o una oración por todos los que, con sus ideologías, persiguen a la Iglesia. Además de pedir la sabiduría para saber defender los valores cristianos en mi ambiente.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.